Como una montaña rusa en el Real

Feria de Málaga 2019

El buen registro de los primeros días dejó una afluencia más relajada el resto de la semana

En las casetas hacen balanece en positivo

Ambiente a mediodía en el Real.
Ambiente a mediodía en el Real. / Jesús Mérida
Laura Núñez

23 de agosto 2019 - 19:22

Málaga/Se acerca el final de la Feria de Málaga y con él la hora de ir haciendo balance. Quizás el mejor resumen sea la estampa de una montaña rusa. Los altos y bajos se han ido repartiendo entre los diez días de fiestas, en los que las primeros días y fines semana han sido los grandes ganadores y el resto de jornadas han dejado unas imágenes en las que los feriantes se mostraban más dispersos en lugar de las acostumbradas aglomeraciones.

Si bien vivimos unos primeros días en los que los restaurantes, casetas e incluso ubers no daban a basto, hubo otros en los que cabía preguntarse dónde estaba la gente. El domingo 18 de agosto fue la operación salida de vacaciones para muchos que buscaban huir de la feria; el lunes, demasiado caluroso y, el martes, tampoco se vivió la gran afluencia de público que suele bañar las calles. También es cierto que el ambiente no ha faltado y que cada día los feriantes se han repartido entre el Centro y el Real, por lo que cada uno hace su propio balance.

Los encargados de las casetas del Cortijo de Torres hacen en su mayoría un análisis positivo de las fiestas, en las que han notado una mayor afluencia de gente que viene a la Feria, aunque no por ello han gastado más que otros años. “Son muchos días y la economía sigue siendo la misma, la gente se reserva más”, comenta María del Mar Valle, encargada de la caseta Peña La Paz Málaga.

Los encargados de los establecimientos del Real también han notado que el ambiente en los últimos días de la semana ha sido menor que en otros años debido a la prolongación de la Feria, en la que la gente se ha reservado más para los fines de semana y primeros días. “Los mejores días han sido los cuatro primeros y los peores, el martes y miércoles”, declara Emilio Jiménez, de la caseta Amigos del Abuelo Ventura, aunque también asegura que han funcionado bien todos los días.

Cortijo de Torres no ha conseguido convertirse en la opción diurna que se esperaba. Mientras que el Centro empezaba a llenarse desde primeras horas de la mañana, el Real no comenzaba a recibir gente hasta la hora de comenzar el picoteo o el almuerzo.

“El ambiente ha sido sobre todo por la tarde y por la noche”, afirman en la Peña Tiro Pichón, donde también aseguran haber tenido una edición mejor que la anterior. En todo caso, parece haber sido una Feria buena para todos (visitantes y comerciantes), en la que no ha faltado la gente y las ganas de pasarlo bien.

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