Manuel Bellido: "La poesía no se escribe cuando uno quiere, sino cuando la poesía te lo permite"
Manuel Bellido | Escritor y periodista
El autor jerezano Manuel Bellido acaba de recopilar parte de su poesía en Una fogata en Urano (editorial Platero)
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El periodista y escritor Manuel Bellido (Jerez, 1954) reúne casi medio siglo de poesía en Una fogata en Urano -Platero editorial-, un poemario en el que predomina el poema reflexivo, el machadiano manantial sereno y la belleza de una imagen que nos conmueve. Esta fogata, que es símbolo de la “vida poética” de Bellido, procura dar calor, es decir, aliviarnos una rutina marcada por las tensiones, la crispación, el odio visceral. El poeta escribe para hacernos la cosa más llevadera. Para que tomemos un poco de aire y no nos ahoguemos entre los agudos ruidos de la actualidad -y sus insoportables ritmos-.
Pregunta.-En Una fogata en Urano hay casi cincuenta años de «vida poética». ¿En este libro se da por concluida la obra poética de Manuel Bellido?
Respuesta.-No lo sé. La verdad es que no lo sé. En realidad, este libro surge de un trabajo que he hecho a partir de mi jubilación, en el año 2021. A partir de ahí cogí todos los diarios que he ido escribiendo durante años -mi padre, desde que tengo catorce años, me sugería escribir un diario-. Entre esos diarios, entre esas páginas, de vez en cuando, sacaba una poesía. Tomé unas cuantas de estas poesías, se las llevé a la editorial Platero y les convenció.
P.-En esa selección confiesa usted un criterio: el de la emoción.
R.-Sí. Es una vida poética, pero no tiene un criterio cronológico. Es un poemario atemporal. Siempre recuerdo lo que me provoca la sinfonía Cuadros de una exposición, de Músorgski, quien compone esta pieza parándose delante de un cuadro u otro y deteniéndose en lo que le suscita este u otro cuadro. A mí me pasa algo similar: son las emociones las que me han dictado de qué escribir.
P.-Lo personal es fundamental en su poesía.
R.-Pero creo que siempre es así. El sujeto poético es siempre la primera persona. Mi poesía es experiencia, retratos, fotografías de momentos que he vivido y que he escrito. Pero no porque yo quisiera escribirlos. La poesía no se escribe cuando uno quiere, sino cuando la poesía te lo permite. Mi poesía surge de los sentimientos, del estudio de los clásicos, de la mitología. La poesía son sentimientos disfrazados de palabras.
P.-En este poemario establece usted una analogía entre la poesía y la luz, esa fogata en Urano. ¿Por qué la poesía para alumbrar?
R.-En la primera poesía, y en la última, se habla de esa fogata en Urano. En mi caso, siendo yo un periodista que está al pie de la noticia –a nivel global, a nivel internacional-, que estoy viendo con mucho dolor estos momentos tan duros, tan crispados, escribir poesía es acercar a un lector algo de calor, algo de luz. Es esta una misión tan difícil como la de encender una fogata en Urano, que como sabemos se vive a -233ºC. En nuestro mundo igualmente hace ahora mucho frío. Pero la poesía puede aportar algo de luz y algo de calor, sí.
Nosotros no podemos salvar al mundo, pero sí podemos salvar nuestro mundo"
P.-¿La belleza de un poema nos alivia las adversidades de este mundo?
R.-Estoy convencido de ese pensamiento de Dostoyevski: la belleza salvará al mundo. Nosotros no podemos salvar al mundo, pero sí podemos salvar nuestro mundo. Los poetas o los escritores tenemos una misión, la de salvar la belleza. Una belleza que podrá salvar al mundo.
P.-¿De qué nos salva la poesía?
R.-Nos puede salvar de la fealdad que hay en el mundo. Una fealdad que viene expresada a través de la guerra, a través de los conflictos, a través de las disputas ideológicas y las tensiones políticas. No sé si recuerdas la teoría de Teilhard de Chardin, quien aseguraba que el mundo estaba rodeado de una capa que lo envolvía y cuyo nombre era la noosfera. Tengo la sensación de que esta noosfera está muy contaminada. Pero cada vez que escribimos una poesía, cada vez que pintamos un cuadro, cada vez que tenemos que tenemos una buena conversación, enviamos a esa noosfera algo de aire limpio que puede descontaminar toda esa situación en la que vivimos.
P.-En el libro están muy presentes las ciudades. Berlín, Nueva York, Turín, su Jerez natal. ¿Qué le han aportado estos lugares a su poesía?
R.-Me he llevado cerca de quince años viviendo en el extranjero. No vivía aquí [en Andalucía]. Por cuestiones de trabajo –trabajaba en una multinacional-, viajaba por todos los países del mundo, siempre con temas de comunicación. Esta situación me hacía estar un día en Ámsterdam y otro día en Hong Kong. Pero no es que las ciudades me sugirieran algo, sino las experiencias particulares que pude vivir en estas ciudades.
P.-Habla de Siena como la Ítaca suya.
R.-Bueno. Pero no porque Siena sea una Ítaca, sino que en Siena me di cuenta de que yo también tengo una Ítaca adonde ir. Adonde viajar.
Escribir poesía es acercar a un lector algo de calor, algo de luz. Es esta una misión tan difícil como la de encender una fogata en Urano"
P.-Reflexiones, ideas, pensamiento. ¿Es la poesía un método para el autoconocimiento?
R.-Probablemente. Si de alguna manera la poesía es el sentimiento disfrazado de palabra, probablemente la poesía surja del interior de uno. Es decir, de la vida interior de uno. ¿Tú has leído a Emerson? Él decía siempre que un libro, o un conjunto de libros, es un gabinete mágico. Decía que un libro, cuando está encima de la mesa o en la biblioteca, no es nada. Es una cosa más. Sin embargo, cuando el libro encuentra a su lector, se produce este hecho mágico, donde todos los espíritus hechizados salen y te hablan. Te hablan de lo que el poeta ha sentido, pero también te están hablando de lo que tú, lector, estás sintiendo. Cien personas pueden leer un mismo libro y esas cien personas, cada una, pueden sacar una conclusión diferente sobre ese libro. Borges decía siempre que, cuando encontramos un buen poema, y lo leemos, tenemos la sensación de que nosotros podríamos haber escrito ese poema.
P.-Como asegura en un poema: ¿todo está en el amanecer de una playa?
R.-Por supuesto. Sobre todo, si se trata de estar en un ocaso, frente al océano Atlántico.
P.-¿Qué es la poesía?
R.-Muchos hablan de la poesía como la hermana pobre de la literatura. También se dice que es la hermana pobre de la prosa. Para mí es todo lo contrario. Con la poesía se puede transmitir aquello que no se puede decir en la prosa. La poesía expresa sentimientos que la prosa es incapaz de transmitir.
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