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Málaga/En Málaga la batalla por la Diputación –y por conseguir cuantas alcaldías sean posibles– se vive pueblo a pueblo, barrio a barrio, pero con la mirada puesta en las grandes conurbaciones de costa e interior, que viven momentos políticos desiguales: de la inestabilidad y la caja de sorpresas de Torremolinos o Marbella, a los alcaldes más que asentados en Estepona, Ronda, Antequera o Vélez-Málaga.
Los grandes partidos buscan arañar votos a izquierda y derecha para hacer sus posiciones más fuertes. Cada alcaldía mantenida es un tanto, pero las arrebatadas al contrario, esas saben mejor. La partida en este juego de mesa que puede parecer el reparto de la Diputación de Málaga divide a la provincia en cinco partidos judiciales, cada uno con un peso específico.
El más grande de ellos, el de la capital, reparte 16 escaños. Y en él hay aún tela que cortar. Aquí, el centro de gravedad, sin duda, es Málaga, donde Ferraz está poniendo todo su empeño en desbancar a Francisco de la Torre de la alcaldía, después de 23 años continuado, y situar en el enclave a su candidato: Dani Pérez. Para ello, el desembarco de ministros y personalidades es importante.
Los dos municipios que rodean a Málaga por el litoral, Torremolinos y Rincón de la Victoria, viven situaciones contrarias. Mientras que Rincón parece una plaza muy apacible para que el candidato popular a la reelección y presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, vuelva a presidir el Salón de Plenos; en Torremolinos salen de una moción de censura bastante reciente en la que el PP consiguió colocar a Margarita del Cid como alcaldesa. El regreso de Fernández Montes, mítico alcalde popular del municipio, por un partido independiente, deja el río más revuelto aún.
Más calmada está la cosa en el interior. Con los Alhaurines a la cabeza, hay una zona fuerte en la que no se espera ningún sobresalto para el PP, donde Villanova y Ledesma no deberían tener ningún problema a la hora de reeditar su plaza. También cuenta con sus plazas fuertes el PSOE, con Cártama y Gallardo bien afianzados entre sus vecinos. Más movida está la cosa en Casabermeja, municipio al que habrá que estar atentos después de que IU y PP arrebatasen la Alcaldía al PSOE con una moción de censura sobre la bocina electoral, a escasos meses de los comicios.
También es importante el partido judicial de Marbella, que otorga nueve diputados. En él cambia mucho la película electoral según se vea desde la apisonadora del resto de partidos que capitanea García Urbano en Estepona –fue el alcalde más votado de España con el 69% de los votos en los últimos comicios– a la incómoda situación que deja el gobierno de Ángeles Muñoz en Marbella por la causa judicial que se abrió contra su marido, ya fallecido, que salpicó también de lleno a su hijastro, procesado por la narcotráfico.
Si la única duda que se sembró en Estepona fue la que puso el alcalde de Málaga cuando le señaló como posible número dos –por segundos comicios consecutivos–; en Marbella, la alcaldesa está siendo investigada por no cumplir con una orden de demolición en una construcción en Artola.
Siguiendo la Costa no parece que en Fuengirola pueda haber sorpresa, después de años gobernando el PP y todo hace indicar que Mula reeditara su cargo como alcaldesa. En Mijas, Josele González estaba sustentado por un Ciudadanos que parece abocado a la desaparición en el mapa electoral, por lo que puede dejar alguna puerta abierta al cambio, que no se espera en el municipio socialista vecino de Benalmádena. También parece afianzado en el interior de la provincia el puesto del popular José Antonio Mena en Benahavís.
El siguiente partido judicial que más diputados concede, con ter, en la provincia es el de la Axarquía. Allí, dos de sus núcleos de población más importantes, Nerja y Torrox, están gobernados por los populares y no parece que vayan a perder las mayorías que ahora sustentan a Armijo y Medina. En el caso de Vélez-Málaga, centro neurálgico de la comarca, todo apunta a que la estabilidad del regidor socialista, Antonio Moreno, no se tambaleará tras el 28 de mayo.
Antequera, por su parte, reparte dos diputados provinciales. En el municipio que da nombre al partido, gobierna Manolo Barón después de arrebatar una de las alcaldías que parecían inamovibles para los socialistas y no parece que este sea el año en el que los populares se la devuelvan. Si bien, cabe destacar el llamado "cinturón rojo de Teba" en el que se reparten una serie de pequeños municipios en los que el apoyo a la izquierda es mayoritario.
Por último, el partido judicial más despoblado y que sólo otorga un diputado es el de Ronda. En la cabeza de comarca, el PP vivió turbulencias en medio del mandato cuando, cesó del Gobierno a los concejales de APR, su apoyo, teniendo que pactar con Ciudadanos para mantener la mayoría. En estos comicios buscarán ampliar el número de votantes, para no depender de otras formaciones.
En estos momentos, el Partido Popular cuenta con 15 representantes en el ente supramunicipal. El PSOE tiene 12 representantes, Unidas Podemos cuenta con dos y en el grupo de no adscritos, procedentes de Ciudadanos ambos, hay dos diputados. El PP luchará así por ampliar la mayoría que le permita gobernar en solitario. El PSOE, luchar por retomar una Diputación que durante años gobernó con puño de hierro y sin dudas. La batalla está servida.
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