El Guadalmedina electoral
Proyectos de los candidatos a la Alcaldía de Málaga para el río
De la Torre insiste en crear puentes-plaza en el cauce para conectar las márgenes
PSOE y Cs coinciden en rescatar el proyecto de Seguí, ganador del concurso de ideas
Málaga Ahora y Adelante defienden su uso natural; Vox lo quiere embovedado
Málaga/No hay elección municipal que se precie en Málaga capital sin el Guadalmedina como protagonista. En ocasiones, como ocurriera por el año 1999, cuando por vez primera la entonces alcaldesa Celia Villalobos ya empezó a imaginar el modo de aprovechar hasta el extremo el cauce urbano del río, con protagonismo indiscutible; otras, como cuando la crisis económica invitaba a pocos amagos de ficción, con un papel secundario.
Veinte años después de aquella cita, los programas de las formaciones con opciones reales de lograr representación en la Casona del Parque el próximo 26 de mayo dedican parte de su contenido a pensar el modo de curar la que para muchos es una cicatriz en toda regla y la que, por más que pasen los años, Málaga sigue viéndose incapaz de darle solución.
Sea como fuere, el transcurrir del tiempo y la necesidad de racionalizar el gasto público, ha moderado de manera sensible la ambición con la que los candidatos miran al río. Hasta el propio regidor y candidato a la reelección por el PP, Francisco de la Torre, rebaja varios grados lo que en su día concibió como un espacio casi enteramente embovedado, ganando la superficie para parques y zonas de esparcimiento, entre otros usos, mientras que el agua (o el vacío) seguía por debajo.
De la Torre necesitó de numerosos reparos y de la exigencia de que el cauce siempre debe tener capacidad para evacuar hasta 600 metros cúbicos por segundo para domesticar el modelo anhelado, del que hizo bandera durante varias de las campañas en las que fue cabeza de cartel. Ahora, en la línea de lo que es objeto de trabajo desde hace varios años en el seno de la Gerencia de Urbanismo, defiende una intervención que permita, al menos, conectar las márgenes del encauzamiento en varios puntos de la traza, de manera que se generen varios puentes-plaza. Uno de ellos, de unos 500 metros de longitud entre los pasos de la Aurora y Armiñán.
De manera resumida, la apuesta del mandatario en su programa pasa por culminar el plan especial con el que ordenar el río creando "un auténtico eje urbano, con la creación de plazas-puente, corredor verde-ecológico, y conector de barrios, de equipamientos y de servicios". Elementos a los que se suma la ejecución de una vía verde ciclista y senderista que transitaría por las bermas internas del Guadalmedina.
El documento de referencia fue objeto de contratación en agosto de 2017, sin que esté aún culminado.
La iniciativa que es objeto de análisis de la Fundación Ciedes desde hace años incorpora una intervención global sobre las márgenes del río, llegando a plantear el soterramiento del tráfico rodado en los dos lados. Obra que requeriría, según los estudios del ente, unos 88 millones de euros.
En el programa del PSOE, con Daniel Pérez a la cabeza, se apuesta por "cambiar urgentemente la inacción" con la que se ha afrontado el asunto. De un lado, habla de recuperar el caudal de agua limpia "en la parte baja", y por dibujar un espacio "natural e integrador, con jardines y espacios libres" en el resto. De manera precisa, habla de una iniciativa "en sintonía con el proyecto que ganó el concurso del río, abandonado en un cajón en la Gerencia de Urbanismo".
El proyecto al que alude es el diseñado por el arquitecto José Seguí, que en julio de 2012 ganó el concurso convocado para transformar el río. El plan de acción elevaba a unos 146 millones de euros el coste global de la obra, que incluiría un museo de las ciencias, zonas de restauración, un embarcadero y un parque de energías renovables. En lo relativo a la cuestión hidráulica, clave en el futuro del río, su equipo huía de desvíos en la parte alta, defendiendo el uso de la presa del Limonero como embalse regulador de las aguas entrantes. El arquitecto quita los muros laterales, buscando "un acceso fácil para los ciudadanos, logrando que las riberas sean parte de los espacios públicos".
El candidato socialista no es el único que apoya el modelo Seguí. El candidato de Ciudadanos, Juan Cassá, también cree que es una fórmula adecuada. "Defendemos la integración del río y eso no pasa por embovedar ni por ir a un modelo de plazas-puente que lo que buscan es ocultar el río", comenta el cabeza de cartel, quien considera que además de primar los paisajísticos deben tenerse en cuenta los aspectos económicos. "El Plan Guadalmedina original era una barbaridad inasumible que se disparaba por encima de los 500 millones de euros; creemos en el modelo de José Seguí". Insistió.
Adelante Málaga y Málaga Ahora parecen coincidir en la idea de recuperar el carácter natural del río y aprovecharlo como corredor verde. Un modelo en las antípodas de lo que propone Vox, que rescata el plan de Villalobos para embovedar el río en su desembocadura, aprovechando el cauce para llevar el Metro. Y habla de destinar otra parte del río para facilitar entre 1.000 y 2.000 plazas de aparcamiento.
Pero el futuro del Guadalmedina, por su envergadura, requerirá del apoyo de otros actores institucionales. Y en este escenario, la posición de la Junta de Andalucía será clave a la hora de marcar la dimensión de la intervención sobre el río. Queda por ver si el mandato próximo es, definitivamente, el del río Guadalmedina.
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