El ecosistema tropical en pleno centro urbano de Estepona

El Parque Botánico-Orquidario de Estepona alberga más de 3.000 tipos de plantas

El museo de orquídeas vivas ofrece actualmente la floración de más de 150 especies

Vista general del Parque Botánico-Orquidario de Estepona.
Vista general del Parque Botánico-Orquidario de Estepona. / M. H.
Mª Jesús Serrano

19 de abril 2021 - 07:20

Estepona/El Parque Botánico-Orquidario de Estepona es un “ecosistema tropical” único ubicado en pleno centro urbano de la ciudad que ofrece actualmente la floración de más de 150 especies diferentes con la llegada de la primavera, un “espectáculo” visual y onírico a modo de museo natural de “orquídeas vivas” que alberga más de 3.000 tipos de plantas y que cubre las expectativas de cualquier visitante, según el curator del espacio natural, Manuel Lucas.

Así, este espacio peculiar reproduce el “hábitat original” de estas especies de origen asiático, americano o africano, entre otras, que crecen en la naturaleza y “su éxito dependerá de nuestra habilidad para reproducir el entorno natural en el que viven”.

“Si hay algo difícil de reproducir es la madre naturaleza”, ha exclamado Lucas, quien ha relatado que para ello el edificio del Orquidario está estructurado de tal forma que cada elemento proporciona determinadas condiciones que requieren estas plantas como “luz, ventilación, humedad relativa, riego o los soportes”.

Vista de un híbrido de Cattleya amarilla
Vista de un híbrido de Cattleya amarilla / M. H.

El “exotismo” del espacio natural se vislumbra en la “variedad de formas y colores” que presentan las distintas especies de orquídeas que alberga, que desde “la entrada al interior hay más de un centenar en floración”, y se prevé que hasta el mes de junio sigan eclosionando hasta un total de 200 familias de flores. Ello es complementado por una masa vegetal compuesta por “helechos” u otros.

“El lugar es único en España, incluso su modo de presentación botánica es único en Europa”, siendo “un museo de orquídeas vivas”, y por lo tanto, el lugar “tiene que tener esas cosas que no se ven de manera habitual” y no se muestran “híbridos” comerciales de estas flores, como los que “se pueden encontrar en la entrada de un supermercado”, sino la reproducción del “hábitat original” de variadas especies.

En este sentido, el acceder al interior del Orquidario es como adentrarse en un “ecosistema tropical cubierto” en pleno centro urbano de Estepona, compuesto por “montones de microclimas para cultivar orquídeas con distintas necesidades” y que se ha conseguido “gracias al techo de hormigón y a las tres cúpulas”, ha relatado el curator del museo vivo.

Vista de la especie Banda Barnesi
Vista de la especie Banda Barnesi / M. H.

Para ello, ha asegurado que “el clima está controlado por ordenador”, así cada uno de los elementos que componen la fisionomía del edificio cumplen su función en el arte de recrear a la madre naturaleza y las tres cúpulas transparentes que coronan este templo de la orquídea permiten que “en verano el sol se proyecte en la parte más alta”, entrando la luz entra “a plomo”, mientras que “en invierno está más bajo” y “entra por las paredes” con luz relativa.

Situada en el centro del edificio, una cascada de grandes dimensiones produce un “aporte clave de humedad especial, y sobre todo ventilación”, un efecto que forma parte de un “sistema potente” que cuenta con otros medios como “humidificadores y atomizadores”, ha subrayado el experto.

En cuanto al recorrido, Lucas ha indicado que “no hay uno definido” y la disposición de las especies en el espacio gira “en función de la planta”, ya que “no vale poner un ejemplar porque quede bien al paso del visitante”, sino que cada una se coloca en el “microclima” creado para su desarrollo y “a ver si le gusta o no”, por lo que a medida que se avanza en el Orquidario se encuentran elementos correspondientes a esa temperatura.

De esta forma, ha relatado que en un habitáculo pueden hallarse “especies africanas al lado de otras asiáticas o americanas” porque “tienen como denominador común que les encanta la luz y las altas temperaturas, y por eso están junto a un ventanal”, o el “jardín de miniaturas”, donde se mezclan ejemplares a los que “les gusta la sombra, la buena ventilación, el aire fresco y una humedad relativa altísima”.

Con la llegada de la primavera y la floración de más de un centenar de especies, la visita al Parque Botánico-Orquidario de Estepona permite disfrutar de ejemplares muy raros de encontrar en este tipo de espacios, habiendo sido el gran protagonista de la semana un gigantesco Dendrobium aphyllum de casi dos metros de longitud, del que han nacido cientos de flores de color rosa con el labelo blanco y desflecado en los bordes, que se caracterizan por su gran belleza. El esplendor de su floración ha durado solo una semana.

Vista de la especie Dendrobium aphyllum.
Vista de la especie Dendrobium aphyllum. / M. H.

Por otra parte, en la actualidad los visitantes pueden deleitarse con la “espectacularidad” de especies que se encuentran en pleno proceso de florescencia como los Cymbidium asiáticos, que cuentan con flores de gran belleza, o las Cattleya, cuya flor puede llegar a medir hasta 30 centímetros de diámetro.

Asimismo, las orquídeas del género Drácula destacan por su originalidad con especies de diverso tamaño, siendo algunas no más grandes que la uña del pulgar y otras como la palma de una mano, colgantes y coloristas, las cuales aparecen en forma solitaria, aunque en sucesión, pudiendo ofrecer 5 o 6 floraciones seguidas.

Vista de un ejemplar de Cohleria amabilis.
Vista de un ejemplar de Cohleria amabilis. / M. H.

Desde principios de año, en el Orquidario han florecido especies tan extraordinarias y poco comunes como Angraecum sesquipedale (la orquídea de Darwin) una de las pioneras en los estudios de la evolución de la especie y única por tener el nectario de mayor longitud; o Phalaenopsis gigantea, también conocida como ‘Oreja de Elefante’ y calificada como especie rara, que cuenta con unas hojas de gran tamaño que la hacen singular por sus formas.

Las floraciones seguirán en los próximos meses con otras especies tan singulares como Stanhopea trigrina, cuyas flores desprenden un aroma similar al chocolate, o la bellísima y elegante Encyclia adenocaula, rara en las colecciones por ser de muy difícil cultivo.

Debido a la pandemia de Covid-19, las visitas al Orquidario son “programadas” y con cita previa de lunes a sábado, en horario de 10:00 a 14:30 horas. El precio de la entrada es de tres euros, así como el Ayuntamiento da dos gratis al año a los empadronados.

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