Familias y empresas ahorrarán 5.000 millones en impuestos

Las familias y las empresas españolas disfrutarán este año de una nueva rebaja fiscal, que supondrá un ahorro para los contribuyentes de unos 5.000 millones de euros, por la reforma del IRPF y del Impuesto sobre Sociedades, según cálculos de Hacienda.

Para el IRPF, el Gobierno aprobó en el último Consejo de Ministros la actualización del 2 por ciento de la tarifa del impuesto, del mínimo personal y familiar y de la reducción por rendimientos del trabajo. El Gobierno pretende elevar los tramos de la tarifa del Impuesto en consonancia con la inflación para evitar que los contribuyentes pierdan poder adquisitivo ante las subidas de precios.

Además, el IRPF contemplará las nuevas deducciones por alquiler para las rentas más bajas, así como el conocido "cheque-bebé" -la paga de 2.500 euros por nacimiento o adopción de hijos-, que se articulará mediante una deducción en el IRPF para las madres trabajadoras. Estas medidas supondrán un ahorro para los hogares españoles de 1.965 millones, que en el caso concreto de las rentas del trabajo será de 940 millones de euros -707 millones por la reducción de las retenciones de los salarios y 233 millones en el caso de las pensiones-.

La declaración de la renta de este año será la primera que se hará con el nuevo IRPF que entró en vigor en 2007 y que, entre sus principales novedades, incluye una rebaja del tipo máximo hasta el 43 por ciento, y la exención del pago para rentas inferiores a 9.000 euros anuales.

En cuanto al Impuesto sobre Sociedades, en 2008 entra en vigor la segunda parte de la reforma del tributo, que supondrá reducir al 30 por ciento el tipo general, dos puntos y medio menos. Estos cambios se traducirán en una reducción de 1.582 millones de euros de los pagos fraccionados que ingresarán las empresas, mientras que la cuota diferencial del impuesto se reducirá otros 1.452 millones de euros. En total, la rebaja del Impuesto sobre Sociedades ascenderá a 3.034 millones de euros.

Las empresas deberán adaptarse al nuevo Plan General de Contabilidad, con cambios en los criterios de valoración de activos y pasivos financieros y de denominación de algunos elementos, como los intangibles o los resultados extraordinarios.