Padres denuncian la calidad del menú de un comedor escolar de Estepona
Educación
Educación confirma que se están estudiando las quejas para iniciar el correspondiente expediente sancionador
Estepona/Pescado con grandes espinas, piezas de fruta podridas, trocitos de hueso en el arroz, gusanos en algunos alimentos, pan pasado o muy duro, o cremas de verduras excesivamente saladas son solo algunas de las anomalías que los padres del CEIP Ramón García de Estepona vienen detectando en el menú del comedor de este centro escolar desde que hace justo un año se les sirviera a sus hijos un puchero en mal estado.
Tras una recogida de firmas y varias quejas e informes a la Agencia Pública Andaluza de Educación, los padres se han agrupado para iniciar movilizaciones y realizar catas del menú durante un mes junto a los pequeños que no ha hecho sino aumentar sus quejas sobre el sistema del catering. “Lo peor eran las tortillas de huevo, con una textura asquerosa y un sabor malísimo”, asegura Estefanía Vaca, una de las madres afectadas.
“Empezamos la lucha de manera individual el año pasado, cuando vino una partida de puchero en mal estado, estaba cortado, y ahí empezó nuestro calvario. Los niños comenzaron a quejarse y a contar ciertas cosas. Cuando llegaban a casa teníamos que volver a darles de comer porque estaban hambrientos”, relata. “Nuestra percepción del menú fue aún peor de lo que nos contaban los niños. Cremas saladas y muy líquidas, carnes y pescados con un olor y un sabor horroroso o fruta podrida”, afirma.
María es madre de una niña de 8 años que come regularmente en el comedor escolar desde que tenía tres años. Las alarmas saltaron el día que esta se encontró “dos piedras” en el arroz. “Se las llevaron para analizarlas y a día de hoy nadie ha sabido decirme qué eran. Incluso llegaron a insinuar que las había puesto mi hija”, asegura.
Otra de sus compañeras se encontró un gusano vivo en la comida. “Eran días en los que los padres estábamos realizando las catas, con lo que hemos podido comprobar que lo que decían los niños era verdad”, insiste. “El pan podría tener dos o tres días y la comida era asquerosa. Intento que se quede lo menos posible, pero precisamente los que tenemos a nuestros hijos en el comedor es porque no nos queda más remedio”, señala.
“Cuando te enteras de que un puchero se puso malo, una lechuga tenía gusanos, unas sopas tenían piedras o que el pan estaba congelado sientes impotencia y rabia porque dependes de eso porque estás trabajando mientras que tu hijo está comiendo pan duro y pasando hambre”, subraya Wendy, madre de otro menor afectado. “Queremos que cambien de catering lo más pronto posible porque están jugando con la salud de nuestros hijos”, concluye.
Por otro lado, desde la delegación provincial de Educación de la Junta de Andalucía confirmaron que los servicios centrales de la Agencia Pública Andaluza de Educación tienen conocimiento de estas quejas “y se están estudiando para iniciar el correspondiente expediente penalizador”. Este periódico intentó ponerse en contacto en varias ocasiones aunque sin éxito con la empresa responsable del catering para recabar su versión.
Más de 250 firmas para exigir una solución inmediata
El pasado mes de octubre los padres presentaron más de 250 firmas junto a un primer escrito a la Agencia Pública Andaluza de Educación desde la Oficina Comarcal Agraria de Estepona para denunciar la situación. “Nuestros sentimientos de frustración y culpa por tener que dejar en manos de esta empresa la alimentación de nuestros hijos nos llevan a exigir una solución inmediata y una investigación por parte de inspectores de sanidad”, señalaron.
No hay comentarios