Andalucia participa en un ensayo sobre la compatibilidad de la actividad agrícola y las placas solares

El grupo operativo Voltagro impulsa el desarrollo de e un novedoso sistema agrovoltaico que haga compatible la actividad agrícola con la producción de energía renovable. Los ensayos de campo se realizarán en cultivos de regadío de Andalucía, Castilla y León y Murcia, principalmente en parcelas sembradas con remolacha azucarera, lechuga y melón.

La Asociación de Investigación para la Mejora del Cultivo de la Remolacha Azucarera (Aimcra) participa en la coordinación de este proyecto suprarregional, cuyo coste de 585.640 euros será sufragado íntegramente por el Plan Estratégico de la Política Agraria Común (PEPAC).

Este grupo operativo surge ante la necesidad de buscar alternativas al abandono de los cultivos por parte de muchos agricultores que buscan una mayor rentabilidad con la implantación de placas fotovoltaicas y las cada vez mayores dificultades de los productores de energías renovables para encontrar terrenos en los que desarrollar sus proyectos.

El estudio, ya en marcha y que se desarrollará hasta 2027, busca simultanear y optimizar la actividad agrícola y la fotovoltaica. Hasta ahora, en los diseños de instalaciones agrovoltaicas, tanto en proyectos de investigación como en las explotaciones en marcha, la actividad agrícola se ve muy condicionada por las infraestructuras de producción fotovoltaica, señala Aimcra en un comunicado.

Por eso, prosigue, el objetivo de este grupo operativo es diseñar y desarrollar las estructuras y equipos del sistema irrivoltaico para su empleo en explotaciones agrícolas de lechuga, melón y remolacha azucarera en las que haya placas solares. 

Básicamente, el ensayo consiste en desarrollar un novedoso sistema agrovoltaico en cultivos de regadío que, a través de un módulo estructural con paneles fotovoltaicos distribuidos a 4 aguas con orientación este-oeste, se desplazan unos sobre otros en el mismo plano, adaptando su apertura a los requerimientos lumínicos y microclimáticos del cultivo. 

Para ello, se determinarán los porcentajes de sombreo y radiación incidente sobre el cultivo para minimizar el consumo de agua y fertilizantes, maximizando la producción de energía fotovoltaica y hortícola, reduciendo la contaminación ambiental y consiguiendo la adaptación al cambio climático. Se trata de conseguir un sistema de control automático que gestione la separación entre las placas solares y la fertirrigación a partir de algoritmos.

Con los resultados obtenidos en los ensayos se desarrollarán modelos climáticos, de cultivo y de producción de paneles fotovoltaicos, basados en inteligencia artificial, que se aplicarán el siguiente año de ensayos para la gestión óptima del sistema irrivoltaico, optimizando el comportamiento agroambiental y maximizando el beneficio económico por metro cuadrado de superficie.

Se desarrollarán sistemas electrónicos, de comunicaciones y algoritmos que formarán parte del sistema irrivoltaico, que gestionará de forma automática la fertirrigación del cultivo atendiendo a sus requerimientos hídricos y nutricionales en las condiciones microclimáticas generadas por la apertura y cierre de los paneles solares, con el objetivo de maximizar el beneficio económico y optimizar el comportamiento agroambiental.