Patricia León: "La inclusión en España no es por convicción, sino por cuota"

Se graduó en 2022 en Psicología en la Universidad Loyola

Acaba de conseguir una beca Fulbright para desarrollar en Nueva York un proyecto de diversidad en las empresas

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Patricia León.
Patricia León. / Redacción Sevilla
Diego J. Geniz

06 de julio 2024 - 06:50

Patricia León se graduó en Psicología por la Universidad Loyola en 2022. En un intercambio en Wisconsin descubrió la importancia de la igualdad, la diversidad y la inclusión en el trabajo para mejorar la organización empresarial y sus resultados.

Estos conocimientos han resultado fundamentales para lograr una beca Fulbright gracias al proyecto social presentado y que desarrollará en la Universidad de Nueva York. Su intención es que un futuro se puedan aplicar las políticas inclusivas laborales de EEUU en España.

Con ella hablamos en este final de curso y cuando a punto están de comenzar las vacaciones de verano.  

-Siempre sintió gusto por la Psicología...

-Me gustó desde pequeña. A ello contribuyó el entorno familiar, donde tengo varios referentes. Luego, con los años, me decanté por la Psicología enfocada a las empresas, una rama que no abunda demasiado en España. Mi estancia en Estados Unidos contribuyó a ello.

-Cuénteme en qué consisten las becas Fulbright...

-Se trata de un programa de intercambio educativo y cultural entre Estados Unidos y otros países. En el caso de España, sirve para que los estudiantes desarrollen un proyecto social de envergadura. Los conocimientos que adquirimos allí, luegon retornan aquí.

-Supongo que esa experiencia le abre una nueva ventana dentro del mundo de la Psicología...

-Gracias a esta beca estudio un máster en Human Capital Management en la Universidad de Nueva York. Allí me he especializado en la gestión de personas, diversidad e inclusión. Se trata de unos conocimientos muy necesarios en un mundo laboral cada vez más globalizado.

-A estas becas concurre la excelencia académica. Es difícil competir, supongo...

-En el grupo de máster hemos sido 15 estudiantes. Cada uno de una rama distinta del saber. Están muy demandadas. Sin ir más lejos, el año pasado se recibieron unas 600 solicitudes. Hay que pasar por un proceso bastante complejo hasta conseguirlas. Con entrevistas individuales, sin papel por delante. El nivel de exigencia de estas becas es difícil de ver en otras.

"El nivel de exigencia de estas becas es difícil de encontrar en otras"

-Me imagino que también le sirvió el intercambio realizado en años universitarios...

-Por supuesto. Mi interés por por la Psicología aplicada al mundo empresarial surgió durante mi estancia académica en Marquette University, en Mikwaukee, Wisconsin. Entonces estaba estudiando en la Loyola. En aquel intercambio descubrí, a través de diversas asignaturas, cómo la inclusión, cuando no se trata de algo impuesto, se convierte en un factor determinante para que una empresa resulte más productiva. A partir de entonces reorienté mi carrera profesional. Mi objetivo fue la gestión de la diversidad en el lugar de trabajo. Y de ahí el proyecto que presenté para estas becas.

-Por lo que tengo entendido, ese proyecto implica a muchos agentes...

-Está pensado para que lo desarrollen los departamentos de Recursos Humanos de las empresas, pero también para que se lleve a cabo a través de talleres donde los directivos se consciencien de que la diversidad y la inclusión en las plantillas contribuye a lograr mejores resultados.

-Seamos sinceros, para que eso cale en la sociedad queda mucho trabajo por desarrollar...

-Se necesita mucha formación sobre diversidad en el ámbito laboral. Aquí en España, por ejemplo, a diferencia de lo que se aplica desde hace años en empresas de Estados Unidos, la inclusion de ciertos colectivos en las plantillas de trabajadores se hace por imposición, por cuotas, pero no por convicción. Y es esto último lo que debemos lograr. Los propios directivos deben darse cuenta de que, a mayor diversidad e inclusión entre sus empleados, mayor eficiencia y mejores resultados.

-¿Las políticas desarrolladas al respecto son suficientes?

-Los gobiernos deben poner en marcha programas que promuevan la diversidad y la inclusión reales, más allá del cumplimiento de unas cifras. Además, hay que implantar medidas efectivas que eviten el acoso y la discriminación laboral. Por ahora, lo único que se ha hecho es desde la perspectiva de la igualdad de género. Pero falta aún mucho por ahondar. Ahí está la diversidad racial o de capacidades, que las tenemos muy abandonadas. La inclusión, cuando es verdadera, impulsada por los centros de producción y no se limita a cumplir con una cuota, logra el pleno desarrollo del trabajador y su máximo rendimiento.

"Los directivos deben darse cuenta de que, a mayor diversidad, mejores resultados"

-Por sus palabras, entiendo que estas becas no sólo premian las notas altas...

-Las calificaciones son importantes, pero no lo único que se tiene en cuenta para lograr una Fulbright. Sus promotores buscan un compromiso fuerte de los estudiantes con los proyectos que presentan y que éstos tengan un impacto real y transformador en la sociedad. Se premia también el intercambio cultural. En mi caso, por ejemplo, intento trasladar de EEUU a España la manera de mejorar la producción empresarial a través de la diversidad e inclusión.

-Su paso por la Loyola también contribuyó a esta manera de entender la formación...

-Ha sido clave. Al margen de los conocimientos académicos, la universidad jesuita me ayudó a abrir la mente. Sus responsables me implicaron en esta beca. Desde que empecé a estudiar allí me inculcaron el principio de que cualquier enseñanza que adquiera, he de revertirla en el bien de la sociedad. Este proyecto es un ejemplo claro.

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