Navantia y la Armada avanzan en la definición de los dos buques hidrográficos encargados a San Fernando
La estimación de la empresa es que durante cuatro años creará en torno a 700 puestos de trabajo, entre empleo directo, indirecto e inducido
Cádiz/La Armada y Navantia avanzan en la definición de la nueva generación de Buques Hidrográficos Costeros (BHC), que sustituirán a los actuales de la clase Antares. Hace un año el Ministerio de Defensa y la compañía naval firmaron la orden de ejecución para la construcción de dos buques para la Armada española, un encargo cuya entrada en talleres se espera en los astilleros de San Fernando donde actualmente solo se construye un patrullero de altura para Marruecos.
Según la información de la empresa, ambos hidrográficos se construirán en el astillero isleño, con la previsión de que la obra sostendrá 700 puestos de trabajo, incluyendo empleos directos, indirectos e inducidos. Por el momento, se trabaja en el diseño preliminar.
Responsables de la Armada y de la empresa han celebrado una reunión en el Navantia Training Centre (NTC) de San Fernando en la que se ha constatado el progreso del programa. En el encuentro participaron el director de Negocio de Corbetas y Buques de Acción Marítima, Alberto Cervantes, junto al jefe de este programa, Juan Carlos Carrascal; mientras que por parte de la Armada estaba presente el jefe de Programas Navales, el capitán de navío Pedro Sánchez, y el jefe de Programa de la Flotilla Hidrográfica, el capitán de navío Ángel Arrazola. También asistieron representantes del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM) y otros departamentos de la Armada. El objetivo de este encargo es renovar la Flotilla Hidrográfica desde la transición verde, ya que los nuevos buques podrán operar con biocombustibles.
Estas reuniones tienen como objetivo llegar a la fase de revisión de diseño preliminar, cuya aprobación se prevé para los primeros meses del próximo año. Los BHC tienen como misión principal la publicación, difusión y mantenimiento de la cartografía náutica oficial del Estado, en aguas y costas españolas, un cometido del Instituto Hidrográfico de la Marina (IHM), responsable de operar estos buques y garantizar el cumplimiento de dichas misiones.
Los barcos tendrán 47 metros de eslora y un desplazamiento de alrededor de 900 toneladas. Con una dotación reducida de 30 personas, por su alto grado de automatización, tendrán una autonomía de 3.000 millas para mantenerse operando en aguas poco profundas durante 15 días. Los BHC serán capaces de realizar levantamientos hidrográficos que permitan la elaboración de la cartografía, apoyo a la Flota con información geográfica, medioambiental y meteorológica y protección del patrimonio arqueológico subacuático. Para ello, estarán dotados de equipos hidrográficos como ecosondas, sonar de barrido lateral o sistemas de posicionamiento que contribuirán al estudio de la columna de agua y del lecho marino.
Además, contarán con medios autónomos como un ROV (Remotely Operated Vehicle), un USV (Unmanned Surface Vehicle) y un bote hidrográfico, que trabajarán de forma autónoma para compilar y registrar datos y que tienen la capacidad de realizar trabajos hidrográficos y oceánicos.
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