Fundación Mapfre analiza las inquietudes de los mayores en su I Barómetro del consumidor senior en Andalucía
Ha estudiado los hábitos de consumo de los 2.828.397 mayores de 55 años de esta Comunidad. Fundación Mapfre colabora con el mundo rural con el Foro de Málaga
Fundación Mapfre analiza las inquietudes de los mayores en su I Barómetro del consumidor senior en Andalucía, que ha presentado el Centro de Investigación Ageingnomics de la institución.
Este análisis refleja que casi seis de cada diez sénior en Andalucía (59%) se muestra intranquilo respecto a su situación económica, nueve puntos más que la media nacional (50%), y el 51% considera que esta será similar a la de ahora. También son el colectivo que más ayuda económicamente a algún miembro de su familia o a personas cercanas (58%), especialmente a sus hijos (47%), una tendencia que la mayoría (80%) cree que se mantendrá o que incluso crecerá en los próximos años. El porcentaje de mayores andaluces que ayuda a su entorno es cinco puntos superior a la media nacional (52,5%).
El I Barómetro del Consumidor Sénior en Andalucía ha analizado los hábitos de consumo de los 2.828.397 mayores de 55 años de esta Comunidad, el 32,9% de la población total. El estudio también confirma algunas tendencias, entre ellas, que se trata de una generación que sigue teniendo la intención de vivir muchos años en su hogar, que es pesimista con el futuro económico del país, que apenas obtiene ingresos para su retiro más allá de las pensiones públicas, y que cada día es más digital. En el acto, celebrado en Sevilla, han participado Juan Fernández Palacios e Iñaki Ortega, director y consejero asesor, respectivamente, del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación Mapfre, y Javier Olías, representante de Fundación MAPFRE en Andalucía y director general territorial de Mapfre.
Ingresos, ahorro y cesta de la compra
El informe refleja otros datos interesantes, como que la mitad de los mayores en esta región cuenta con única fuente de ingresos en el hogar, un dato ligeramente superior al resto de españoles en esta franja de edad (44%), y que también disponen de menor capacidad de ahorro con respecto a otras regiones (38% frente al 48% del resto de España). El motivo principal de los que sí lo hacen es estar preparados ante posibles imprevistos económicos que puedan suceder, ante una situación de dependencia o enfermedad y por tranquilidad. Destaca, además, el hecho de que algo más de una cuarta parte de los sénior en Andalucía (25,8%) pagan algún préstamo y/o hipoteca, lo que supone casi dos puntos más que en el resto de España (23,9 %).
Con respecto a los precios, la mayoría (95,5%) reconoce que ha notado “mucho o bastante” la subida de la cesta de la compra, principalmente como resultado de la inflación. Actualmente, las dos partidas principales de gasto de este colectivo van destinadas a la alimentación y bebidas no alcohólicas (85%), así como a la vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (82%). Los ámbitos en los que a los mayores les resultaría imposible gastar menos sin reducir su calidad de vida son su vivienda y gastos derivados (66%), la alimentación (57%) y los costes sanitarios (57%). Por el contrario, casi 7 de cada 10 (67%) cree que sí podría reducir gastos vinculados al consumo de bebidas alcohólicas y al tabaco.
Vida laboral, jubilación y plan de pensiones
Actualmente, 2 de cada 10 (19%) mayores estaría dispuesto a alargar su vida laboral más allá de la edad de jubilación y el 31% a trabajar 4 días a la semana, aunque ello supusiera una rebaja proporcional de su salario. Ante la posibilidad de reinventarse laboralmente o formarse en nuevas materias, el 65% destaca que no se plantearía emprender (65%) o comenzar a estudiar (59%), independientemente de las ventajas asociadas.
Sólo emprendería un nuevo negocio el 17%, aunque ello supusiera un cambio en su estilo de vida actual, y únicamente el 18% empezaría a estudiar de nuevo. Con respecto a la posibilidad de compatibilizar trabajo y pensión, 2 de cada 3 sénior no lo consideran viable, y ante la existencia de un plan de pensiones, únicamente el 22% reconoce tenerlo contratado. Por el contrario, el 95% de los sénior de Andalucía posee un seguro, siendo los más comunes los del hogar, decesos y vehículos.
RRSS, su principal actividad online
El colectivo de andaluces mayores de 55 años presenta un comportamiento digital muy similar al del conjunto de España: un 86,8% ha accedido a internet en los últimos 3 meses, frente al 86,9% del resto de población española en esta franja de edad. Las actividades digitales que realizan con mayor frecuencia son consultar el banco ―un 31% lo hace varias veces a la semana―y ver o publicar contenido en redes sociales (26%). En cuanto al comercio electrónico, un 51,2 % de la población sénior de Andalucía ha realizado compras por internet recientemente, lo que representa cinco puntos por debajo de la media nacional, situada en 56,2%.
La población sénior en Andalucía se preocupa mucho de cuidar su alimentación (73%), factor clave para mantener una buena salud. Más de la mitad suele hacer ejercicio físico habitualmente (53%), asiste a revisiones médicas periódicamente (52%) y respeta sus horas de sueño (48%). Por el contrario, es menos frecuente que asistan asiduamente a su centro de salud (30%), una o más veces al mes, y que accedan a información sobre salud (23%) o dediquen tiempo a la meditación (20%).
El precio, principal barrera para viajar
El 72% de los sénior andaluces ha viajado por vacaciones en el último año, un dato similar a la media nacional (73%), y 3 de cada 4 (74%) tiene previsto hacerlo a lo largo del año. De estos, la mayoría (82%) elige España como destino principal para disfrutar de unos días de descanso: el 41% lo hace por Andalucía; otro 41% por algún otro punto de España; y únicamente el 26% tiene planeado viajar al extranjero como turista.
Los hoteles son el tipo de alojamiento favorito de este grupo de edad (56%), y la principal barrera que encuentran a la hora de irse de vacaciones son los precios del viaje (59%), especialmente aquellos que tienen entre 55 y 65 años.
También destacan otros factores como la dificultad para conciliar el viaje con sus obligaciones familiares (14%), no tener un acompañante para hacerlo (8%) o la falta de motivación para viajar (5%). En cuanto a la variación de precios, cerca de 8 de cada 10 (79%) reconoce haber notado “mucho o bastante” el aumento del coste de hoteles, restaurantes y otros emplazamientos vacacionales.
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