Los últimos siete de Ciudadanos en Málaga
La formación naranja se desploma en las municipales al pasar de 49 a 7 ediles y sólo puede ser decisiva para gobernar en Mijas
El PP gana 58.000 votos en la provincia de Málaga y Vox unos 23.000
Los pactos condicionarán el futuro de 19 municipios de Málaga
Málaga/Un batacazo en toda regla. Es lo que ha sufrido Ciudadanos en las urnas en las pasadas elecciones municipales en la provincia de Málaga: pierde más de 37.000 respecto a los anteriores comicios de 2019, cae de 49 a siete concejales, desaparece del Ayuntamiento de Málaga en el que tuvo la llave de la gobernabilidad del presente mandato y para el próximo sólo puede ser decisivo en el Consistorio mijeño.
La formación estaba digiriendo aún los resultados del pasado domingo cuando la dirección nacional anunció este martes que no se presentará a las elecciones generales que ha convocado de forma adelantada el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para el próximo 23 de julio.
A nivel provincial –igual que en el resto de España–, el panorama para Cs es desolador. En 2019 obtuvo 49.249 sufragios y, con 49 ediles, fue decisivo en muchos ayuntamientos. Pero en esta cita con las urnas apenas consiguió 12.215 papeletas. Es decir, que sufrió una sangría de 37.034 votos. Esa es la cifra de sufragios perdidos por la formación naranja en la provincia.
Pasó de tener 7,25% de los representantes municipales entonces al 1,77% ahora. Este porcentaje sigue la misma tendencia que a nivel nacional, en el que Ciudadanos también se despeña y apenas alcanza el 1,35%.
Un ejemplo del retroceso de la formación es su desaparición del Ayuntamiento de Málaga. De haber tenido la llave de la gobernabilidad pasa a la inexistencia. La concejal de Cultura en el Consistorio, Noelia Losada, era la candidata a la Alcaldía, y queda fuera de la Casona del Parque.
Los siete ediles que mantienen las siglas de Ciudadanos se reparten entre tres en Cártama (Francisco Santos, Rosa María Lima y Marcelino Marcos), uno en Colmenar (Beatriz Báez), otro en Cómpeta (Manuel Vega) y dos en Mijas (José Carlos Martín y María Dolores Olmedo). Y de estos ayuntamientos, sólo pueden ser decisivos en esta última localidad.
Allí, el PSOE ha obtenido 10 representantes, PP 9, Vox 3, Ciudadanos 2 y Por mi Pueblo (PMP) 1. Dado que la mayoría absoluta se sitúa en 13, sus votos pueden contar a la hora de formar gobierno. (Se da la paradoja de que el candidato a la Alcaldía de PMP y ex alcalde de Mijas por Cs, Juan Carlos Maldonado, también puede tener la llave del gobierno municipal a la hora de sumar respaldos para PP o PSOE).
En los otros tres ayuntamientos en los que la formación naranja ha alcanzado representación, sus votos no son decisivos. En Cártama suma tres ediles, pero allí el Partido Socialista logró el pasado domingo mayoría absoluta. Otro tanto ocurre en Colmenar, donde también el PSOE puede gobernar en solitario, y en Cómpeta, donde Por mi Pueblo logró 6 de los 11 representantes y por lo tanto tampoco necesita otros apoyos para dirigir el gobierno local.
El domingo pasado, tras conocerse el escrutinio, comparecieron la candidata a la Alcaldía malagueña, Noelia Losada, y el presidente andaluz, Andrés Reche. Losada dijo: “Hemos dado un paso atrás para coger impulso”. Afirmó que la frase no debía olvidarse porque desde el mismo lunes seguirían trabajando “para que este proyecto y este centro moderado continúe siendo alternativa en Málaga y en el resto de los municipios”. En esa comparecencia también estaba prevista la presencia del diputado y viceportavoz nacional de la formación naranja, Guillermo Díaz. Pero finalmente, no estuvo en la rueda de prensa.
Este martes, tras un intenso debate, el Comité Nacional acordó no presentarse a las elecciones generales después de que el partido haya sido borrado de los doce parlamentos autonómicos que celebraron comicios el domingo y de la casi totalidad de los municipios. Según fuentes de la formación citadas por la agencia Efe, este giro que dan en su estrategia se adoptó por una amplísima mayoría, aunque hay dirigentes que no están de acuerdo. El objetivo, dicen es el “rearme orgánico e intelectual” para prepararse para el próximo ciclo electoral.
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