La Feria de Málaga se vive en familia: "A los niños les encanta la música y las casetas"

El sol de agosto cae sobre el Real de la Feria de Málaga en el Cortijo de Torres, mientras la música flamenca se cuela entre las casetas, llenando el ambiente de un ritmo singular. Mujeres vestidas con coloridos trajes de flamenca pasean por las calles empedradas, y los caballos, adornados con cintas y flores, añaden un toque de elegancia a esta celebración andaluza. La Feria es un punto de vida, con familias que recorren tanto el centro histórico como el Real, compartiendo momentos que se más tarde se convertirán en bonitos recuerdos.

Carmen Zamudio, originaria de Sevilla pero residente en Zaragoza, se encuentra en la portada del Real, un punto de referencia para todos los que llegan a la Feria. Carmen, que siempre hace todo lo posible por cuadrar sus vacaciones en agosto, no falta nunca a esta cita familiar. "Nos lo pasamos muy bien, es una reunión donde comemos todos juntos, bailamos, bebemos, y lo llevamos en la sangre, que somos de Sevilla. Añade que para ella las mejores ferias son todas: "Lo que hay que saber es ambientarse y vivirla". Mientras sus hijos corren alrededor destaca que la música de sevillanas que suena en las casetas es "el acompañamiento perfecto para estos momentos en familia".

"Lo mejor es el ambiente de los malagueños"

Mientras tanto, Vanesa Fortuna, que ha viajado desde San Sebastián, se encuentra en la caseta Centro Cultural Renfe, sentada con su marido y sus tres hijos disfrutando de una paella recién servida. "Nos encanta la Feria de Málaga por el ambiente que se vive aquí", comenta. La familia planea pasar el día en el Real, recorriendo las casetas y, más tarde, subirse en un carruaje de caballos, para probar la tradición malagueña. "A los niños les encanta la música y las casetas; queremos ir también a la Feria del Centro", añade.

"Es una Feria en la que podemos venir tranquilos en familia"

Descansando a la sombra de la calle principal del Real, Sergio Puyol, un malagueño de toda la vida, espera a dos amigos junto a su mujer y su hija. "Nos gusta empezar el día en el centro y luego venir al Real por la noche, dar una vuelta, tomarnos algo y cenar", comenta mientras su hija se sujeta a su brazo. La familia tiene planeado buscar una caseta para almorzar y, más tarde, disfrutar de las atracciones cuando caiga el sol y refresque un poco. "Aquí podemos venir en familia, estar tranquilos y disfrutar del buen ambiente", concluye.

"A mi hijo le encantan las atracciones del Real"

Al otro lado de la ciudad se respira el mismo ambiente festivo. En pleno corazón de la Feria del Centro, Fernando, junto a sus hijos Laura y Fernando, disfrutan de la calurosa tarde en calle Larios. "Hoy hemos venido con unos amigos, primero al Centro y luego iremos al Real para montarnos en las atracciones", explica Fernando, quien asegura que su hijo está deseando subirse en el Ratón Vacilón, una de las atracciones más populares. "El niño se lo pasa en grande", comenta riendo.

"Nos encanta bailar flamenco en la Feria del Centro"

Nieves y Paqui, dos primas de Málaga, también disfrutan del bullicio del Centro. Nieves, que ha vivido muchos años fuera de la ciudad, comenta emocionada: "De jovencita venía a la Feria del Centro cuando empezó, y lo pasaba genial. Ahora, con mis hijos ya mayores, he vuelto a disfrutarlo". Paqui, por su parte, tiene un plan sencillo pero "infalible" para la tarde. "Lo que más me gusta de la feria es la música, sobre todo el flamenqueo", cuenta. Se dirigen a la plaza de San Francisco, que tiene un ambiente "tranquilo y agradable para disfrutar". La Feria de Málaga es un evento que une generaciones, donde cada familia encuentra su lugar especial. La compañía, la música, y las tradiciones se viven en cada rincón.