Las eléctricas reclaman aumentar en 4.000 millones la inversión en redes de transporte y distribución
Las compañías estiman que, con mayor retribución, la tarifa para los consumidores se reduciría un 2%
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Madrid/Las eléctricas reclaman elevar en, al menos, más de 4.000 millones de euros la retribución para los negocios de transporte y distribución de electricidad de cara al siguiente periodo regulatorio (2026-2031) para abordar las inversiones necesarias relativas al incremento de la demanda eléctrica.
Además, la tasa de retribución, siendo "un elemento importante", según subrayan fuentes del sector, no es el único, ya que será necesario abordar otros frentes, como el límite a la inversión existente, del 0,065% del PIB anual para el transporte, excluyendo las inversiones en interconexiones, así como el máximo del 0,13% del PIB para la distribución, excluyendo en este caso las inversiones relativas a la digitalización.
Cada variación del 1% adicional en la tasa de retribución financiera representa un impacto de unos 335 millones de euros, de los cuales 265 millones corresponden a la distribución. Así, elevar en esos seis años en dos puntos la tasa de retribución financiera para estas actividades supondría elevar la remuneración a la actividad en todo el periodo en, al menos, más de 4.000 millones, que iría con cargo a los peajes.
El sector eléctrico estima que, si se considera el diferencial medio implícito en la tasa de retribución financiera, basada en el WACC (Weighted Average Cost of Capital o Coste Medio Ponderado de Capital), actuales de los reguladores europeos se obtendría una retribución en el entorno del 8% para España. No obstante, consideran que una tasa de remuneración en un escenario base del 7,5% ya sería un nivel aceptable para mantener los volúmenes de inversión.
Actualmente, los negocios de transporte (Red Eléctrica) y distribución de electricidad (Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP, además de 300 pequeñas compañías) fijan esa tasa de rentabilidad en el 5,58% para el periodo regulatorio vigente desde 2021 a 2025 y en el 6% para 2020. Por ello, se está abordando la actualización de esa tasa para el siguiente periodo, que se iniciará en 2026, y cuya propuesta comunicará previsiblemente la Comisión Nacional de los Mercados y Competencia (CNMC) antes de final de año.
El sector eléctrico cifra un ritmo inversor de unos 3.000 millones anuales en redes en la próxima década -con un total de unos 30.000 millones-. Actualmente esa cifra se sitúa en unos 1.800 millones anuales, por lo que se debería incrementar ese ritmo en unos 1.200 millones al año.
Bajada del recibo
Con unas estimaciones conservadoras de un aumento de la capacidad de 50 gigavatios (GW) a 2035, con un incremento de la demanda de unos 200 teravatios hora (TWh), calculan que a ese horizonte de dentro de diez años el coste adicional para la tarifa sería de unos 1.300 millones anuales, frente a los 2.300 millones al año de ingresos para la tarifa, lo que tendría un efecto neto positivo para los clientes de 1.000 millones anuales.
Por ello, valoran que este incremento en la retribución, con el aumento de las inversiones y de la demanda eléctrica permitiría bajar incluso el recibo de la luz, con una tarifa media final para el consumidor un 2% más baja, de acuerdo a estas estimaciones.
Los costes totales del sistema para el consumidor ascienden a algo más de 42.100 millones de euros, de los que unos 27.900 millones de euros corresponden a la generación, así como otros 6.655 millones de euros en redes (transporte y distribución), unos 4.464 millones en cargos y tributos y casi 3.100 millones de euros en impuestos.
Mientras, la base de activos de redes asciende ahora mismo a 33.500 millones (26.500 millones de distribución y 7.000 millones de transporte).
Coto a la especulación
Por otra parte, el sector también pide al Gobierno hacer frente a la especulación que ya empieza a existir en los puntos de acceso y conexión a las redes, mediante la adopción de medidas similares a las que tomaron con la generación para poner coto a la 'burbuja'.
A este respecto, el sector eléctrico recibió peticiones de acceso a la red el año pasado por más de 30 GW, cifra que duplicó los poco más de 15 GW de 2022 y que sextuplicó prácticamente los más de 5,3 GW de 2021. Asimismo, estiman que 2024 cerrará con una cifra también superior a los 30 GW.
De esta manera, valoran que existe un crecimiento "muy rápido", aunque también reconocen que son números que hay que "tomar con cautela".
Por ello, a pesar de los esfuerzos del Gobierno por acotar esta posible especulación en la conexión y acceso a la red, creen que son "muy limitados" y piden, al igual que sucedió con la generación, la petición de avales para las conexiones de tensión más alta y el establecimiento de hitos, con el fin de filtrar las solicitudes.
Además, destacan que es "imprescindible" adaptar cuanto antes el proceso de planificación de las redes a la lógica y a las necesidades de la demanda y de la generación distribuida. Para ello, abogan por que el punto de partida del proceso debe ser una consulta pública que permita identificar necesidades futuras sobre las redes de distribución o prestar especial atención a necesidades conocidas y previsibles, como los puntos de recarga de alta potencia, electrificación de los puertos, desaladoras, zonas de desarrollo de renovables, o áreas industriales con potencial de electrificación, entre otras.
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