Zapatero llama a los huelguistas al diálogo mientras crece la crispación
El Gobierno crea un comité para garantizar el suministro de productos y la libre circulación · Concentración en Madrid y amenazas en refinerías y en la Expo de Zaragoza
La huelga anunciada por los transportistas para la medianoche de hoy trae de cabeza al Gobierno. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, se manifestó ayer “plenamente sensible” con el impacto que la subida del petróleo, “a todas luces excesiva”, está teniendo en sectores como el del transporte o la pesca. Por este motivo, garantizó que se pondrán sobre la mesa “todas las medidas que sean razonables” para ayudarlos.
En este sentido, invitó a los huelguistas a tener la “misma disposición” que el Gobierno para llegar a un acuerdo, aunque también quiso dejar claro que no optará por rebajas fiscales en los combustibles.
En cuanto a las consecuencias que las movilizaciones de los transportistas y los pescadores –ver texto adjunto– puedan tener, señaló que, “lógicamente, el Gobierno está preparado”. De hecho, el Ministerio de Presidencia anunció ayer la constitución de un Comité de Coordinación y Seguimiento, cuya labor será “garantizar los derechos fundamentales de los ciudadanos, la libre circulación y el suministro de productos esenciales”.
El Ministerio del Interior, por su parte, velará por la seguridad de aquellos profesionales que decidan trabajar y no ir a la huelga.
El llamamiento al diálogo del presidente no tuvo el efecto deseado, en un día en el que, más bien, se dio rienda suelta a la crispación, aunque únicamente se produjo un incidente en Valencia. La Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) anunció que se sumará a los paros, tras recordar que, sólo en el primer cuatrimestre del año, la subida del combustible y la inflación ha llevado a más de 39.000 autónomos del transporte a abandonar su actividad.
Autónomos son también los miembros de la Plataforma Nacional del Transporte por Carretara, que ayer celebró su primera asamblea en la localidad madrileña de Morata de Tajuña, donde se concentraron un millar de personas.
El presidente de esta formación a nivel nacional, Manuel Núñez, se mostró convencido de que el Gobierno “sólo escuchará cuando le llegue el agua al cuello”, por lo que “no pararemos hasta que nos den nuestro sitio; moriremos con las botas puestas”.
Entre las acciones que la plataforma acometerá en los próximos días, Núñez indicó que algunas tendrán como objetivo las refinerías y apuntó que “habrá sorpresas” en la inauguración de la Exposición Universal de Zaragoza, el día 14.
En Andalucía, los transportistas afiliados a Fenadismer, una de las principales patronales convocantes de la huelga (representa al 18% del sector), también confirmaron que secundarán las movilizaciones. Según los cálculos de esta organización, la factura anual de gasóleo ha aumentado para este colectivo más de 16.000 euros entre mayo de 2007 y mayo de 2008.
De ahí, que entre todas las medidas que reivindica el sector estén el establecimiento de una cláusula de revisión de precios del transporte según la cotización del carburante, la revisión de la fiscalidad que lo grava, la institución de un precio mínimo obligatorio para acabar con la competencia desleal e incluso una reestructuración del sector.
Precisamente, la única patronal que no se ha sumado a las protestas y que sigue apostando por el diálogo, CETM –representa al 60% del sector–, señaló hace unos años que en España sobran 50.000 camiones. Hoy hay una flota de 340.000, que absorbe el 85% de las mercancías que se mueven en nuestro país.
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