Análisis
Santiago Carbó
Tras un buen año en lo macroeconómico, en 2025 hará falta mucho más
El subgobernador del Banco de España y presidente del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), Fernando Restoy, calcula que la Sociedad de Gestión de Activos, el llamado banco malo, tendrá un balance de entre 40.000 y 60.000 millones de euros, por lo que se constituirá como una entidad de "capital mediano".
Así lo explicó ayer durante su última comparecencia ante la subcomisión de seguimiento del FROB en el Congreso. Restoy justificó la cadencia con la que se está poniendo en marcha esta entidad, fundamental para avanzar en el proceso de recapitalización del sector financiero español, en su complejidad. "Estamos hablando de algo que puede tener, ya veremos cuánto, pero a lo mejor entre 40.000 y 60.000 millones de euros de balance. Estamos hablando de un banco de un capital mediano. Por lo tanto, la complejidad de su puesta en marcha y su eventual gestión no es trivial", aseguró indicando que "en las próximas semanas habrá ya una publicación donde se vean los detalles del diseño".
Además, el presidente del FROB defendió que se espera una "rentabilidad razonable" de esta nueva sociedad, que deberá estar en funcionamiento a principios de diciembre, porque el objetivo no es "vender a cualquier precio" los activos que las entidades nacionalizadas o recapitalizadas traspasen al banco malo, que serán valorados de "una manera relativamente conservadora".
De hecho, el ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró hace unas semanas que, aunque es pronto para hablar de qué descuento se aplicará a los activos sobre su valor en libros, éste "habrá de ser lo suficientemente conservador y cauto" como para que el instrumento resulte rentable a medio y largo plazo y atraiga la inversión privada.
Restoy precisó que el banco malo tendrá una vida de unos 15 años para poder deshacerse de sus activos, lo que a su juicio da "suficientes probabilidades de revalorización". Y es que éste es un asunto de crucial importancia para ofrecer "incentivos suficientes" y que los inversores privados "decidan apostar su dinero a obtener beneficios por su inversión en esta compañía". No en balde, el Ministerio de Economía espera contar con una participación minoritaria del FROB y otra mayoritaria (al menos el 55%) de inversores privados.
Sobre este asunto preguntaron diferentes portavoces parlamentarios en la sesión de la subcomisión, interesándose por conocer cómo se conseguiría atraer esta participación de las entidades sanas, que han expresado sus temores a que el banco malo cause desequilibrios en el sector o que provoque una bajada de los precios de los activos inmobiliarios hasta niveles insostenibles.
En este sentido, el diputado popular y coordinador de la subcomisión de seguimiento del FROB, Fernando López Amor, opinó durante la última sesión que tanto el fondo como el Banco de España deben "tocar a rebato" para que las entidades financieras que no necesitarán ayuda pública participen en la nueva entidad.
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó ayer de que la misión del organismo que se ya encuentra en España, donde permanecerá hasta el 26 de octubre, es exclusivamente de asistencia técnica para la reforma del sector bancario. Una vez concluida la misión, el FMI entregará un informe a las autoridades españolas y a la Comisión Europea.
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