"¡Que me lo han matado!"

La esposa y la hija mayor de Isaías Carrasco fueron las primeras personas en intentar socorrer al ex concejal cuando éste yacía mortalmente herido en el suelo

Rubalcaba y López se funden en un abrazo anoche en Mondragón.
Rubalcaba y López se funden en un abrazo anoche en Mondragón.
Romina López -Agencias / Bilbao

08 de marzo 2008 - 01:00

"¡Le han matado, que me lo han matado!", gritó la esposa de Isaías Carrasco, según relatan testigos presenciales, cuando el ex concejal socialista fue tiroteado por ETA en Mondragón.

Una de las vecinas del inmueble de la calle Navas de Tolosa donde habitaba la víctima se asomó a la ventana al escuchar los disparos y pudo ver a la mujer y a la hija mayor de Isaías Carrasco dándole ánimos. "Venga, que sales de ésta", comentaba le esposa de Isaías. Al final, sus deseos no se pudieron hacer realidad.

En el Ayuntamiento de Mondragón gobierna ANV desde las elecciones municipales del 27 de mayo de 2007 y cuenta con siete concejales de los 21 que tiene el Consistorio. La alcaldesa, Inocencia Galparsoro, se trasladó hasta el hospital de la localidad en la que fue ingresado el ex edil del PSE, pero fue obligaba a abandonar el recinto por los familiares de Carrasco y los dirigentes socialistas que habían acudido a apoyar a la familia.

La Junta de Portavoces de Arrasate acordó con el apoyo de todos los partidos, a excepción de ANV, colocar la capilla ardiente con los restos mortales del ex edil socialista en el Consistorio de esta localidad guipuzcoana. Ésta fue una de las iniciativas planteadas a la Junta de Portavoces por el grupo municipal socialista a petición de la familia del fallecido.

La Junta de Portavoces acordó también expresar su "rotunda condena" de este "vil asesinato a manos de ETA", y convocó una concentración para hoy a mediodía frente al Ayuntamiento de Arrasate, a la que ya ha anunciado que se sumará el lehendakari, Juan José Ibarretxe, así como a una manifestación el lunes en esta localidad guipuzcoana.

El PSE retiró, sin embargo, en "aras al consenso", un punto de su propuesta en la que pedían que la alcaldesa de ANV abandonase el Ayuntamiento al considerar "indecente" su presencia en él y con el fin de "evitar cualquier tipo de altercado", así como otro para quitar de la fachada del Consistorio una pancarta en la que se reclama el traslado de los presos de ETA al País Vasco. Al final fueron los propios vecinos quienes arrancaron el cartel.

El Ayuntamiento de la localidad zamorana de Morales de Toro decretó tres días de luto por la muerte del ex concejal socialista, cuyos padres proceden de este municipio de algo más de un millar de habitantes.

Al inicio de la sesión extraordinario, alrededor de medio millar de vecinos de este municipio ya se habían concentrado en la plaza del Ayuntamiento para expresar su solidaridad y su pésame con los familiares de Isaías Carrasco que aún residen en Morales y con toda la familia y amigos del ex concejal asesinado por ETA.

Asimismo, antes de dar comienzo el pleno extraordinario cinco niños desplegaron una pancarta en la que se podía leer: "Morales de Toro no quiere al terrorismo. Cada vecino era un amigo de Isaías Carrasco y su sangre derramada son lágrimas de un pueblo que te amaba".

Fue numerosa la representación política que quiso respaldar a este municipio azotado por el terrorismo y entre los asistentes al pleno se encontraban el delegado del Gobierno, Miguel Alejo; el presidente del PP de Zamora y de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo; la alcaldesa de Zamora, Rosa Valdeón; la subdelegada del Gobierno, Josefa Chicote; el secretario de Organización del PSOE, Fernando Benito, y el portavoz de la Ejecutiva regional socialista, Francisco Ramos.

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