Ocho de cada diez españoles critican las dificultades para encontrar empleo
Pulso social y político de Metroscopia
Los salarios de los trabajos ofertados en el mercado son insuficientes para vivir dignamente según el 93% de los ciudadanos
El pesimismo sobre la situación económica se traslada a la falta de expectativas para buscar un trabajo en el mercado laboral español. Casi ocho de cada diez ciudadanos aseguran que es difícil encontrar un empleo en España, frente al 21% de los españoles que asegura que es fácil, según el sondeo Pulso político y social de Metroscopia para el Grupo Joly.
La percepción de la evolución del desempleo sigue siendo mayoritariamente negativa. El 58% de los españoles considera que el paro va a seguir en los mismos niveles o que incluso aumentará. Este porcentaje ha disminuido en doce puntos desde junio de 2014, aunque no de forma lineal. En junio de 2016 aumentó levemente, coincidiendo con un momento de máxima inestabilidad política en el país, ante la incertidumbre que generó la repetición de las elecciones generales.
En cambio, el 40% de los ciudadanos afirma que está próximo el momento en el que el desempleo cambiará de tendencia y dejará de crecer. Esta percepción ha crecido en los últimos cuatro años conforme se afianzaba la recuperación de la economía española, una mejora que es firme en términos macroeconómicos pero que el ciudadano no termina de percibir en su bolsillo.
Las perspectivas negativas se acentúan a la hora de valorar los salarios de los empleos que se ofertan actualmente en España. Un porcentaje abrumador, el 93% de los ciudadanos, considera que los trabajos disponibles tienen unos sueldos insuficientes para garantizar una vida digna.
Las próximas generaciones vivirán peor que las actuales
Con el telón de fondo de una crisis cuya huella no se borra y una sociedad profundamente desigual, tres de cada cuatro españoles tienen la firme convicción de que las próximas generaciones vivirán peor que sus padres, frente al 12% que cree que su vida será mejor. Según Metroscopia, este dato inscribe a España con claridad en la tendencia europeo que el sociólogo alemán Oliver Nachtwey denomina “la sociedad del descenso”. Los españoles perciben claramente que el ascensor generacional ha dejado de funcionar. La movilidad ha pasado de ser ascendente, hacia un mayor nivel de vida, a ser descendiente, de mejor a peor. Nuevamente es una reflexión compartida de forma transversal por los votantes de todos los grupos de edad y todas las posiciones del espectro ideológico, desde los del Partido Popular hasta los de Unidos Podemos. La percepción de que la sociedad del descenso marcará el futuro de los jóvenes está firmemente arraigada desde los años más duros de la crisis económica. Según Oliver Nachtwey, esta noción sitúa el marco mental de la sociedad no tanto en la nostalgia del pasado como en la convicción compartida de que le aguarda un futuro peor a las nuevas generaciones.
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