Los cuatro etarras detenidos guardaban más de 200 kilos de explosivos
Al comando 'legal' formado por Iñigo Zapirain, Beatriz Etxebarria, Lorena López y Daniel Pastor se le acusa de perpetrar el asesinato del inspector Eduardo Puelles en 2009.
Los cuatro presuntos etarras detenidos de madrugada en el País Vasco ocultaban 200 kilos de explosivos y material para fabricar bombas. Así lo ha señalado el vicepresidente primero y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha detallado la operación de la Guardia Civil y la ha considerado de "enorme trascendencia" y que continúa abierta.
Los arrestados, a los que se les acusa de participar en el atentado contra el inspector de Policía Eduardo Puelles, asesinado por ETA el 19 de junio de 2009 en Arrigorriaga (Vizcaya), son la pareja formada por Iñigo Zapirain y Beatriz Etxebarria, a los que se añaden Lorena López -los tres arrestados en Bilbao- y Daniel Pastor, con domicilios en Galdakao (Vizcaya) y Bilbao.
Fuentes de la lucha antiterrorista han precisado que el explosivo se encontraba en una bajera de Galdakao vinculada a Pastor, en la que también había varias pistolas, cordón detonante, detonadores, un bidón con polvo de aluminio, otros materiales usados para la fabricación de bombas y tubos de PVC para la construcción de lanzagranadas caseros. Además, en la vivienda en la que residen en Bilbao la pareja formada por Iñigo Zapirarin y Beatriz Etxebarria, se han encontrado también explosivos y materiales para la fabricación de bombas, según las mismas fuentes.
El vicepresidente, que ha felicitado a la Guardia Civil por esta operación, ha reiterado que la política antiterrorista del Gobierno no ha variado "ni una coma" porque ETA o ha abandonado la violencia ni ha dicho adiós a las armas. Mientras no lo haga, ha dicho el ministro, la Policía y la Guardia Civil seguirán deteniendo "uno tras otro" a sus miembros "hasta que esto acabe definitivamente".
Los cuatro detenidos formaban parte de un comando legal, no fichado por la Policía, y se cree que posiblemente participaron también en atentados en Burgos y Cantabria, ocurridos en 2009; el atentado más grave destrozó la casa cuartel de Burgos con una furgoneta bomba, causando 65 heridos, el 29 de julio del mismo año, cuarenta días después del asesinato de Puelles. Ese año en Cantabria, en mayo, explosionó un artefacto contra un repetidor en el pueblo de Guriezo.
Rubalcaba ha asegurado que las fuerzas de seguridad investigarán ahora si existe alguna relación entre los detenidos y algunos atentados perpetrados en Vizcaya "y sus alrededores" en los últimos años cuya autoría no se ha esclarecido todavía. "Vamos a esperar a que acaben las investigaciones -ha continuado- y que pongamos los resultados de las mismas a disposición del juez", que en este caso es el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska.
La Guardia civil también maneja la hipótesis de que estos miembros de ETA podrían estar relacionados con otros tres atentados con bomba en Bilbao todavía no esclarecidos y que se cometieron a pocos kilómetros de donde fue asesinado Puelles. Estos atentados fueron sendas bombas contra el escolta Gabriel Ginés -herido grave, se salvó- y contra una sede socialista, ambos cometidos en el barrio bilbaíno de La Peña (junto a Arrigorriaga) en octubre de 2007 y abril de 2008, respectivamente, y la bomba-lapa colocada en el coche de un agente de la Policía del barrio de Zorroza en septiembre de 2008, que no explosionó.
Puelles, asesinado con una bomba-lapa adosada a su vehículo, fue la primera y única víctima mortal de la banda terrorista en Euskadi desde que el socialista Patxi López se convirtió en lehendakari hace dos años. Eduardo Puelles García tenía 49 años, estaba casado y era padre de dos hijos de 16 y 21 años. Era jefe de grupo de la Brigada de Información de Bilbao, entre cuyas tareas está precisamente la lucha antiterrorista.
Tras el asesinato de Puelles, la banda terrorista mató a Carlos Saenz de Tejada y Diego Salvá, guardias civiles que murieron por la explosión de una bomba lapa adosada a su vehículo en Palmanova, en el municipio de Calviá (Mallorca). El último asesinato de ETA fue el 16 de marzo del 2010, cuando tirotearon al brigadier francés Jean-Serge Nérin en Dammery-les-Lys, en las afueras de París.
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