Churriana: un ‘pueblo’ en la ciudad con mejoras pendientes
Su inclusión en la proyectada Ciudad Aeroportuaria y el acceso norte a la terminal aérea son claves para su despegue
Málaga/Churriana es un pueblo dentro de la ciudad de Málaga: vida apacible, casas matas, playa cerca, aeropuerto internacional al lado y el centro apenas a 10 kilómetros. Ha experimentado mejoras, pero sus vecinos se sienten algo olvidados respecto a otros barrios malagueños y lamentan que pese a estar tan cerca del aeropuerto no se beneficien de su movimiento económico. “Málaga gana dinero con el aeropuerto y debería invertir más en esta barriada”, argumenta Ángeles Díaz, que también reivindica más limpieza, Urgencias 24 horas y que se acabe el centro de mayores.
Francisco Contreras, el presidente de la Asociación de Vecinos Las Pedrizas-Pizarrillo-La Noria y Ánimas, sostiene que el aeropuerto “siempre nos ha dado la espalda”. Por eso reclama que el desarrollo de la Ciudad Aeroportuaria no olvide esta barriada de más de 20.000 habitantes. Para ello demanda que lo que el PGOU marca como parque industrial en la zona de Pizarro se incluya dentro de ese proyecto aeroportuario y que se haga de una vez el acceso norte a la terminal aérea. “Que Churriana despegue depende de eso”, afirma.
Un comerciante que prefiere mantener el anonimato incluso cree que si Churriana fuera municipio independiente de Málaga se beneficiaría de los impuestos que pagan el aeropuerto y el campo de golf cercano. “Sin embargo, así como estamos, no vemos los beneficios”, sostiene.
Otra de las reivindicaciones más repetidas es que la barriada tenga Urgencias las 24 horas. El edificio está acabado, anexo al centro de salud. Y sin uso, cerrado a cal y canto. Por las noches y los festivos, los vecinos tienen que ir a Alhaurín de la Torre, a Puerta Blanco o al Clínico. “La barriada necesita un punto de Urgencias porque hay muchos habitantes aquí que no tienen coche...”, reflexiona Daniel Torres.
El transporte público ha mejorado. Ahora llegan más líneas de autobuses. Pero los vecinos echan en falta un servicio circular dentro de la barriada y un nocturno los festivos para ir y venir a Málaga, a la que pertenecen. “Y sería necesario un autobús sin transbordos que conecte con la zona del Clínico”, apunta Magdalena García, mientras espera su café en la plaza que hay junto a la iglesia. La demanda tiene su razón: los desempleados de la barriada dependen del Servicio Andaluz de Empleo de Teatinos y para sellar tienen que perder toda la mañana. En materia de transporte, Contreras añade la reivindicación de que la tarifa de los taxis sea la misma que para el resto de la ciudad, ya que forman parte de ella.
En la barriada coexisten viviendas de autoconstrucción del pueblo que fue con casas modernas de la ciudad dormitorio en la que se ha convertido. A 20 minutos en coche desde el centro de Málaga y sin el ajetreo de la capital, Churriana es un buen sitio para vivir. Por eso no para de crecer. Desde cerca del mercado municipal pueden verse los camiones que ya han comenzado los movimientos de tierra para la construcción de unas mil viviendas. El presidente de la asociación vecinal demanda a las administraciones que no esperen a que las casas estén construidas para empezar a hacer un colegio.
Rodeada de campo, a Churriana no le falta sitio para salir a caminar. Pero sí necesita un polideportivo. El solar ya está elegido. Pero no es más que eso, un terreno en el que todavía no se ha puesto ni un ladrillo. Carriles bicis que conecten la barriada con Málaga, Torremolinos y la playa son otras de las reivindicaciones de cara a su desarrollo deportivo y de ocio.
El distrito es muy amplio. Churriana es mucho más que el pueblo. Abarca San Julián, Guadalmar, Cortijo de Mazas, Arraijanal, Campamento Benítez, Plaza Mayor y numerosos polígonos industriales como el del aeropuerto y el del Guadalhorce, entre otros. Así que en la lista de demandas vecinales se incluye el desarrollo del parque de Arraijanal y que al Campamento Benítez le hagan algo más profundo que “el lavado de cara” que le han hecho.
Raquel Villa trabaja en la floristería próxima al mercado. Es churrianera. Mientras prepara flores pide mejoras en las alcantarillas, en las carreteras y en la adaptación para minusválidos. Confiesa cierta envidia respecto al municipio vecino: “Alhaurín de la Torre está ahí al lado. Está más cuidado y esto está más descuidado. Yo quiero que mi pueblo esté bonito”.
Un informe de la Fundación Ciedes que traza estrategias de cara a 2020 sobre los distritos de la capital refleja que las demandas de los vecinos no van descaminadas. “El impulso empresarial e industrial futuro del distrito requiere que se termine de realizar la conexión norte del aeropuerto con la segunda ronda de Málaga, Alhaurín de la Torre y los polígonos industriales”, recoge el documento que también plantea entre sus propuestas de actuación la “implantación de la Ciudad Aeroportuaria” una vez finalizado el acceso norte a la terminal aérea. Ciedes también advierte de la necesidad de un polideportivo, carriles bici, una línea circular de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT) “entre los núcleos dispersos del distrito” y del punto de urgencias, “cerrado a la espera de ponerlo en funcionamiento”.
En el listado de cosas a conseguir para la barriada, Contreras también apunta la mejora de la calle Decano Olmo y Ayala, que es la salida hacia del municipio de Coín. Desde allí se ve el aeropuerto, con su constante trasiego de aviones.
Tras enumerar los déficits, Magdalena García, que lleva más de 30 años viviendo aquí, resume como nadie sus ventajas: “¿Lo mejor de Churriana? Su tranquilidad, la naturaleza y su gente. Para criar los niños esto es más seguro que la ciudad”. Lo dice sin tener en cuenta que está en la ciudad, la de Málaga. Ha pedido su café y lo espera en una mesa, rodeada de jacarandás. El tiempo parece más lento. Y sí, uno se olvida de que está en la ciudad. Dan ganas de quedarse un poquito más a disfrutar de esta apacible vida de pueblo.
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