Felipe y Aznar, al rescate de Zapatero y Rajoy
FELIPE González y José María Aznar han entrado definitivamente en campaña. El sevillano está ayudando a Zapatero principalmente en Cataluña, donde la colonia andaluza tiene más vínculos afectivos e ideológicos con el viejo PSOE, que nunca hubiera permitido que el PSC tomara el cariz identitario que le dio Maragall. El jueves, compartirá mitin con Zapatero en Barcelona. Además, González, que tiene previsto más de una docena de actos, introdujo en las últimas fechas un mensaje que puede lograr el efecto movilizador del electorado socialista que busca Zapatero: con un PSOE con mayoría absoluta son innecesarios los acuerdos con los nacionalistas. Aunque en esta campaña están compartiendo tribuna, las relaciones entre el veterano dirigente socialista y el actual candidato no fueron buenas ni cuando Zapatero lideró la oposición ni cuando alcanzó la presidencia del Gobierno. En la primera etapa, el sevillano criticó públicamente los acuerdos del leonés con el Gobierno de Aznar, y, en la segunda, cuestionó el proceso de negociación con ETA y las reformas estatutarias. Algo parecido le ocurrió a Aznar con Rajoy. Aunque, en este caso, le nombró directamente como sucesor, pero le dejó como herencia media derrota electoral por una mala gestión del 11-M que no asumió nunca. Sin embargo, desde FAES, influyó decisivamente en las líneas maestras de oposición del PP, y discrepó, a través de su correa mediática y de los aznaristas con el acuerdo con el PSOE para sacar adelante el Estatuto andaluz, fraguado gracias a Arenas y a los Sorallos -así denominan a Soralla Sáenz de Santamaría y a Federico Trillo-. A pesar de todo, Aznar, escoltado por Acebes y Ana Botella, acudió ayer por sorpresa a León en auxilio de Rajoy, y transmitió junto a él un mensaje muy curioso: "Yo me fío de Mariano. A lo mejor hay españoles que no se entusiasman con el PP y con Mariano Rajoy, o 'piensan usted tiene el bigote torcido', pero Mariano sabe interpretar las cosas mejor".
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