El atentado eclipsa un mitin en el que Zapatero 'jubila' a Arenas
Chaves se entera del asesinato de Carrasco en Málaga, donde también conoció hace cuatro años la tragedia del 11-M · Felipe González se queda sin intervenir en la campaña
Manuel Chaves se enteró del asesinato del ex concejal del PSOE Isaías Carrasco ayer en Málaga, la misma ciudad en la que se encontraba el 11 de marzo cuando saltó la noticia del atentado en los trenes de Madrid. Hace cuatro años, la tragedia se producía a tres días de las elecciones andaluzas y generales, y en esta ocasión ha sido a 48 horas. En los dos casos, la campaña electoral se dio por cerrada en la capital de la Costa del Sol.
El mitin de ayer prometía. Unas 4.000 personas llenaban el polideportivo del campus universitario de Teatinos, la mayoría de ellas mujeres, y su desarrollo fue normal hasta el final, ya que Chaves no informó a José Luis Rodríguez Zapatero de la cruel realidad hasta que acabó su intervención. A partir de ese momento, todo eran prisas para que el candidato a La Moncloa se pusiera el traje de presidente del Gobierno y tomara un vuelo hasta Madrid para seguir los acontecimientos desde su despacho. Hasta las 13.55, un Zapatero que vestía una camiseta blanca debajo de un jersey oscuro y una americana exprimió la voz que le quedaba en el último día en que los partidos podían pedir el voto. Y se lo solicitó a todos los andaluces: "Os pido un apoyo holgado porque, si Andalucía quiere, habrá un gobierno de amplia mayoría comprometido con el futuro". "No le deis a la derecha la alegría de no acudir a las urnas". Con esta frase acabó su mitin. Zapatero no sabía que en unos segundos la alegría que le había transmitido el público malagueño se truncaría en tragedia.
Todo se truncó. Chaves tuvo que suspender su intervención de la tarde en Alcalá de los Gazules (Cádiz), un acto cargado de emoción por el hecho de que el fallecido Alfonso Perales era natural de dicho municipio. Tampoco se pudo celebrar el acto de cierre de campaña, en el que estaba prevista la presencia de Felipe González. Durante todos estos días ha habido ganas de contar con el ex presidente del Gobierno. De hecho, y aún sin estar presente, con sólo nombrarle en los mítines el público estallaba en los mayores aplausos.
Zapatero se mostró convencido ayer de que los andaluces "dirán en las urnas que quieren a Chaves", y por ello auguró "un tercer suspenso para Javier Arenas". Así, dijo que al jefe de la oposición en Andalucía sólo le queda un camino: "Irse a su casa".
El presidente del Ejecutivo también le quiso dar cariño a Málaga y apuntó que su gobierno siempre garantiza "las mismas oportunidades, incluida la proyección cultural". Entre líneas, como siempre, la candidatura para 2016. Chaves también se refirió a este asunto y insistió en que el Ayuntamiento de la ciudad debe ponerse las pilas si de verdad aspira al reto con la fuerza de Córdoba.
El aún presidente de la Junta reiteró que la Comunidad "no puede confiar en la derecha porque la derecha nunca ha confiado en esta tierra" y apuntó que "las recetas" del PP siempre son las mismas: "Descalificaciones e insultos". Chaves animó a votar y a que nadie se quede en casa. "No nos podemos detener, no nos podemos frenar; a votad por el PSOE y a votad por José Luis Rodríguez Zapatero".
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