Los dineros de Bárcenas
En el PP se encuentran tan hundidos por las acusaciones de corrupción que apenas tienen fuerzas para reaccionar frente a unos hechos que reclaman explicaciones.
EN el PP se viven con auténtica conmoción las noticias sobre la fortuna de su ex gerente y tesorero Luis Bárcenas, contra el que han presentado una denuncia a título personal la secretaria general María Dolores de Cospedal y otra colectiva el partido. Bárcenas ha presentado tres contra el PP, la última el miércoles por presunto mal trato del equipo directivo de la que fue su casa durante treinta años, donde cobraba en los últimos tiempos más de 200.000 euros anuales. Se sentía maltratado, afirma ahora, pero cuando se le cesó hace más de un año por su implicación en el caso Gürtel y por presuntas irregularidades en la gestión del dinero del partido, tuvo trato de favor: se le dio una sustanciosa indemnización, que ha cobrado hasta que se hizo pública su cuantía hace unos días: 21.300 euros mensuales.
Cospedal lo justificó alegando que existía una "indemnización diferida", simulada, pero sus palabras no hicieron sino desanimar aún más a los miembros de su partido, que en gran parte discrepan rotundamente de la forma en que Rajoy y Cospedal han llevado el caso Bárcenas desde que se conocieron sus vinculaciones con Gürtel, aunque hay que apuntar que desde el primer momento la secretaria general quiso cesar al tesorero, pero Rajoy prefirió tomarse su tiempo. Gran error, a la vista de lo acontecido posteriormente.
En el PP se encuentran tan hundidos por las acusaciones de corrupción que apenas tienen fuerzas para reaccionar frente a unos hechos que evidencian que el responsable de las cuentas del PP tienen que dar muchas explicaciones sobre cómo llevaba esas cuentas y de dónde salen las ingentes cantidades de dinero que ha acumulado durante sus años en el PP. Sin embargo, sotto voce, varios dirigentes del partido coinciden en que esos miles de millones de las antiguas pesetas no pueden tener su origen en la compra-venta de obras de arte como dice Bárcenas, pues tendría que haber realizado operaciones de tal envergadura que serían sobradamente conocidas entre los profesionales. De la única que se tiene conocimiento y que incluía varias obras, alcanzó en su totalidad los 250.000 euros.
Tampoco pueden ser inversiones propias y de inversores extranjeros, como aseguró en un primer momento, pues habrían aparecido esos inversores. La única explicación posible sería que hubiera desviado a sus cuentas las donaciones que estaban destinadas al PP, o parte de ellas; o que aprovechando sus relaciones empresariales y con responsables municipales de escaso o ningún sentido de la ética, hubieran estado involucrados en importantes operaciones urbanísticas previo pago de comisiones.
Las donaciones anónimas han estado permitidas hasta hace pocos meses, hasta que en octubre del 2012 se hicieron importantes cambios en la Ley Orgánica de Financiación de los Partidos Políticos. Según la modificación ya vigente, "los partidos políticos no podrán aceptar o recibir directa o indirectamente: donaciones anónimas, finalistas o revocables; donaciones procedentes de una misma persona física o jurídica superiores a 100.000 euros anuales". Todas las donaciones superiores a 50.000 euros, y las donaciones de bienes inmuebles, deberán ser objeto de notificación al Tribunal de Cuentas en el plazo de tres meses.
En ese sentido, la decisión del juez Pablo Ruz de abrir una pieza separada del caso Gürtel dedicada a Bárcenas, para investigar las conexiones del ex tesorero con la trama de corrupción, ha caído como un mazazo en la sede nacional del PP, sobre todo porque el juez ha encontrado tres puntos de conexión entre Gürtel y Bárcenas, dos de ellas vinculadas al PP gallego de los tiempos en los que el brazo derecho de Correa, Pablo Crespo, era secretario de organización del PP en Galicia.
El pasado 25 de febrero, Luis Bárcenas negó al juez Pablo Ruz que en el PP se hubieran recibido donaciones durante los años en que trabajó como gerente primero y tesorero del partido después que no estuvieran incluidas en la lista que los partidos envían para su supervisión al Tribunal de Cuentas. Y negó también que su fortuna de varios millones de euros depositada en bancos suizos procediera de un desvío de fondos del partido que él había controlado. Y entregó al juez un cuadro con las donaciones recibidas por el PP entre los años 1999 y 2007, el que había remitido el Tribunal de Cuentas.
En ese cuadro entregado al juez Ruz se puede leer que los donativos anónimos entregados al PP en esas fechas sumaban un total de 23.722.935 millones de euros, y que las donaciones nominativas, de origen conocido, sumaban 9.467.222 euros. En total, 33 millones de euros recaudados en los 8 años transcurridos entre las dos fechas. Una cifra muy por encima de lo que recibe actualmente un partido en el capítulo donaciones, y que se aproxima bastante a la suma de las cuentas que Bárcenas tenía en Suiza.
El listado de las cuentas de los años pasados son las que aparecieron en El País y que Bárcenas no considera que sean suyas, lo que está siendo objeto de investigación por parte del juez y de la UDEF. Los peritos no trabajan con copias, entre otras razones porque con copias no se puede averiguar si las listas fueron hechas años atrás o en tiempos recientes, y tampoco se puede demostrar si fueron elaboradas de golpe, en unas horas, o si responden a apuntes hechos a lo largo de los años.
Esas dificultades para identificar el origen de las listas que supuestamente ha puesto en circulación el propio Bárcenas o personas de su entorno, más la actitud de un Bárcenas al que claramente mueve el rencor, dan pie a las especulaciones sobre cómo hizo su inmensa fortuna. En el PP las especulaciones apuntan todas en el mismo sentido: se ha quedado con parte del dinero de las donaciones del partido pero, sobre todo, ha cobrado comisiones de docenas de miles de euros por parte de clientes que así se veían beneficiados por alcaldes poco escrupulosos con la ley.
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