El Gobierno vetará las operaciones en efectivo de más de 2.500 euros
Sesión de control al gobierno
El plan antifraude incluye multas del 25% del valor del pago para los empresarios que incumplan la restricción. Rubalcaba tacha de "ocurrencia improvisada" el recorte adicional de 10.000 millones.
El pago en efectivo en las transacciones en las que esté presente un empresario profesional quedará limitado a 2.500 euros a partir de la aprobación, el próximo viernes, del plan de lucha contra el fraude fiscal, ha desvelado este miércoles el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. El incumplimiento de esta norma supondrá multas del 25% de la cuantía del pago. El jefe del Ejecutivo ha ofrecido estos detalles en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, donde ha defendido la necesidad de adoptar medidas excepcionales y una política económica "dura y costosa" aunque no produzca efectos a corto plazo.
Dentro de los planes para aumentar la recaudación, con el plan de lucha contra el fraude fiscal que aprueba el próximo Consejo de Ministros el Gobierno prevé recaudar 8.171 millones de euros, según el cálculo inicial que hizo la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando anunció la medida el pasado 5 de enero. Esta cantidad está un 11,3% por debajo de los 9.209,77 millones de euros alcanzados en 2011, cuando se produjeron ingresos extraordinarios superiores a los mil millones, según el Gobierno.
Rajoy, a preguntas del diputado de IU Cayo Lara, ha especificado dónde se sitúa el límite para el pago en efectivo, y que está en línea con lo previsto cuando se hablaba de que el plan estaría inspirado por los modelos francés e italiano, donde la limitación es a partir de 3.000 y 1.000 euros, respectivamente. En su debate con Lara, Rajoy ha defendido medidas como la amnistía parcial a las rentas no declaradas que afloren antes del 30 de noviembre, que tiene sentido, según dijo, "en la situación actual". Ha insistido en que es una "medida excepcional", que sólo tendrá efectos en 2012 y responde a un momento en que España necesita reducir el déficit público hasta el 3% del PIB en 2013. Asimismo, ha recordado que se han adoptado medidas similares en 1977, 1984 y 1991, y ha recalcado que en aquellas ocasiones sí fueron amnistías fiscales porque las rentas que se regularizaron no pagaron nada, mientras que ahora deberá abonarse entre un 8 y un 10%.
El debate se ha puesto más tenso en el turno de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha afirmado que los Presupuestos Generales del Estado de 2012 "son creíbles y los únicos posibles" tras ocho años de Gobierno socialista que dejó un déficit del 8,5% del PIB. Así respondió a la diputada socialista Soraya Rodríguez sobre si considera que los presupuestos generan confianza. Ante la algarabía reinante en el hemiciclo durante el debate, la vicepresidenta ha ironizado al decir que ese estado de excitación no era bueno para hablar de los presupuestos.
La herencia socialista también ha salido a colación en el intercambio entre la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, y la diputada del principal partido de la oposición Concepción Gutiérrez. Báñez ha garantizado "al cien por cien" las prestaciones por desempleo con los presupuestos de este año a pesar de la "situación de emergencia", ha dicho, en la que dejó el PSOE el país.
Rubalcaba pide recomponer el diálogo
Por otro lado, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha urgido al presidente del Gobierno a recomponer el diálogo con la oposición por el bien de España, pero Mariano Rajoy le ha recordado el pasado y le ha retado a dejar de bloquear la renovación de órganos institucionales como el Tribunal Constitucional (TC) y RTVE. El líder de los socialistas ha aprovechado una pregunta al presidente sobre la negociación de la reforma laboral para afearle que haya roto los consensos en temas fundamentales para el país, como la reforma laboral o la Ley de Estabilidad Presupuestaria, y le ha acusado de tener "ocurrencias improvisadas" en decisiones como recortar 10.000 millones de euros adicionales a los presupuestos educativos y de sanidad.
Por su parte, Rajoy ha afirmado que el diálogo social está abierto y ha recordado al que fuera vicepresidente del Gobierno en la anterior legislatura que también el PSOE aprobó una reforma laboral sin apoyo de los sindicatos y se negó a modificarla una vez alcanzado el trámite parlamentario. Además, ha reprochado a Rubalcaba que pida diálogo y luego no sea capaz de alcanzar consensos, poniendo como ejemplo la renovación de los órganos que dependen de la Cámara baja. "Y me lo sigue retrasando. Deje de predicar y empiece a dar trigo. Estoy dispuesto a hablar con usted cuando lo estime oportuno y conveniente", ha zanjado.
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