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Emilio Medina: "En rehabilitación he tenido a policías, médicos y hasta alcaldes"

Lleva más de treinta años rehabilitando a adictos al alcohol y a otras sustancias y dirige la asociación AR, que da tratamiento gratuito a cientos de personas

Emilio Medina Pablos. / D. S.
Fernando Pérez Ávila

21 de noviembre 2024 - 04:59

Pregunta.¿Cuál es la principal lucha ahora mismo de una asociación como AR, que trabaja para ayudar a los adictos?

Respuesta.Tenemos bastantes actividades, sobre todo muchas charlas en institutos, coincidiendo con el día mundial sin alcohol. Muchos jóvenes están en proceso de consumo y quieren saber cuándo son adictos o no, qué es lo que es un alcohólico o qué terapias ponemos en marcha. Entre las chicas vemos mucho interés por la violencia de género en el ámbito de la mujer que consume. Tenemos también mesas informativas en mercadillos. Y también celebramos el décimocuarto congreso de AR San José, que este año lleva por lema El poder de valorar.

P.¿Se sigue apreciando una disminución de la edad con la que los jóvenes se inician en el alcohol?

R.Es así. Siempre nos llaman para los colegios e institutos, pues los chavales consumen las drogas, tanto legales como las ilegales.

P.Comentaba el interés por la violencia de género, ¿hay mucha relación entre este problema y el alcoholismo y otras adicciones?

R.Muchísima, diría que las adicciones están presentes en el 80% de los casos o más. Nos llegan mujeres muy venidas abajo, con la autoestima por los suelos. Tenemos que sensibilizar a la población con este asunto. Si una mujer ya de por sí está en desigualdad frente a un hombre, imagine a una chica que está consumiendo. El agresor la insulta, le pega, la prostituye... Las víctimas se piensan que no valen para nada y se vienen abajo. El agresor suele ser adicto y arrastra a la mujer. Las consideran de su propiedad. No las dejan salir, les dicen que no valen un duro. Vienen hundidas, sometidas, las miras y se enroscan. Les digo siempre que levanten la cara.

P.¿Las víctimas también suelen tener problemas de adicción?

R.En muchas ocasiones sí. El agresor la somete con drogas y la prostituye. Son adictas, y como saben que lo son, dependen de ellos, que son sus propios camellos. Les tienen quitadas la vida y muchas terminan muertas. El agresor suele ir casi siempre bajo la influencia del alcohol u otras sustancias.

P.¿Qué se puede hacer contra esto?

R.Mi lucha ahora con la administración es poder conseguirles una atención completa para que se puedan rehabilitar. Las compañeras están muy desprotegidas de cara a la administración. Reivindicamos un tratamiento integral, que tiene que ir desde el primer contacto con la Policía hasta los pisos tutelados, por supuesto siempre protegiéndolas de sus agresores. Son personas muy vulnerables que no tienen recursos económicos para poder salir de esa situación. Por ahí va nuestro trabajo, que es tratar de encontrarles un lugar para que estén protegidas y se puedan rehabilitar.

P.¿Tiene la administración recursos suficientes?

R.Qué va. La administración tiene recursos pero suelen mandarlas a las entidades privadas. Yo siempre pido que no se manden tanto a los privados, pues lo público funciona. Un privado puede costar 1.500 euros, mientras que una asociación como la nuestra no cobra nada. No puede ser que sólo los ricos tengan derecho a rehabilitarse. Por eso tengo el local abierto todos los días.

P.Siendo rico se sale con más facilidad...

R.Una persona con ingresos económicos elevados tiene muchas más posibilidades de salir. No tengo ningún inconveniente en que, si alguien tiene dinero, vaya a un médico privado. Pero si no lo tiene, para eso está la salud pública y debe funcionar.

P.Aún así, su asociación recibe gente derivada de entidades privadas.

R.Así es, sí. Por aquí pasan cien personas todas las semanas, como mínimo. Y además son gente diferente, con un perfil muy amplio. He tenido policías, médicos, abogados y hasta alcaldes. El más pringao soy yo, que el alcohol me dejó sin estómago.

P.¿Cuál es el principal problema a día de hoy de la red pública de asistencia?

R.La principal pelea está en centros de tratamiento ambulatorios (CTA). Tardan tres y cuatro meses en atender a los chicos. Nos dicen que no hay personal. Están cerrando centros y los que están abiertos están cada vez más saturados. Nos encontramos con que no se cubren las vacaciones del personal ni las bajas. La lista de espera va en aumento y se pierde un tiempo precioso. En ese periodo la gente no tiene dónde ir y acaba aparcando coches, tirado en la calle y vuelta a consumir. Y muchas veces del CTA los mandan al médico para que los receta, y otra vez lista de espera.

P.¿Qué le diría a la consejera de Salud si la tuviera delante?

R.Que los CTA no son rentables, pues concurren con la Seguridad Social y hay una duplicidad de funciones. Te ven en un centro de tratamiento pero luego te mandan al médico para que te recete medicamentos. Ahí se pierden meses preciosos, en los que vuelven a beber y a drogarse. También eso hace que tengamos menos dinero asignado para las asociaciones.

P.¿Detecta alguna tendencia nueva en las adicciones?

R.Desde hace tiempo estamos tratando también la adicción al móvil, que provoca miopía, agresividad y otros problemas. Hablamos de gente con 18 y 20 años. Yo mismo veo el origen, pues a la rehabilitación acuden matrimonios con niños y lo primero que hacen es darles el móvil para que los pequeños no molesten. Y cuando se lo quitan, se ponen agresivos.

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