Una bienvenida a la Feria de Málaga a todo color
Las playas se abarrotaron para celebrar el inicio de la gran fiesta de la capital, que contó con dos espectáculos simultáneos de 280 drones y en el que se quemaron más de 500 kilos de pólvora
Programa completo de la Feria de Málaga 2024, día a día
Mirando cómo se iluminaba el cielo, atentos a cada explosión de color y a la aparición de figuras al trasluz, sorprendió la medianoche a miles de personas que festejaban, un año más, el inicio de la Feria de Málaga. Desde playas, paseos marítimos, azoteas o en lo alto de Gibralfaro. Muchas fueron las ubicaciones posibles para disfrutar de este espectáculo, símbolo de alegría, júbilo y emoción, al que cada año acuden fielmente miles de personas abarrotando el litoral. Y tras el que habrá ocho días de celebración sin descanso en las calles del Centro Histórico y el Real Cortijo de Torres.
Pero lo que tocó esta noche del viernes al sábado, todavía sin esa posibilidad, era disfrutar del gran prólogo de las fiestas malagueñas. A lo largo del acto, de una media hora de duración, tuvieron lugar por tercera edición consecutiva dos espectáculos de drones simultáneos, con 140 unidades cada uno, tanto desde la playa de La Malagueta como desde la playa de Huelin, de forma que fueron visibles al este y al oeste.
Diez minutos fueron suficientes para que estos aparatos, no por cada vez más comunes menos sorprendentes, hiciesen las delicias del personal dibujando en el cielo malagueño constelaciones con temática de feria como farolillos o una ruleta de la suerte. Discurrió así una primera mitad del show, como de costumbre, muy satisfactoria para los asistentes, quienes en ningún momento sabían qué figuras iban a erigirse como colosos sobre sus cabezas; un secreto que se guarda con eficacia edición tras edición y que sin duda aporta un toque muy especial.
Sobre la arena de la playa de La Malagueta, en su punto más próximo al puerto, donde más personas se suelen reunir para verlo, eran miles las miradas que no perdían detalle de nada; mientras que otros tantos, conocedores de que la proyección de estas figuras en sus retinas era insuficiente, decidían inmortalizarlo para siempre en sus teléfonos móviles. Parejas de ancianos, familias con niños o jóvenes, nadie quiso perderse el que probablemente sea el acto de toda la Feria que reúne a un público más diverso en torno a una misma actividad. Todo un hito en estos tiempos.
Finalizados los drones entrarían en acción los fuegos artificiales, en total, fueron más de 500 los kilos de pólvora que explotaron por los aires para entretenimiento del personal durante unos veinte minutos, lanzados todos ellos desde la terminal de cruceros. En la que sería, probablemente, la parte más satisfactoria, o al menos más reconocible, para el público, fruto de haber estrechado lazos con este ritual iniciático tras haberlo presenciado en no pocos casos durante décadas.
Dividido en distintas partes, el espectáculo piromusical se iniciaría con una composición de candelas y troncos, como se conoce en el gremio, pasando a volcanes de intermitente rojo con terminación en cartetas, así como con Yo soy aquel de Raphael como banda sonora. La relevaría el Como yo te amo de Gloria Trevi, iniciando una nueva fase en la que se introdujeron efectos de campanas de viento con carcasas de figuras, además de abanicos dorados, azules y blancos.
En este punto, a juzgar por los semblantes, ya eran muchos los que en plena consonancia con ellos mismos habían logrado desconectar de todo lo que tenían alrededor, semihipnotizados por las danzas y fintas imposibles que protagonizaban los cohetes al surcar la oscuridad y explotar.
Pero aún quedaba más: Nena de Miguel Bosé y Paulina Rubio puso música a una de las partes más alegres del espectáculo, comenzando con peonías de centro en coco y usando múltiples colores. Mientras que al sonar Rey del Glam de Nancys Rubias comenzaron los bailes de crossettes cracker dorados a base de grandes carcasas y abanicos de monotiros.
Y de Mario Vaquerizo, al Ni tu ni nadie de Fangoria, cuya fase estuvo caracterizada por lo que se conoce por carcasas de abejas, además de por una densa composición de brocados.Tierra, de Chayanne, se hizo acompañar de un nutrido colorido, acelerando el ritmo con secuencias en múltiples calibres, disparos de farfallas o sonrisas y mitades.
Con la canción Las 12 de la malagueña Ana Mena se entraba en la fase pre final, en la que hubo una intensa fachada de múltiples “w” de troncos plateados con puntas púrpura. El final, muy cuidado para dejar buen sabor de boca, era amenizado por el I like it de Enrique Iglesias en una compleja coreografía de multitud de efectos: compendios de tamaños, colores, palmeras, sakuras, brocados, huevos de dragón cracker, crisantemos y sobre todo truenos.
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