Tras los pasos de Washington Irving

La ruta entre Sevilla y Granada a través de Málaga rememora la ruta del escritor · Recomendación: usen la bicicleta

Tras los pasos de Washington Irving
Tras los pasos de Washington Irving
Nacho Sánchez

20 de marzo 2009 - 01:00

La ruta de Washington Irving se trata, como su propio nombre indica, de seguir los pasos del escritor y diplomático norteamericano en su viaje por tierras andaluzas. Un paseo de una espectacular belleza natural y paisajística, que va desde el parque natural de Sierra Nevada a la vega antequerana o la laguna de Fuente de Piedra. En total, 256 kilómetros entre Sevilla y Granada, pasando por Málaga, que permite conocer la gran variedad andaluza.

Pero los aventureros que a pié o en bici quieran realizar esta cómoda -aunque larga- ruta, no son los primeros en hacerlos. Tampoco el autor de Cuentos de la Alhambra, ya que el camino se creó en el siglo XIII y fue una gran vía comercial y de intercambio entre los reinos cristianos y nazarí.

El itinerario está previsto para que la salida se realice por la capital hispalense y acabe en la granadina. Desde su inicio, discurre en su mayoría por caminos de tierra, que en las primeras etapas del camino permiten detenerse en ciudades históricas como Osuna, Estepa o Écija donde comer y dormir para reponer fuerzas. Tras la Roda de Andalucía es el turno de los mares de olivos que rodean las localidades del norte de la provincia de Málaga: Fuente de Piedra con sus flamencos, Humilladero y Mollina sirven de precedente hasta arribar a Antequera, donde hacer un alto de camino antes de seguir hacia la Peña de los Enamorados, de la que el propio Washington Irving quedó prendado y sobre la que dejó escrita la leyenda de los enamorados Tazgona y Tello.

Salvado este monumento natural la Plaza Ochavada de Archidona se abre paso hasta las cuestas de Loja y la zona más escarpada de la ruta: Huétor Tajar, Alhama de Granada, Montefrío o Íllora sirven para desgastar las fuerzas del viajero que ve cómo, a lo lejos, la Alhambra reina sobre la capital granadina, a la que se accede a través de Santa Fe y que se convierte en la meta del viajero, que puede degustar alguna de las múltiples y tradicionales tapas de la histórica ciudad.

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