Fitch baja dos escalones la solvencia de Santander y BBVA, hasta BBB+
La agencia de calificación precisa que ambas entidades están mucho mejor preparadas que otros competidores para asumir deterioros de su cartera con sus propios resultados o reservas.
La agencia de medición de riesgos Fitch ha rebajado dos escalones la nota de la deuda a largo plazo del Banco Santander y el BBVA, hasta BBB+, un "aprobado alto" que les mantiene por encima de la calificación de España.
Además, las calificaciones de ambas entidades se mantienen en perspectiva negativa, ya que podrían bajar si lo hace también la calificación de España, añade Fitch en un comunicado. Esto se justifica por la diversificación geográfica de los dos grupos, su fortaleza financiera y la "probada capacidad" para absorber deterioros en sus carteras crediticia.
La agencia ha rebajado también la solvencia de varias filiales del grupo Santander, como Banesto o la financiera Santander Consumer Finance, en ambos casos también de "notable" a un "aprobado alto". En el caso de la filial británica del gigante que preside Emilio Botín, Santander UK, la agencia baja la calificación un escalón, del "notable alto" (A+) al notable (A), aunque en este caso la perspectiva es estable.
Fitch argumenta que los recortes de las calificaciones son la continuación del realizado sobre la deuda de España, a la que la semana pasada degradó hasta el aprobado por las dudas sobre el sistema financiero. Las nuevas calificaciones de los bancos reflejan preocupaciones similares a las que han afectado a la deuda de España, como la previsión de que la economía del país siga en recesión todo este año y en 2013, frente a la previsión inicial de Fitch de que ese año se daría una leve recuperación.
Por eso, aunque tanto Santander como BBVA tengan notas superiores a la de España, sólo se trata de un escalón por encima, ya que ambos tienen grandes carteras de deuda soberana y la calidad de sus activos depende de la marcha de la economía, según la fuente.
Por si la situación en España fuera poco, Fitch añade que las perspectivas de crecimiento en los países emergentes en los que Santander y BBVA están presentes se han revisado a la baja, aunque cree que los ingresos de estos mercados seguirán contribuyendo de forma significativa.
Fitch recuerda que, según sus propias pruebas de estrés, la banca española necesitaría 60.000 millones, y Santander y BBVA están mucho mejor preparados que otros competidores para asumir deterioros de su cartera con sus propios resultados o reservas.
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