Análisis
Santiago Carbó
Tras un buen año en lo macroeconómico, en 2025 hará falta mucho más
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha convocado hoy una reunión con los líderes europeos con el objetivo de calmar a los mercados. En la cita se abordarán dos temas: el atascado rescate de Grecia y la situación de Italia, última víctima de los envites de los mercados.
En el encuentro participarán el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, pero también un representante del consejo del Tesoro de Italia, explicó el portavoz de Van Rompuy, Dirk De Backer.
El portavoz insistió en que se trata de una reunión "de coordinación y de preparación" con funcionarios de alto rango de la UE previa a la del Eurogrupo -ministros de Finanzas de la Eurozona-, que tratará de avanzar en el segundo plan de rescate a Grecia. Negó que la cita tenga "nada que ver" con la situación de Italia, expuesta en la última semana a presiones de los mercados. El hecho de que esté presente un miembro del Tesoro italiano es meramente una "coincidencia", enfatizó. Sin embargo, otras dos fuentes comunitarias, entrevistadas por Reuters, aseguraron que el tema sí está sobre la mesa.
Italia se encuentra en el punto de mira de las agencias de calificación de riesgos Standard & Poor's y Moody's, que han advertido al Gobierno de Silvio Berlusconi de una posible rebaja en su nota crediticia ante la debilidad del crecimiento de la economía y el alto nivel de endeudamiento, por encima del 120% del PIB. En la última sesión de cotización, los temores de los inversores ante unos posibles malos resultados de la banca italiana en las nuevas pruebas de solvencia europeas y la incertidumbre por la polémica que rodea al ministro de Economía de Italia, Giulio Tremonti, motivaron el desplome de la bolsa de Milán -cayó un 3,5% el viernes pasado- y la prima de riesgo de la deuda pública italiana volvió a marcar récord -247 puntos básicos-.
La reunión de la plana mayor de la Comisión Europea, el Consejo, el BCE y del Eurogrupo se celebrará horas antes de que se reúnan los ministros de Finanzas de la Eurozona para seguir trabajando en el segundo plan de rescate a Grecia. Éste se encuentra encallado y prácticamente en el punto de partida ante la falta de avances, consenso y claridad sobre la participación del sector privado.
Una serie de reuniones entre representantes de la UE, el BCE, el Gobierno griego y las principales entidades financieras tenedoras de deuda griega no han producido aún resultados tangibles, al tiempo que queda cada vez más claro que hay dudas y posiciones divergentes sobre el modelo a seguir para implicar a la banca.
A eso se sumó la advertencia de Standard & Poor's de que considerará un "impago selectivo" de la deuda de Grecia si sale adelante el modelo francés, que prevé que la banca reinvierta el 70% de los títulos que venzan en los próximos tres años: el 50% serviría para adquirir nuevas obligaciones a 30 años y el 20% restante alimentaría un fondo de inversión en activos de gran calidad, dedicado a avalar los nuevos préstamos griegos.
Mañana en la reunión del Ecofín, los ministros de Finanzas de la UE acordarán además la respuesta de los gobiernos a los resultados de las pruebas de solvencia de la banca que se publicarán el 15 de julio y las medidas de "cortafuego" que aplicarán. Desde el sector bancario español han surgido múltiples críticas a estos tests de estrés. Consideran que la definición de core capital 1 -para el que se exigirá un umbral mínimo del 5%- realizada por la Autoridad Bancaria Europea perjudica a España al no incluir los provisiones genéricas en ese capital principal. Así, prevén que se va a ofrecer una imagen del sector bancario español peor de la que realmente tiene, pese al gran esfuerzo que se ha llevado a cabo para lograr estas provisiones.
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