Una Feria de importantes bajas

Feria Taurina

Esta temporada será recordada por la reinauguración de la plaza de toros y el cambio de los equipos presidenciales

A finales de año expira el contrato de adjudicación del coso

Cayetano Rivera fue el único torero que abrió la Puerta Grande / Daniel Pérez / Efe
Á. López Martín - J. A. Romera Fadón

26 de agosto 2019 - 06:15

Málaga/La historia hablará más temprano que tarde y constatará que, si por algo tiene que quedar marcado el 2019 en el plano taurino, es por la reinauguración de una plaza con 143 años de vida. Desde su inauguración en 1876, la obra de Joaquín de Rucoba apenas había sufrido unas pocas remodelaciones entre los años 30 y 40 y en la década de los 60. Pero han tenido que pasar muchos años para que la plaza luzca una imagen renovada y aromatizada con la esencia más realista de su ya casi siglo y medio.

Con motivo de ello, la Feria taurina sufrió un cambio estructural considerable, modificando por completo los parámetros que en los últimos años habían marcado el devenir mecánico de los carteles. Así, ni la novillada fue el inicio ni el rejoneo fue el final. Una corrida de toros “de inauguración” sirvió como punto de partida que guió a la afición hasta un cierre de festejos protagonizado por el Certamen Internacional de Escuelas Taurinas ‘La Malagueta’.

Justo esto ha sido motivo de cierto malestar entre empresa y Escuela, principalmente por la escasa promoción que se ha dado a unas novilladas que han visto en la reducción de público (con respecto a otros años) la soledad del cemento a la mitad. Y pese a esto -cambio en la ubicación temporal, promoción y fin de una feria festiva eterna- ha encontrado en la juventud el respaldo de esperanza para continuar muchos años más.

Ni Pablo Aguado, ni Fandi, ni Castella pudieron actuar en sus respectivos carteles

Pasará como la Feria incompleta en la que los malagueños se quedaron sin ver a Pablo Aguado, la gran ilusión del momento; y en la que otros dos acartelados (Fandi y Castella) no pudieron actuar en una corrida que sufrió una modificación del 50% el mismo día.

Pasará como la Feria en la que Ana María Romero e Ildefonso del Olmo abandonaron la presidencia tras 12 años al frente, tomando el relevo el periodista Antonio Roche y el médico Carlos Bueno. Los comentarios en los sorteos hablaron con la transparencia de la ausencia de grabadoras, y fueron claros: se respiraba normalidad. Un hecho que siempre es de celebrar ante cambios tan importantes. El mantenimiento de un criterio similar afianza una tendencia que se consolida en el tiempo.

Pasará como la Feria de una nueva era para la plaza, de las dudas por el devenir de la empresa (véase Futuro incierto), de la apuesta por la comunicación y el acercamiento de las redes por parte de ToroMedia , José Enrique Moreno y Toros del Mediterráneo. Pasará. Que no es poco.

EN LOS CORRALES

El baile de corrales, instaurado en una oficialidad casi similar al de final de curso, marcó la agenda especialmente de los primeros días de Feria. Un total de 23 animales no pasaron el reconocimiento en cuanto a corridas de toro respecta. De esto, especialmente flagrante resulta en los dos primeros días. Cinco fueron para atrás en la ‘Corrida de reinauguración’ y siete en la de Lagunajanda. Precisamente, si alguna ganadería hizo méritos para no volver en 2020 será esta. Toros viejos, casi al límite de la jubilación, descastados y sin trapío. Saldos en La Malagueta. La que sí volverá porque se lo ha ganado -igual que el año pasado- será Cuvillo. Sensacional encierro, por debajo de lo esperada en presentación, pero con un comportamiento digno de destacar. Geniz fue el toro de la Feria, premiado con la vuelta al ruedo y caído en suerte para Manzanares. El tiempo dirá.

EN EL RUEDO

Para el recuerdo quedará la salida a hombros por la Puerta Grande de Cayetano tras cortar tres orejas al encierro de Núñez del Cuvillo, aunque sería José María Manzanares quien firmase las mejores faenas de una Feria en la que la afición malagueña pudo ver de nuevo la mejor versión del diestro alicantino.

Asimismo, Enrique Ponce, fiel a su cita con La Malagueta, abrió el cartel de la corrida de la reinauguración de la plaza. Pese haber reaparecido tan solo cuatro días antes tras una lesión de más de cinco meses, Ponce demostró que estaba en plena facultades y enjaretó dos faenas basadas en la técnica y la estética. En esa primera jornada, la del miércoles 14, también hizo el paseíllo otro de los grandes reclamos del ciclo, Morante de la Puebla, que regresaba a Málaga con nuevas caras en el palco presidencial.

