"En la diversidad se encuentra la belleza"
Paula Andrea Benítez. Cirujana especializada en otorrinolaringología y estética
El estudio Belleza y confinamiento señala que un 72% de los españoles no se sienten satisfechos con su cuerpo. Ante esta conclusión, la doctora Paula Andrea Benítez, médica cirujana especialista en otorrinolaringología y estética, recalca que debemos avanzar hacia una sociedad más inclusiva en la que todas las formas de belleza sean válidas. Benítez, licenciada por la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina), ejerce actualmente en la Clínica Robega de Madrid y cuenta con más de 10 años de experiencia trabajando en mejorar la estética y belleza de cientos de clientes.
-¿Cómo ha cambiado el confinamiento la percepción de nuestro cuerpo?
-Durante el confinamiento algunas personas quisieron dedicar el tiempo a realizar más ejercicio y mejorar su alimentación; muchos cambiaron su trabajo de la oficina a sus casas con el teletrabajo y descubrieron en su rostro marcas o señales del tiempo que antes no percibían, consecuencia de la observación durante horas frente a una pantalla de ordenador; las personas se mostraron en las redes sociales más reales con vidas habituales, se animaron a jugar con filtros y eso llevó a descubrir nuevas inquietudes. La percepción de nosotros mismos animó a cambios internos y muchos de ellos se exteriorizaron en nuestra imagen.
-¿La pandemia ha elevado el número de consultas? ¿Son diferentes antes y ahora?
-El número de consultas en medicina estética aumentaron después de la pandemia: las personas desearon verse bien consigo mismas. El cuidado estético y corporal ha sido un mimo tras tiempos difíciles.
-¿Cuál es la principal preocupación estética de los españoles?
-La forma de comunicación gestual tras una mascarilla ha sido nuestra mirada. Por eso, la principal preocupación de las personas fue mejorarla, quitar el cansancio, la tristeza, el enfado que muchas veces el paso del tiempo expresa en nuestra piel sin que la persona realmente sienta esa emoción. Por ejemplo, hay personas que genéticamente o por el paso del tiempo tienen predisposición a tener ojeras, lo que da un aspecto de cansancio. La medicina estética acerca la posibilidad de mejorar esas zonas del rostro. También un entrecejo de enfado o las arrugas del tercio superior facial.
-¿Qué debe plantearse una persona antes de someterse a una intervención estética?
-El sentirse bien y querer cuidarse es positivo, mejorar aquellas imperfecciones o acompañar los cambios del paso del tiempo en nuestro rostro y cuerpo son posibles gracias a la medicina estética. Cuando uno se plantea realizar un cambio estético no debe temer deformar sus facciones o que los cambios sean drásticos: en manos de un buen profesional, el cambio tratará de sacar la mejor versión de uno mismo, que nos vean mejor pero que no se note que te has realizado un tratamiento estético.
-¿Qué perfil tienen los pacientes? ¿Son cada vez más jóvenes?
-Es verdad que los pacientes que concurren a la consulta son cada vez más jóvenes. La percepción del cuidado personal está en auge en estos tiempos y mucho tienen que ver las modas. Sin embargo, la medicina estética no puede dejarse influenciar ya que debemos ofrecer al paciente tratamientos personalizados logrando resultados naturales y elegantes. Por ejemplo, aunque los labios grandes esten de moda, este tratamiento no puede otorgar a todos los pacientes armonía a su rostro. Los pacientes jóvenes naturalizan más los tratamientos estéticos, comparten más sus experiencias sin ser este tema un tabú. El cuidado a temprana edad facilita la prevención del paso del tiempo.
-¿A qué aspectos debemos prestar atención antes de decidirnos por un profesional?
-Sobre todo, ver qué cualificación tiene el profesional que nos va a realizar un tratamiento estético, la trayectoria del médico y la formación continuada del mismo. Es imperativo averiguar estos datos. La mediatización en redes sociales no siempre va de la mano de un buen currículum profesional.
-¿Hay casos en los que los profesionales rechazan intervenciones?
-En mi consulta tuve algunos pacientes que no necesitaban un tratamiento médico estético por lo que, en ese caso, se trata de abordar el por qué de un cambio que no es necesario y qué llevó a ese paciente a querer realizarlo. Antes que nada, somos médicos y debemos tratar de que los pacientes tengan una visión completa de los pros y contras cuando un tratamiento no es el adecuado. Tener esa visión completa hace que el paciente, en la mayoría de los casos, se replantee esa decisión y no se someta a una intervención estética innecesaria.
-Asegura que "el canon de belleza actual es que no hay canon". ¿No es un poco incompatible esta idea con la medicina estética?
-Esta idea me parece fabulosa, en la diversidad se encuentra la belleza, rostros y cuerpos en serie quedaron atrás. La satisfacción del paciente consigo mismo es el principal objetivo como médico estético. Podemos ayudar a las personas con aquellos aspectos de su físico que hacen que no se sientan cómodos pero eso no significa que cambiemos su esencia o que hagamos transformaciones drásticas e irreversibles.
-¿Es la autoestima mejor tratamiento de belleza que un bisturí?
-La autoestima es el mejor tratamiento para el alma porque tener una personalidad segura nos ayuda a enfrentar todo lo que nos depara la vida de una manera más fuerte y con convicción pero, ¿qué sucede si nuestra autoestima se encuentra perjudicada por algún aspecto físico que nos detiene y no nos hace sentir bien? Si podemos mejorarlo gracias a la medicina estética, creo que no debemos tener miedo, el cambio es positivo.
-¿Bienestar mental y físico van de la mano?
-Nuestro cuerpo y mente es un templo al que cuidar y debemos procurar ser consecuentes, desde realizar una buena alimentación y ejercicio hasta hacer esas cosas que nos producen bienestar. Si tuviésemos sólo un pantalón para el resto de nuestra vida, ¿cómo lo cuidarías? En el equilibrio se encuentra la clave para un balance de nuestra persona.
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