'Friends for life': la Feria de Málaga como destino internacional

Los extranjeros en la Feria de Málaga

Muchos extranjeros aprovechan estos días para visitar Málaga en familia o con amigos

La mayoría prefiere la fiesta del Centro a la del Real

Tres mujeres extranjeras pasean por calle Larios en Feria.
Tres mujeres extranjeras pasean por calle Larios en Feria. / Jesús Mérida
Alberto Rosa

21 de agosto 2019 - 19:10

Málaga/Las calles del centro de Málaga están hasta arriba de gente de todas partes. Las maletas no paran de rodar calle arriba y abajo. Los claros rasgos físicos de algunos de los feriantes los delatan: “tú no eres de por aquí”. Y es que Málaga recibe durante Feria una enorme cantidad de turistas, sobre todo europeos, de países como Alemania, Francia o Reino Unido; aunque también los hay de otras partes del mundo, como los asiáticos. Claro está que Málaga es de por sí una importante ciudad turística. Durante todo el año hay extranjeros que deciden viajar hasta aquí para conocer la capital de la Costa del Sol. Pero, es ahora en verano, en Feria, cuando esta presencia extranjera se hace masiva.

Son muchas familias las que deciden pasar sus vacaciones por aquí y aprovechar que la ciudad está de fiesta, aunque, muchos de ellos prefieran estar visitando el centro histórico y sus monumentos antes que hacer botellón en plaza Uncibay.

Alemania, Francia y Reino Unido son los países extranjeros que más visitan la Feria

Y es que la ciudad recibe visitas de todo tipo. Una familia polaca cuenta que Málaga es genial para venir en Feria, les encanta la gastronomía y la cultura de aquí. El ambiente familiar de estos turistas contrasta con el desmadre de los grupos de amigos que vienen a acabar con las existencias de vino moscatel y de cerveza durante la Feria. Ahí tampoco hay mucha diferencia con algunos españoles.

Con botella rosa en mano y una cara más roja que la portada de calle Larios empiezan la fiesta en la plaza de la Constitución cuando, curiosamente, suena la mítica Amigos para siempre (Friends for life en su versión internacional) de Los Manolos. La Feria se convierte en un auténtico crisol de culturas, una Torre de Babel de la fiesta en la que los bailes, los cantes y la diversión se mezcla entre todos. Luego está la cara fea, lo obsceno, lo vergonzoso, la parte ridícula de la Feria, cuando desde un balcón un tipo da el espectáculo sin ropa y en claro estado de embriaguez. Los vecinos tampoco merecen eso.

Tres turistas extranjeros posan durante la Feria de día en el centro.
Tres turistas extranjeros posan durante la Feria de día en el centro. / Jesús Mérida

La gran parte de los guiris coinciden en que les gusta mucho más la Feria del centro que la del Real y critican la gran cantidad de suciedad que hay en las calles. Sobre el folklore de verdiales, un japonés cuenta que “algunas veces gritan mucho y asustan. Me parece curioso, pero yo no pagaría por verlos”. Una turista alemana dice que lo que más le gusta de la Feria es la amplia oferta de música en directo que se celebra en las plazas y el ambiente festivo que se vive.

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