Sin embargo, eso no fue suficiente para que tocase pelo en la primera de abono tras una bella faena a un Juan Pedro. Otro viejo conocido por la afición es Manuel Jesús “El Cid”, quien el viernes 16 toreó su última corrida en el coso malagueño en su año de despedida. Una tarde en la que logró momentos de conexión con los tendidos y recibió el afecto de la afición.

Una de las fechas claves de la Feria fue la corrida Picassiana. Luz, pintura, toreo y arte se dieron la mano un año más para homenajear al pintor malagueño en una cita cada vez más consolidada dentro del abono. El artista francés Loren Pallatier fue el encargado de realizar la escenografía de la plaza, para la que empleó una treintena de colores. En el apartado taurino, el triunfador de este festejo fue de nuevo Manzanares, logrando cortar una oreja en una tarde en la que completaron la terna “El Juli” y David de Miranda –en sustitución de Pablo Aguado–.

Precisamente, la inclusión en los carteles de jóvenes emergentes fue uno de los grandes alicientes de un abono en el que debutaron como matadores hasta tres toreros: Román, David de Miranda y Juan Ortega –la presencia de este último se cerró a contrarreloj tras la baja de Castella la misma mañana de la corrida–. De estos tres jóvenes matadores, fue el onubense David de Miranda quien causó mejor impresión en el público malagueño, cortando dos orejas su primera tarde, lo que le sirvió para repetir paseíllo en la Picassiana.

El punto negativo de la Feria fue, un año más, la actuación de “El Juli”, cuya presencia en Málaga fue meramente simbólica, no habiendo ningún atisbo de ganas de torear y complacer a un público cuyas decepciones con este torero ya son innumerables. En cuanto a las ausencias, las bajas de Roca Rey y Pablo Aguado –dos de los mayores reclamos en la actualidad– condicionaron una Feria de la que también se cayeron a última hora “El Fandi” y Sebastián Castella. A estas bajas hay que sumar la del triunfador de la Feria de Agosto 2018, el malagueño Jiménez Fortes –en el dique seco desde la pasada Feria de Otoño de Madrid– quien recibió el Capote de Paseo al inicio de la corrida Picassiana.

En la corrida de rejones –este año adelantada a la segunda jornada del abono– Diego Ventura y Andrés Romero resultaron triunfadores de un festejo en el que si bien al primero los fallos con el rejón de muerte le impidieron salir a hombros, Romero cuajó su mejor tarde en La Malagueta, cortando una oreja a cada uno de sus oponentes. Por su parte, en la novillada con picadores destacó el mexicano Miguel Ángel Aguilar, mientras que Santana Claros –que se cortó la coleta– y Juan Carlos Benítez apenas tuvieron opciones.

EN LOS TENDIDOS

Igual que el pasado año, el cartel de “no hay billetes” se quedó guardado sin tener que ser colgado ninguna tarde. A lo largo del ciclo, la entrada más habitual ha sido media plaza, solo superándose los tres cuartos de entrada en las corridas del sábado 17 y lunes 19. No obstante, según indican desde la empresa Toros del Mediterráneo, la asistencia este año ha sido algo mayor que la temporada pasada.

Ningún día se colgó el “no hay billetes”, aunque la afluencia de público ha sido algo mayor

De esta forma, las distintas promociones y descuentos llevados a cabo desde la empresa de la plaza ha tenido efecto en la afición, especialmente en el público joven, que acudía en gran medida cada día a La Malagueta.

Asimismo, la corrida de reinauguración fue una de las que más expectación generó, encontrándose ese día entre los asistentes, ente otros, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno; la subdelegada del Gobierno en Málaga, María Gámez y el escritor Juan del Val, entre otros.

FUTURO INCIERTO

Tras la finalización de la Feria, el contrato de adjudicación para la explotación del coso expirará a finales de año, aunque en las próximas semanas la empresa Toros del Mediterráneo –gestionada por José Carlos Escribano y José Luis Martín Lorca– puede ejercer su derecho de solicitar a la Diputación de Málaga una prórroga de un año más. Aún se desconoce si llevarán a cabo dicha solicitud y, en ese caso, cuál sería la respuesta del ente provincial. De esta forma, los próximos meses se presentan inciertos para el futuro de La Malagueta, lo cual podría desembocar en la convocatoria de un nuevo concurso para la adjudicación del coso del Paseo de Reding.

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