Málaga supera los 264.000 pensionistas con un gasto de 327 millones al mes, 100 más que hace tres años

La costa occidental sostiene la proporción entre los cotizantes y número de prestaciones estatales

Marbella y Benahavís sacan músculo frente a la situación en los municipios del interior

La creación de empleo se frena este agosto a pesar de que baja el paro

Personas mayores sentadas en un banco en Málaga. / Javier Albiñana

El número de pensionistas en la provincia de Málaga ha alcanzado otro récord este agosto. Según el Ministerio de Inclusión Social, en la provincia conviven 264.811 beneficiarios de estas prestaciones estatales, cifra jamás alcanzada. Y son los municipios del litoral occidental los que sostienen tal envergadura: un desembolso estatal de 327 millones mensuales, 100 más que hace tres años. En todos estos municipios que componen la costa oeste, hay más de dos cotizantes por cada pensión que desembolsa el estado en esa localidad concreta.

Según los expertos, ese es el umbral mínimo para garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones y gracias a ellos la media provincial se sitúa en los 2,55 cotizantes por cada pensión. Marbella y Benahavís lo cumplen sin dificultades con una ratio de 4,1 y 9,7, respectivamente, las mayores de Málaga. Nada que ver con los municipios del interior o la costa oriental, donde sólo se encuentran las excepciones de Coín (2,15), Antequera (2,55), Nerja (2,59) y Frigiliana (2,16).

Resulta destacable el caso de Coín, que se ha unido al selecto club este año al sobrepasar el umbral recomendable tras los últimos datos de creación de empleo. La industria coína y la agricultura antequerana apuntalan el sistema de pensiones en estas dos localidades que protagonizan las excepciones en el interior. No sucede lo mismo en localizaciones de importancia poblacional como Rincón de la Victoria (1,45) o Vélez-Málaga (1,87).

Crece el número de pensionistas

La ratio en Málaga capital, por su parte, es de 2,95 trabajadores por cada pensión, una proporción que ha crecido un 16% en los últimos tres años. Con todo, y según las cifras del Ministerio de Trabajo y el de Inclusión Social, en torno al 85% de las localidades no supera la proporción recomendada. Razón por la que cobra importancia la costa occidental y el resto de localizaciones que sí la alcanzan. Sobre todo porque, a pesar de que la afiliación a la Seguridad Social en Málaga alcance su segunda mejor cifra histórica –733.728 trabajadores– el número de pensionistas en Málaga no deja de crecer.

En lo que va de año, ya son 3.000 personas más las que reciben esta prestación del estado y si se observa el dato de hace una década, la suma asciende a 38.000 personas más en esta situación. Por ello, que sólo 15 municipios superen los dos cotizantes por cada pensión en Málaga (un pensionista puede tener más de una) evidencia un desequilibrio significativo en la mayoría de las localidades malagueñas. Sin embargo, la tendencia en muchos ha cambiado en los últimos años.

Coín alcanza el equilibrio y el 62% crece

De hecho, el 62% de los municipios de Málaga ha aumentado su ratio de trabajadores por pensiones totales a pesar de seguir en una proporción menor a la recomendada. Igualmente, destaca el mismo patrón: los municipios más al sur de la provincia protagonizan los mayores aumentos con puntos en el interior de la provincia en claro detrimento. Son los casos de varias localidades del Genal, la zona Guadalhorce, la Axarquía o zonas de la Sierra Norte.

Los municipios que componen esas geografías protagonizan los mayores descensos de la proporción entre cotizantes y pensiones en Málaga. En detalle, las localidades en las que más ha caído la ratio entre el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social y el volumen de pensiones son Serrato (-35%) y Salares (-33%). El propio Serrato y su vecino Igualeja son los que menos ratio de trabajadores por pensiones tienen de Málaga.

No es de extrañar, las tres anteriores son algunas de las localidades con menos población de Málaga –inferior a medio millar en ambos casos– y con la edad media poblacional más alta. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en torno a un tercio de la población en ambas localizaciones tiene más de 65 años. En este sentido, precisamente el envejecimiento de la población es uno de los factores que explica la situación de desequilibrio en la mayoría de las localizaciones provinciales.

El 66% de los pensionistas son jubilados

Junto a él, el descenso de la natalidad y la movilidad poblacional hacia áreas urbanas completan el argumento. En consecuencia, los municipios rurales y más pequeños suelen tener menos oportunidades laborales, una dinámica que provoca inevitablemente que haya menos trabajadores. Hecho que hace que los jóvenes emigren, envejezca la población y, por consiguiente, la proporción de personas mayores que reciben una pensión sigue aumentando.

De hecho, el 66% de los pensionistas en la provincia son jubilados. La cifra de este agosto asciende a las 175.387 personas, 2.000 más desde que comenzó el año y 40.000 más que hace una década. El resto de los 264.167 beneficiarios de estas prestaciones en Málaga corresponden a incapacidad permanente (11%), viudedad (17%) y orfandad (6%). En total, la inversión pública asciende a 327,5 millones de euros, casi 100 millones superior al de hace tres años.

Un gasto público que no tiene síntomas de retraerse. Al menos, en lo que se refiere a prestaciones de jubilación. Según la previsión del INE, Málaga será la sexta provincia que más envejecerá de España en los próximos 15 años. La previsión es que Málaga alcance un índice de envejecimiento del 216% frente al 128% actual. Esto quiere decir que por cada 100 personas menores de 15 años, habrá 216 personas mayores de 65 años.

Mano de obra extranjera

El descenso de la natalidad en Málaga de los últimos años –sólo frenada por un tímido crecimiento del 0,6% durante los primeros seis meses de este año– se antoja como otro de los problemas para salvar la ratio entre cotizantes y pensionistas. Mientras el primero crece, el segundo lo hace a velocidad mayor por la propia estructura de población en fase regresiva (más mayores que jóvenes).

Un mayor número de nacimientos asegura, a largo plazo, una base de trabajadores que sostenga el sistema. Sin embargo, sus efectos, si es que se llegan a producir de base, son lentos. Tanto que hay que tener en cuenta que los nacidos hoy no contribuirán como afiliados a la Seguridad Social hasta pasados unos 20 años. Una espera que no se produce en el caso de la mano de obra inmigrante, cuya aportación es más inmediata.

En este sentido, los extranjeros representan tres de cada diez nuevos empleos en Málaga en lo que va de año. Más del 15% del total de los afiliados a la seguridad social en la provincia son extranjeros, una proporción nunca alcanzada en el solar malagueño. Pero es más: Málaga no habría conseguido esos seis meses consecutivos de récord de empleo sin los empleados procedentes de otros países.

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