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Mikel Lejarza
Toulouse
Santander/Europa puede quedarse atrás en la competitividad de sus empresas. Ésa es la preocupación que este martes expresó el presidente del Instituto de Empresa Familiar, Ignacio Rivera, en su intervención durante la clausura del 27º Congreso Nacional de este tipo de compañías.
Rivera alertó de que en España y en Europa se corre el riesgo de “pasarse de rosca” con la regulación que pone exigencias que no existen en otros continentes y que afecta directamente a la capacidad de competir de las empresas que están radicadas en los países de la UE.
“Hay otros países y otros continentes que no tienen la regulación que se nos exige a nosotros”, explicó a los periodistas Rivera tras la clausura del cónclave, que ha reunido en Santander a 700 representantes de más de 600 empresas familiares españolas.
Rivera considera que “las exigencias fiscales o medioambientales” no pueden llegar a que supongan frenar la inversión y la competitividad de las empresas. “Es nuestro mensaje”, dijo.
“Tenemos que empezar a no pasarnos de rosca, porque si no lo vamos a pagar”, dijo.
“Las empresas europeas deben converger en competitividad, porque ésta es una cuestión que no debe verse desde una perspectiva española”, dijo, en consonancia con los mensajes que también dejó en la clausura del congreso el ex primer ministro italiano Enrico Letta.
Letta advirtió de que no integrar en el plano europeo los sectores financiero, energético y de telecomunicaciones "hará felices a Wall Street, China y los BRIC (Brasil, Rusia, India y China)", pero dejará a la Unión Europea "rezagada y sufriendo".
"Vosotros sois los protagonistas de la recuperación y de la competitividad que tenemos que alcanzar, pero sois plenamente conscientes de que la situación actual necesita grandes cambios y decisiones, en primer lugar a nivel europeo", dijo en su intervención en el 27º Congreso Nacional de la Empresa Familiar.
Letta recordó que Europa ya ha hecho con éxito la integración más difícil, que fue la implantación de la moneda única, pero que es necesaria una integración mayor que permita a las empresas sortear "la carrera de obstáculos" que supone invertir y hacer negocios en Europa.
En su informe sobre el futuro del mercado único europeo, Letta propone la creación de un hipotético Estado número 28, que permita a los 27 miembros de la UE contar con unas reglas comunes que eliminen barreras administrativas y legales.
"No es una idea muy original. Es la idea de tener un Delaware europeo, si se me permite decirlo, pero de manera virtual, no de manera física", ha resumido.
A su juicio, el "ejemplo definitivo" está en los 140.000 millones de euros que la UE ha dedicado a ayudar a Ucrania, la mitad destinado a equipamiento militar.
La consecuencia, ha explicado, es que el 80 % de lo que se gastó se dedicó a comprar armamento a Estados Unidos, Turquía y Corea del Sur, con lo que se ha ayudado "al mayor período de creación de empleos en Michigan, Wisconsin o Anatolia".
"Debido a nuestra fragmentación, somos muy generosos. Los demás no son tan generosos con nosotros", ha añadido Letta, que ha considerado que es el momento de ser "un poco menos ingenuos".
Rivera también incidió en ese mensaje importante de lograr “la unidad frente a la fragmentación”.
El presidente del Instituto de Empresa Familiar también se quejó, tanto en su discurso como ante los periodistas, que hay en España “una presión fiscal alta”, que tampoco ayuda a la competitividad.
“Los empresarios no nos quejamos de pagar impuestos, nos quejamos de las trabas a la competitividad”, dijo Rivera antes de explicar que si “las regulaciones de energía verde o la presión fiscal te condicionan para competir, pues habrá que mirarlo, porque competimos con otros países europeos y con otros países y continentes que no tienen esas regulaciones y normativas”.
“Lo que no podemos tener es la mayor presión fiscal” de Europa, “la mayor complejidad en normativas en cuanto a envases o mil cosas, y España encima a veces quiere ir por delante de Europa, que ya de por sí se adelanta a otros continentes”.
También el CEO de Santander España, Ignacio Juliá, incidió en un mensaje parecido en su intervención en el plenario del 27º Congreso Nacional de la Empresa Familiar. “Cuando miramos a la economía española, llevamos cuatro años consecutivos creciendo por encima de la media europea, pero aquí tenemos que preguntarnos si estamos tomando las medidas adecuadas para que ese crecimiento sea sostenible”, afirmó Juliá antes de añadir: “Necesitamos también un marco regulatorio que piense más en crecer, en un terreno de juego equilibrado, que no haya lastres para las empresas para que inviertan, innoven y creen empleo de calidad”.
Específicamente, el CEO de Santander España se refirió también a la fiscalidad y a la simplificación burocrática como algunos de esos lastres, aunque no hizo ninguna mención al impuesto especial con el que el Gobierno ha gravado al sector bancario.
“Las empresas familiares sois el motor que mueve nuestra economía y el principal empleador en el sector privado”, les dijo el rey Felipe VI ayer a los asistentes al 27º Congreso de la Empresa Familiar antes de clausurar el cónclave. Y añadió: “Esta realidad refleja vuestra importancia no solo para el crecimiento económico de nuestro país, también lo es para las personas”. El Monarcar destacó el “papel clave” que juegan las compañías ·en la estabilidad y bienestar, de empleados o clientes, sí, pero también de la sociedad en general. “Habéis interiorizado bien lo que realmente significa mirar siempre hacia adelante, transmitiendo así un mensaje de confianza que, en esta edición, proyectáis precisamente con el lema Somos Futuro”. A las más de 600 empresas familiares que estaban representadas les alabó sucompromiso con el futuro de la economía, de la sociedad “y, en definitiva, de España”. Para el Rey, una de las preguntas recurrentes en foros como éste es si es posible crecer e internacionalizarse sin renunciar a los orígenes. Y él mismo respondió:“Vosotros sois la prueba de que sí: es posible”. A pesar de los desafíos y costes adicionales que conlleva todo proceso de expansión, existen compensaciones significativas que hacen que la ecuación “origen y competitividad” sea viable. “Y así lo entendéis”, dijo. “Porque no contempláis estos conceptos como opuestos, sino como fuerzas complementarias. “Porque el origen no limita la competitividad, sino que la potencia”, agregó. “La implicación con vuestro territorio, combinada con una visión a largo plazo, convierte a los municipios que cuentan con empresas familiares en enclaves o polos con claras oportunidades de progreso y crecimiento”, enfatizó el jefe del Estado, que añadió que en esta doble dimensión: la espacial –apoyo al territorio– y temporal –visión de largo de plazo–, las empresas familiares son “origen y futuro”; un futuro que, como sabéis, debe contemplar un potente y claro esfuerzo neto hacia la innovación y hacia el aprovechamiento de las tecnologías.
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