Sánchez busca el apoyo del PNV y de los separatistas catalanes
MOCIÓN de CENSURA
La dirección socialista cree que es posible sacar adelante la moción de censura sin contar con el apoyo de Ciudadanos.
Pedro Sánchez quiere que la oposición a Mariano Rajoy se centre en un único dilema: ¿debe seguir gobernando el presidente del Gobierno? Si no fuese así, y sabe que toda la oposición, incluido Ciudadanos (C's), no lo desea, deberían responder con un sí en la votación del próximo viernes, último día del debate de la moción de censura. Sánchez y su dirección creen posible sacar adelante esta moción, a pesar de que C's no lo votará. Sí lo harán los diputados de Podemos y Compromís, cuyos líderes lo han comunicado, pero a la suma de los 176 escaños necesarios le falta aún PNV, ERC y PdeCAT. Sánchez ha hablado con los líderes de estas tres formaciones, incluidos los de los dos partidos separatistas catalanes.
El líder de los socialistas ha ofrecido a los partidos negociar la fecha de la convocatoria de las elecciones generales, aunque sólo después de que fuese elegido presidente este viernes.
Cuando Sánchez se suba el jueves a la tribuna del Congreso nadie le podrá afear su incoherencia. Dejó el escaño de diputado para no tener que abstenerse en la sesión de investidura de Mariano Rajoy y, dotado de una resiliencia titánica, se volvió a presentar unas primarias que ganó contra todo pronóstico. Ése es el ánimo con el que encara la moción del jueves. Según explica uno de sus colaboradores: "Es posible que la gane". Y, para ello, esta vez buscará el apoyo del PNV y de los partidos independentistas. Ciudadanos parece imposible a estas horas, aunque esta fuente añade: "A Albert Rivera le puede ocurrir como a Pablo Iglesias, que fue el que impidió el cambio hace dos años".
Sánchez ha hablado por teléfono con el líder del PNV, Andoni Ortuzar, y con Marta Pascal, secretaria general del PDeCAT, y el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardà. Pero es el secretario de Organización, José Luis Ábalos, el que se reunirá con los representantes de todos los partidos en esta suerte de ronda de consultas, en las que, según los socialistas, no hay una negociación, sino un encuentro para informar sobre los motivos de la moción. El PSOE había roto todo tipo de relación con los independentistas a consecuencia de los hechos sucedidos en Cataluña desde el pasado octubre. El propio Sánchez fue un poco más lejos en los últimos días al comparar al actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, con Le Pen, la líder xenófoba francesa.
En su discurso del jueves, Pedro Sánchez intentará dejar una única cuestión al resto de los partidos, incluido Ciudadanos: o se está contra Rajoy o se está con el presidente del Gobierno. Quien no apoye al socialista, según su propio dilema, estará extendiendo un cheque en blanco para que el presidente agote su legislatura. Ésa es la tesis que puede hacerlo triunfar, Pedro Sánchez sabe que la popularidad del presidente está por debajo de tierra desde la sentencia del caso Gürtel. El electorado de Ciudadanos no desea a Rajoy y el del PNV, tampoco, aunque las cesiones que el presidente ha concedido a los nacionalistas vascos hacen muy complicada su ruptura.
Sánchez se reunió este martes por la este jueves con su grupo de diputados y de senadores. "La respuesta tiene que ser un sí o un no, no hay posiciones intermedias", indicó en el Congreso. "¿En qué posición -siguió- queda la democracia española si Rajoy sigue siendo presidente del Gobierno el sábado? ¡No hay ningún cálculo político ni electoral que justifique la permanencia de Rajoy como presidente del Gobierno!".
Una vez descartado Ciudadanos, el PNV se ha convertido en la clave de bóveda de esta moción de censura. Sánchez va a buscar los votos de ERC y del PDeCAT, esta vez no está sujeto a las líneas rojas que le marcó hace tres años el Comité Federal y argumenta que si Ana Pastor es presidenta del Congreso gracias a los votos de los antiguos convergentes, por qué él los va a rechazar. Es posible que el líder socialista detalle en su discurso un conjunto de leyes que la nueva mayoría del Congreso podría derogar, como la llamada ley mordaza, y que ponga plazo a la fecha de las elecciones generales. Porque su compromiso seguiría intacto: habrá adelanto, una vez "normalizado" el país.
Si Ciudadanos se mantiene en su rechazo a la moción de censura de Sánchez, y parece que seguirá siendo así, el socialista tendrá que buscar los apoyos de Podemos y Compromís, que no presentan dificultades, los de ERC, PDeCAT, Nueva Canarias y PNV. Todos, a excepción del único diputado canario de esta formación, son necesarios e imprescindibles.
El PSOE rebate la alternativa esgrimida por Ciudadanos sobre un presidente independiente, ya que esta persona también necesitaría el consenso de Podemos ya que los naranjas no suman. Tampoco tienen diputados suficientes para presentar una moción de censura a partir de septiembre, cuando se abra el nuevo período de sesiones y sea posible un nuevo registro.
Podemos se sube al carro de las mociones
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se subió este martes al carro de las mociones de censura y se mostró dispuesto a presentar otra moción de censura con el fin de conseguir sacar al PP del Gobierno y convocar elecciones si el líder del PSOE, Pedro Sánchez, fracasa en su intento, pero no prestará diputados a Ciudadanos para ese fin. Iglesias manifestó que "si Sánchez fracasa el viernes hay una segunda opción preferible a que siga gobernando el PP, y es trabajar para que haya elecciones lo antes posible". Lo que no va a hacer es prestar a Ciudadanos los diputados que le faltan para poder registrar una moción de censura, porque Podemos -recordó- tiene más de los necesarios. "Desde luego quien tiene 67 diputados y no necesita pedir ningún préstamo somos nosotros", dijo Iglesias, quien consideró "sensato" intentar "lograr que la palabra la tengan los españoles" si el líder del PSOE no consigue sacar adelante la moción de censura. En cualquier caso, ratificó su apoyo al líder socialista.
También te puede interesar