Pedro Sánchez salva el partido, Feijóo también
El Gobierno mantendrá el apoyo de sus aliados independentistas, pero ERC pedirá más para dejar gobernar a Salvador Illa
Ferraz considera que el resultado es un aval para la ley de aministía
El PP vuelve a la senda de sus mejores tiempos en Cataluña
Illa tumba al independentismo
El procés ha muerto, la debacle de uno de sus principales impulsores, ERC, ha enviado a la historia a la mayoría independentista en Cataluña después de casi una década de pulso secesionista. Pedro Sánchez consigue un balón de oxígeno con la victoria clara de Salvador Illa, pero también Alberto Núñez Feijóo, porque el PP se recupera en la senda de los mejores resultados en esta comunidad. La batalla por las elecciones europeas del 9 de junio será feroz, pero el presidente del Gobierno, muy cuestionado en el resto del país por la ley de amnistía, salva un nuevo partido. Como explicaba un viejo militante andaluz hace una semana, "el perro está vivo y el perro muerde".
Para los socialistas, el éxito es doble, porque ganan una de las comunidades autónomas más pobladas del país en unos momentos de gran flaqueza territorial y porque Sánchez consigue un aval para la política que ha seguido con respecto a la Cataluña, marcada por los indultos y la ley de amnistía. La legislatura nacional, sin embargo, sigue igual de complicada, ya que ERC ha entrado en crisis, los de Oriol Junqueras tendrán que definir cuál es su nueva estrategia después de que su principal competidor, Carles Puigdemont, le haya conseguido adelantar con nitidez.
Los republicanos están hundidos, a diferencia de lo que ocurrió con sus líderes, que pasaron por prisión, el líder de Junts les gana sin haber pisado un juzgado y con una amnistía en cierne que mejorará su futuro. Los catalanes han castigado con especial dureza la gestión de Pere Aragonés al frente del Gobierno de la Generalitat. Después del referéndum de independencia, ERC fue el primer partido que rompió con la unilateralidad, y eso le valió a sus contrincantes de Junts para acusarle de traición.
Pero la segunda posición en la que queda Puigdemont y, sobre todo, la imposibilidad de que pueda ser presidente facilitan la legislatura de Pedro Sánchez o, al menos, la deja como antes de las elecciones. El Gobierno aún no ha logrado aprobar los Presupuestos Generales, pero no es previsible que ni Junts ni ERC le retiren los apoyos. Eso sí, ERC pedirá más y, en estos momentos, eso tiene un único nombre: un sistema de financiación propio, un cupo catalán, toda vez que el referéndum de independencia ha muerto con estas elecciones. La secesión no es avalada por el pueblo catalán.
Tal como se ha explicado esta noche de domingo desde Ferraz, éste "es el mejor escenario para el día después", aún queda saber cómo resolverá Illa el apoyo de ERC, pero Sánchez consigue un impulso que le llevará a intentar recortar la amplia ventaja que el PP le saca en las europeas.
Pero el PP no pierde. A pesar de su cuarta posición, los populares regresan a la senda de su mejores resultados en Cataluña. En 2010 y 2021 obtuvieron 18 y 19 escaños, respectivamente, y antes, en la primera década del siglo, oscilaron entre los 12 y 14 parlamentarios. Ahí es donde se sitúan ahora. Esto significa que Cataluña ha dejado de ser un problema para Alberto Núñez Feijóo, con esta subida se acaba con una de las principales barreras para ganar con holgura en las elecciones europeas.
Estas elecciones también supone la muerte definitiva de Ciudadanos, El partido que quedó en primera posición en las elecciones de 2017, el que presentó a la andaluza Inés Arrimadas en unos comicios catalanes, se ha quedado fuera del Parlamento, lo que supone la puntilla a la organización. A pesar de la subida del PP, Vox se queda con los 11 escaños, no hay debilidad en el partido de Abascal, y eso que los independentistas tienen su propia marca de extrema derecha, Alianza Catalana, que ha conseguido dos diputados.
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