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El destino y el Banco de España han unido los designios de BBK y de Cajasur después de un año de vértigo. Por estas calendas de julio del año pasado el ex presidente de la entidad cordobesa, Santiago Gómez Sierra, se ajustaba el clerigman antes de verse las caras con la cúpula de Unicaja para iniciar un proceso que no sirvió para nada y que al final ha terminado con Cajasur en Bilbao. El destino y el Banco de España unen con esta decisión el agua y el aceite. Mientras siguen surgiendo voces que demandan responsabilidades en la gestión de la entidad cordobesa por la debacle de sus balances, la BBK llega para salvar Cajasur con un contraste de datos arrollador incluso en plena crisis. La frialdad de las cifras deja en evidencia lo negativa que ha sido la gestión de la entidad cordobesa. BBK sustenta su volumen de negocio y sus activos, que multiplican a los de Cajasur, en un número más bajo de oficinas -412 por 474 de Cajasur- y en casi 600 trabajadores menos. ¿Qué ha pasado en Cajasur? Fuentes de la BBK resaltaron la elevada eficiencia y la productividad de la entidad vasca con respecto a la andaluza y, sobre todo, destacaban que la cartera de clientes a los que se les han dispensado créditos son industriales. ¿Qué quiere decir esto? Que frente a Cajasur, metida hasta las cejas en el sector del ladrillo, la entidad vasca ha apostado por diversificar sus apuestas y la crisis le ha afectado mucho menos. Las mismas fuentes señalan que las inversiones de BBK en inmobiliario están muy por debajo de las del sector, al contrario de lo que ocurre en Cajasur.
BBK tiene previsto dirigir todo su negocio de la zona sur desde Córdoba, por eso mantendrán el nombre y porque entienden que la marca Cajasur -éste es uno de los motivos que ha pesado en la decisión final del Banco de España- tiene mucho valor, sobre todo por la fidelidad que ha demostrado su clientela. Pero ¿cómo afrontarán la política de recursos humanos vistas las diferencias de eficiencia que existen entre las dos entidades? En un principio, los responsables de la caja vasca tienen previsto que se traslade a Córdoba un reducido número de directivos.
Los justos para implantar el nuevo sistema de trabajo. Las fuentes consultadas apuntan que BBK se juega mucho en una operación que puede suponer su definitivo asentamiento en Andalucía, pero que puede volverse contra ellos si cometen errores en la gestión de personal. En principio, BBK no tocará las 31 oficinas que tiene en Andalucía, de las que dos están en Córdoba. Ni siquiera piensa en traslados de personal, sobre todo porque el convenio en las dos cajas tiene muchas diferencias y aunque los trabajadores de Cajasur cuentan con unas retribuciones que les sitúan por encima de la media del sector, las de BBK son aún mejores. Además, BBK seguirá siendo una caja y Cajasur será un banco al que le están buscando un encaje jurídico. También creará la BBK una obra social adaptada a la futura Cajasur y si se tiene en cuenta el porcentaje que dedica la entidad vasca a estos fines, las cantidades serán más cuantiosas de las que hasta ahora se han derivado.
Pero el volumen que adquirirá BBK cuando se le una Cajasur puede no quedar ahí. Y es que la adquisición de la entidad vasca trastoca muchos planes en el mapa financiero vasco, pues sobre el tapete del medio plazo se plantea la posibilidad de que BBK, Kutxa y Caja Vital pudieran iniciar procesos de fusión. Pero de momento la entrada en escena de Cajasur condiciona los planes previstos. Claro que en un futuro los gestores de Cajasur podrían volver a crecer y situarse a la vanguardia del sistema financiero español.
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