Rosa Rodríguez Cárcela: "Estudiar el mal me ha ayudado a ser una persona más religiosa"
Esta periodista sevillana, especialista en la prensa de sucesos, publica un libro sobre el ángel de la guarda, una figura cuya presencia detecta en los hospitales
Pregunta.Cuénteme cómo surge esto de escribir un libro sobre el ángel de la guarda, en plena era de la novela negra y el bestseller ramplón.
Respuesta.Hoy en día es difícil que se publiquen libros con este tipo de temáticas, sí. A través de Juan Rada, maestro del periodismo de sucesos, conocí al editor Gonzalo Sáez, y él se mostró abierto a ello.
P.Tiene usted ya experiencia escribiendo sobre ángeles y arcángeles, ¿da para tanto este asunto?
R.Siempre me ha interesado este tema. En la parroquia de Santa Cruz de Sevilla hay una imagen de San Miguel Arcángel que es espectacular, una talla del siglo XVIII, que mide un metro cincuenta o así, que siempre me atrajo y me sirvió de inspiración para hacer un estudio sobre los arcángeles. El Ayuntamiento me publicó un libro, que llevó por título Arcángeles de Sevilla. Era una guía de los arcángeles que había en la ciudad. Luego ya por mi cuenta hice otra de la provincia, que la Diputación me dijo que iba a publicar y nunca lo hizo. Así que tuve que autoeditarme y fue una pena, porque no tenía un enfoque especialmente religioso, sino más bien artístico.
P.¿Cómo es el ángel de la guarda?
R.En este mundo actual, en el que hay una total falta de valores y prima la corrupción, el ángel de la guarda es una verdad de fe. De su existencia han dado testimonio numerosos santos, a los que se les ha aparecido. Aunque son espíritus superiores invisibles, pueden adquirir formas corpóreas. Hoy hay mucha soledad, no se cree en casi nada. Hay gente que dice que es agnóstica o atea, pero invoca a su abuela difunda para pedirle ayuda. ¿Cómo pueden creer en el más allá si dicen que no creen en nada? ¿O no es eso también algo sobrenatural?
P.Quizás el ser humano necesite creer en algo, ante la falta de explicación científica y coherente para todo.
R.Claro que sí, la existencia de estos seres superiores también se fundamenta en que el hombre necesita creer en algo. Hasta los prehistóricos creían en algo superior cuando estaban en las cavernas. Los ángeles son una especie de mediadores entre el hombre y Dios.
P.¿Todos tenemos nuestro ángel de la guarda?
R.Todos. Seamos creyentes o no. Es el amigo más fiel que podemos tener. Debemos invocarlo, rezarlo y pedirle porque más tarde o más temprano nos va a ayudar. Es protector de todos los seres humanos, especialmente de los niños y de los limosneros o mendigos. Hay tratados del siglo XVII y XVIII que hablan de los beneficios del ángel de la guarda, que son enormes e impresionantes.
P.¿Conoce a alguien al que se le haya aparecido?
R. Muchas veces se aparece y no nos damos ni cuenta, pues son cosas sutiles. Pero sí, el torero Borja Jiménez asegura que el ángel de la guarda, al que reza antes de cada corrida y del que lleva una medalla de oro siempre, le salvó de la muerte en una gravísima cogida que tuvo en los Sanfermines. Luego también he escuchado a gente que dice que debe tener un ángel de los gordos, porque han hecho perrerías y no le ha pasado nada.
P.Además de saber mucho sobre los ángeles, usted es especialista en investigar el origen del periodismo de sucesos y su desarrollo, ¿cómo es esa dicotomía suya entre el bien y el mal?
R.Como bien sabe usted, tengo una tesis doctoral sobre el periodismo de sucesos. Existe el bien, pero también el mal. Estamos rodeados de espíritus malignos, a lo que siempre se ha llamado el demonio. Por eso hay expertos en exorcismos en la Iglesia. El ángel de la guarda nos protege también de los demonios y del mal, y nos acompañan durante todo el camino de la vida. Es una manifestación de la providencia divina. También se le ha denominado ángel custodio, aunque este término está mas aplicado a las ciudades o a lo colectivo.
P.Hace unos días presentó en Madrid una antología de la prensa de sucesos en España, una preciosa edición de Servando Rocha titulada Rojo Sangre, ¿cómo se pasa de escribir de los ángeles a hablar de los crímenes más viles?
R.Es curioso. Cuando presenté el libro, mis familiares me dijeron que dominaba mucho más este tema que el del ángel de la guarda. Claro, es loógico, porque el ángel es algo más complejo, teológicio, de fe, mientras que lo otro es más terrenal y más humano. Y además llevo tiempo estudiándolo. Me fascina la vertiente más maléfica del hombre, cómo puede llegar a ser capaz de lo peor y de lo mejor. Es capaz de actuar con una maldad terrible y de lo contrario. Comete crímenes espantosos y sin embargo también hace un bien supremo, como es el caso de las comunidades religiosas que hay en toda España, que prestan una ayuda silenciosa. Las personas que hacen el bien lo hacen de manera discreta, como el ángel de la guarda.
P.¿Y cómo definiría el periodismo de sucesos?
R.Es una manifestación del mal, de la delincuencia, los robos y los crímenes. Alguna vez sale una buena noticia, como alguien que ha salvado a un niño, pero en general son malas. Quizás estudiar esto me ha ayudado a convertirme en una persona más religiosa.
P.¿Dónde detecta usted la presencia de los ángeles?
R.En los hospitales, sobre todo. Los ángeles de la guarda están allí con los enfermos. También están muy presentes en las congregaciones religiosas, o en algunas personas que son especialmente bondadosas.Y en el arte se ha popularizado mucho. Es muy conocida la pintura de Murillo de la Catedral de Sevilla. O la propia iglesia del Santo Ángel.
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