Los Mossos desactivan la Operación Jaula sin haber localizado a Puigdemont

Los Mossos d'Esquadra y la Consellería de Interior niegan cualquier acuerdo previo con Puigdemont para una detención discreta

Los controles policiales han provocado retenciones en varios puntos de la red viaria catalana

Puigdemont representa su último sainete

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Así es la Operación Jaula de los Mossos para buscar a Puigdemont / Vídeo: Europa Press
Agencias

08 de agosto 2024 - 14:20

Los Mossos d'Esquadra han desactivado la Operación Jaula establecida en toda Cataluña tras la huida del ex presidente Carles Puigdemont en Barcelona.

El dispositivo ha durado unas tres horas y media y ha supuesto un colapso de las vías en Cataluña. Los Mossos han activado todos los dispositivos por tierra, mar y aire, incluidos helicópteros.

Los Mossos continúan sin embargo con la búsqueda en los puntos fronterizos, aunque con controles no tan exhaustivos como los anteriores, fijándose principalmente en la matrícula de los vehículos.

Hay un mosso detenido por ayudarle a escapar y no se descartan más detenciones en las próximas horas.

Los Mossos habían extendido por toda Cataluña los controles para localizar y detener al ex presidente de la Generalitat, a quien han perdido el rastro tras intervenir en un acto multitudinario en Barcelona, tras siete años huido de España, pese a tener una orden de arresto.

Pese a que tanto los Mossos d'Esquadra como la Consellería de Interior niegan cualquier acuerdo previo con Puigdemont para una detención discreta, fuentes conocedoras del operativo policial han indicado a EFE que trabajaban con la idea arrestar al ex presidente tras el acto en el Arco del Triunfo una vez dentro del parque de la Ciutadella, alejados ya de la multitud y, por lo tanto, sin riesgos para la seguridad.

Sin embargo, este escenario ha saltado por los aires cuando los Mossos han comprobado que Puigdemont se había escabullido cuando se dirigía al Parlament en comitiva rodeado de los suyos.

Ante esta situación, la Policía catalana, dirigida por el comisario jefe, Eduard Sallent, activó el dispositivo Jaula, primero en el área de Barcelona y posteriormente lo extendió a toda Cataluña, lo que comporta principalmente inspecciones y controles de vehículos.

Los Mossos tienen inicialmente sospechas sobre dos vehículos con lo que Puigdemont podría haber huido, según las fuentes.

Puigdemont, sobre quien pesa una orden nacional de detención, ha regresado a España y ha ofrecido un breve discurso ante sus fieles en el paseo de Lluís Companys de Barcelona, cerca del Parlament, donde hacia las 10.00 ha arrancado el pleno de investidura del socialista Salvador Illa, sin la presencia del líder de Junts en la cámara.

Los Mossos habían desplegado un amplio dispositivo para blindar el Parlament con motivo de la sesión de investidura, pendientes del anunciado regreso de Puigdemont, quien tiene vigente una orden de detención por malversación dictada por el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que ha descartado amnistiarle.

Pese a la orden de detención vigente, Puigdemont, que ayer anunció en redes sociales que había emprendido su regreso, ha logrado llegar al escenario que Junts había montado en el paseo de Lluís Companys, cerca del Parlament y frente de la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), donde unas 3.500 personas, según la Guardia Urbana, le han aclamado.

Puigdemont ha podido llegar al escenario sin que previamente ni los Mossos, que estaban desplegados en la zona, ni las otras fuerzas de seguridad del Estado ejecutaran la orden de detención.

Discurso: "Hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí"

Puigdemont llegó al acto de bienvenida organizado para arroparle y donde proclamó: "Hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar".

Palabras que ha pronunciado desde el atril del escenario montado frente al Arco de Triunfo de Barcelona, poco minutos antes de las 09:00, tras el que se esperaba que se dirigiera al Parlament para intentar asistir al pleno de investidura, aunque no se le ha visto después.

"Hace siete años que nos persiguen por querer escuchar la voz del pueblo de Cataluña. Hace siete años que iniciaron una durísima represión que nos ha llevado a la cárcel y al exilio, que ha afectado a la vida de miles y miles de personas por el hecho de ser independentistas, a veces solo por el hecho de hablar catalán, y han convertido el hecho de ser catalán en una cosa sospechosa", ha denunciado el ex presidente en el inicio de su intervención.

En estos siete años, ha dicho, "la represión ha hecho muchos estragos y los continuará haciendo mientras no se detenga la politización de la justicia, mientras cuatro jueces manden más que un Parlamento, mientras se permita al PP controlar la Sala Segunda del Tribunal Supremo por la puerta de atrás y mientras se permita que Vox ejerza de acusación popular para perseguir a disidentes".

"Pero a pesar de sus esfuerzos, a pesar de que nos han querido hacer mucho daño, pese a que les hemos visto su cara de represores, hoy he venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar", ha afirmado, parafraseando el "ya estoy aquí" de Josep Tarradellas en su retorno del exilio en 1977.

Según Puigdemont, "el derecho a la autodeterminación pertenece a los pueblos", por lo que "nadie desde la política tiene derecho a renunciar a un derecho que es colectivo".

"Hoy muchos piensan festejar que yo sea detenido y pensarán que el escarnio nos disuadirá, que por escarmentar vale la pena incumplir incluso una ley aprobada por su Parlamento. Pero se equivocan. Y en su error arrastrarán una vez más la credibilidad de la democracia española, aunque sabemos que esto les importa muy poco", ha dicho.

Según Puigdemont, "ni es, ni era, ni será nunca un delito hacer un referéndum y obedecer el mandato del Parlamento de Cataluña", en alusión al referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017.

"De aquella victoria, surgió una represión feroz, que ha ido interfiriendo en nuestras vidas y en nuestras instituciones", ha recalcado Puigdemont, que ha señalado que la ley de amnistía debía servir para "devolver a la política lo que nunca debería haberse ido de la política, pero a unos cuantos señores del Supremo esto no les gusta ni les conviene".

Puigdemont ha sentenciado: "En un país donde las leyes de amnistía no amnistían no nos interesa estar. Tienen un problema de naturaleza democrática".

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