Trump, en el punto de mira por posible manipulación del mercado con sus vaivenes arancelarios
El presidente de EEUU se enfrenta a crecientes acusaciones de posible uso de información privilegiada tras una serie de publicaciones en redes sociales que coincidieron con un brusco viraje en su política arancelaria.
Trump vuelve a subir los aranceles a China, ahora por el fentanilo

Donald Trump se enfrenta a crecientes acusaciones de manipulación del mercado bursátil y posible uso de información privilegiada tras una serie de publicaciones en su red social Truth Social que coincidieron con un brusco viraje en su política arancelaria.
La secuencia de los hechos ha levantado sospechas entre legisladores estadounidenses, expertos en ética y observadores del mercado, que reclaman una investigación a fondo sobre las intenciones y consecuencias de sus mensajes.
Todo comenzó el miércoles por la mañana, cuando el presidente publicó un mensaje aparentemente optimista sobre la situación bursátil: “¡ESTE ES UN GRAN MOMENTO PARA COMPRAR!!! DJT”, escribió a las 09:37, firmando con sus iniciales.
Menos de cuatro horas después, Trump sorprendía con un anuncio inesperado: una pausa de 90 días en la imposición de nuevos aranceles a la mayoría de los países, con la notable excepción de China.
Esta decisión desató una ola de euforia en los mercados, con subidas históricas en los principales índices bursátiles. El S&P 500 cerró con un alza del 9,5%, el Nasdaq se disparó un 12,16% y el Dow Jones registró su mayor subida diaria desde 2008, un 7,87%.
Una jugada premeditada
El gesto fue interpretado por muchos como una jugada premeditada. “Le encanta esto, este control sobre los mercados, pero debería tener cuidado”, advirtió Richard Painter, ex abogado de ética de la Casa Blanca bajo la presidencia de George W. Bush. “Las personas que compraron cuando vieron esa publicación ganaron mucho dinero”, afirmó.
Uno de los aspectos más controvertidos de la publicación fue la firma con las siglas “DJT”, que además de representar sus iniciales, coinciden con el símbolo bursátil de Trump Media & Technology Group, la empresa matriz de Truth Social.
Las acciones de esta compañía, controlada por su hijo Donald Trump Jr. y de la que el presidente posee un 53%, subieron un 22,67% ese mismo día, a pesar de que la empresa reportó pérdidas de 400 millones de dólares el año pasado.
Duras críticas de los demócratas
La coincidencia temporal entre la publicación y la posterior decisión arancelaria ha suscitado duras críticas desde las filas demócratas.
El senador Adam Schiff publicó en la red BlueSky: “¿Alguien compró o vendió acciones y se benefició a expensas del público?”. Y añadió en X: “Se está gestando un escándalo de uso de información privilegiada”.
Su compañera de partido, Alexandria Ocasio-Cortez, exigió que todos los miembros del Congreso revelen qué acciones compraron en las últimas 24 horas. “Estamos a punto de enterarnos de algunas cosas. Es hora de prohibir el uso de información privilegiada en el Congreso”, declaró.
Según la legislación estadounidense, tanto el uso de información privilegiada como la manipulación del mercado son prácticas ilegales.
La manipulación se produce cuando alguien afecta artificialmente la oferta o la demanda de un valor, provocando alteraciones en su precio. Por su parte, el uso de información privilegiada implica operar en los mercados con datos relevantes no públicos. Tal y como explicó un experto citado en el caso, “con sus decisiones, Trump altera los precios de las acciones y puede sacar rédito de ello, incurriendo así en una posible manipulación del mercado”.
¿Qué dice la Casa Blanca?
Desde la Casa Blanca, las respuestas han sido evasivas. Cuando se le preguntó al presidente en qué momento tomó la decisión sobre los aranceles, respondió con ambigüedad: “He pensado en ello en los últimos días… Diría que esta mañana”.
Posteriormente, un portavoz evitó responder directamente, limitándose a justificar la publicación como parte de su función presidencial. “Es responsabilidad del presidente de Estados Unidos tranquilizar a los mercados y a los ciudadanos sobre su seguridad económica frente al incesante alarmismo mediático”, argumentó Kush Desai, portavoz de la Casa Blanca.
Sin embargo, la polémica no parece diluirse. El congresista demócrata de Nevada Steven Horsford subrayó que el mensaje de Trump instando a comprar se emitió “cuando el mercado se estaba hundiendo”.
Y en palabras de Kathleen Clark, profesora de Derecho y experta en ética gubernamental, “está enviando el mensaje de que puede manipular el mercado de manera efectiva y con impunidad… como si dijera: ‘Estén atentos para futuros consejos sobre acciones”.
Una reunión nada casual con Charles Schwab
A este contexto se suma una reunión entre Trump y Charles Schwab, fundador de la firma de inversión del mismo nombre, celebrada el mismo día en el Despacho Oval.
La escena fue difundida en redes por una asesora de comunicación. “Hoy ganó 2.500 millones”, comentó Trump en referencia a las ganancias bursátiles de Schwab, reforzando la percepción de que sus palabras tienen un impacto directo y significativo en los mercados.
Por ahora, varios legisladores han solicitado una investigación formal. Aunque la ley (este tipo de acciones están regulados en EEUU por la Ley Antimonopolio Sherman) establece penas que pueden incluir multas o incluso cárcel por estas prácticas, los expertos advierten que este tipo de delitos son especialmente difíciles de probar.
Lo que está claro es que, una vez más, la delgada línea entre política y negocios se vuelve difusa bajo la presidencia de Trump, despertando preguntas incómodas sobre los límites del poder y la ética en la gestión económica desde la Casa Blanca.
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