Salto de gigante de Ciudadanos

El partido de Rivera casi triplica sus escaños y lidera sin discusión a los no independentistas

Inés Arrimada y Albert Rivera celebran eufóricos el resultado electoral junto otros dirigentes de Ciudadanos ayer.
Inés Arrimada y Albert Rivera celebran eufóricos el resultado electoral junto otros dirigentes de Ciudadanos ayer.
T. Monago

28 de septiembre 2015 - 05:05

Ciudadanos se erigió ayer como uno de los triunfadores indiscutibles de la jornada electoral. El partido de Albert Rivera cosechó un indiscutible éxito tras registrar un espectacular ascenso respecto a los anteriores comicios de 2012. Multiplica por más de dos el número de votos (del 7,57% pasa al 17,86%, de 275.000 a 720.000 votos) y casi triplica el de escaños, al pasar de nueve a 25. Recoge votos del PSC y, sobre todo, del PP, pero el ascenso es tal que también debe haber otros graneros, como el voto nuevo o el del sector moderado de Convergencia.

El resultado le permite convertirse, con holgura, en la segunda fuerza del Parlamento y liderar la opción no independentista en Cataluña. Para calibrar tan buen resultado, baste decir que Ciudadanos ha obtenido cuatro escaños más que ERC en 2012. Sus 25 parlamentarios pueden ser el aval para que la cabeza de lista del partido en Cataluña, la jerezana Inés Arrimadas, lidere un posible bloque no independentista, algo a lo que ella misma se ha ofrecido durante toda la campaña, en la que ha mostrado un perfil claramente pactista (siempre dentro del ámbito constitucional). Parece complicado que esa idea se fragüe, sobre todo porque Cataluña Sí que es Pot, aunque contraria a la secesión, sí se muestra a favor del derecho a decidir. Y, además, con 10 escaños, es la fuerza más alejada ideológicamente de Ciudadanos. Ayer ya admitía Arrimadas implícitamente este hecho al pedir la dimisión de Mas y la convocatoria de nuevas elecciones.

Por provincias, el ascenso de Ciudadanos se fragua sobre todo en Barcelona, donde logra el 19,12% de los votos y 17 de sus 25 escaños. Se ha erigido como segunda fuerza en comarcas que eran más proclives al PSC como el Barcelonès, Bajo Llobregat, el Maresme, el Vallés Oriental y el Vallés Occidental, con aumentos porcentuales que llegan a los 12 puntos en algunas de ellas. En ciudades como L'Hospitalet de Llobregat, tradicional feudo del PSC, C's se erige como primera fuerza, algo que también sucede en Sant Boi de Llobregat y El Prat de Llobregat.

En el resto de provincias es la segunda fuerza política, aunque con diferencias según cuál sea el territorio. En Gerona y Lérida, feudos tradicionalmente nacionalistas, crece de forma espectacular, pero se sitúa a una gran distancia de Junts pel Sí, con dos escaños en cada una de ellas. En Tarragona, sin embargo, logra igualar e incluso superar en porcentaje de votos los resultados de Barcelona, con cuatro parlamentarios frente a los nueve de la formación ganadora.

Aunque a diferencia de lo que ocurre en España, en Cataluña Ciudadanos sí tiene una trayectoria relativamente larga y está más consolidado, no cabe duda de que el impulso del 27-S puede tener efectos en las elecciones generales. Y más teniendo en cuenta que es su líder, Albert Rivera, el que concurrirá a los comicios de diciembre. Su relevo en Cataluña ha pasado con nota la prueba de llenar el vacío de Rivera, que se ha mostrado muy activo durante toda la campaña.

Este fue, precisamente, el sentido que tuvo la intervención de Rivera ayer tras conocerse el resultado electoral. "La vieja política ha muerto hoy en las urnas (por ayer) y ahora empieza la nueva política para España, la de C's", que cuenta con un proyecto político para como mínimo una década y puede reconstruir el proyecto común español, aseguró. Su objetivo, afirmó, es "recuperar España, en manos de PP y PSOE, para los españoles", y abogó por dar la espalda a Mas y empezar una nueva etapa con acuerdos con estos partidos.

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