Mas niega que el proceso soberanista busque tapar los problemas judiciales de su partido
El candidato a 'president' cree que el independentismo crecerá por cómo se actúa en Madrid. Ve muy difícil el apoyo de la CUP en la votación.
El candidato a revalidar la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, ha negado que el proceso soberanista sirva para tapar conflictos judiciales de CDC, sino que le ha generado "más problemas", y ha denunciado que "fondos del Estado" han ido "para pagar a confidentes para montar mentiras".
En la segunda sesión del debate de investidura en el Parlament, Mas ha rebatido así la denuncia de la presidenta de C's en el Parlament y jefa de la oposición, Inés Arrimadas, quien le ha acusado de usar el proceso soberanista para "tapar" problemas judiciales en CDC, que tiene 15 sedes embargadas y se ha imputado a Jordi Pujol y a su familia. "Es irreal e injusto; es al revés, como consecuencia de habernos puesto en este proyecto tenemos más problemas con la fiscalía y la justicia de los que tendríamos en otras circunstancias, precisamente porque nos la hemos jugado mucho tenemos muchos problemas", ha replicado Mas.
En este punto, el líder convergente ha asegurado que conoce cómo funciona el Estado cuando "le conviene destruir" y ha denunciado que se han usado "fondos del Estado para pagar a confidentes para montar mentiras" que, según ha dicho, se han usado políticamente en campaña electoral. En cuanto a la crítica de Arrimadas de no mencionar la palabra corrupción en su primer discurso de ayer, Mas ha pedido separar las "sospechas" de los "casos reales".
El líder convergente ha asegurado que en la obra pública no ha habido "irregularidades del tipo que se están diciendo" -penal-, aunque ha añadido que no puede garantizar que no haya existido alguna de tipo "administrativo" y que en todo caso no "está a su alcance" conocerla.
Tras las críticas de Arrimadas por su candidatura a la presidencia de la Generalitat, Mas ha pedido a la líder de Ciutadans "respeto" por el resultado de las urnas de las catalanas del pasado 27 de septiembre y por los 1,6 votantes que dieron la victoria a Junts pel Sí (CDC y ERC). En este sentido, el líder de CDC ha afirmado que se lo ha "currado mucho" para llegar hasta aquí y ha acusado a Arrimadas de ser "poco moderna" al defender que el proceso soberanista divide a los catalanes sólo porque ella no secunda la independencia.
Mas también ha reprochado a Arrimadas que diga que ha sido "débil con los duros" y ha alegado que se ha "enfrentado" a los "grandes poderes", entre los que ha citado el Gobierno central, el Tribunal Constitucional, el Congreso, "buena parte del Ibex35 que no están entusiasmados" y los "poderes periodísticos" del Estado.
El líder de CDC ha afirmado que no tienen "ningún interés en incumplir las leyes" y que se somete a los tribunales españoles hasta que no haya unos de catalanes de una eventual Cataluña independiente. Pero ha esgrimido que si las leyes van en contra de una demanda ciudadana se convierten en "injustas" y hay que modificarlas, momento en el que ha hecho un símil con el logro del sufragio femenino y el fin de la segregación racial. Así, le ha llegado a decir a Arrimadas que ella no estaría en el Parlament si no se hubieran cambiado las leyes para permitir en su día el sufragio universal.
En su réplica al líder del PSC, Miquel Iceta, que le había acusado de querer ser presidente a toda costa, Mas ha avisado de que no está dispuesto a todo para repetir en el cargo: "No estoy dispuesto a lo que sea para ser presidente. Hay líneas rojas", que no ha precisado. Mas también ha dicho que está determinado a aplicar el mandato de las elecciones catalanas pese al rechazo del Estado: "Llegaré tan lejos como haga falta para establecer el mandato de las urnas. No me temblarán las piernas ni me fallará el pulso".
Su "intuición" es que la CUP no le votará este martes por la tarde para ser reelegido presidente, y ha constatado que eso demuestra que la resolución independentista de JxSí-CUP aprobada el lunes en el Parlament no era un precio a pagar a la CUP a cambio de la investidura. Además, ha lanzado este aviso a los que no quieren que sea presidente: "Ustedes dicen no a Mas. No son los primeros que lo dicen ni serán los últimos. Les entiendo, créanme, pero el problema no soy yo; no lo particularicen ni personalicen tanto. Hay una realidad social que está para quedarse". "El tema no es Mas sí o no, sino cómo se da respuesta democrática a la voluntad expresada en las urnas", ha considerado el candidato a la reelección.
Ha pronosticado que el independentismo catalán seguirá creciendo por cómo el Gobierno central prevé reaccionar a hechos como la resolución independendista aprobada el lunes. También ha constatado que en las últimas elecciones los independentistas estuvieron a punto de superar el 50% de votos, y está convencido de que se logrará en la próxima convocatoria electoral. "Por poco que se hagan las cosas que intuimos que se harán en Madrid, pasaremos del 50%, y puede que no tardemos ni 18 meses. Al paso que vamos, esto irá a más y no a menos", ha zanjado en alusión al independentismo.
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