Los jóvenes se lanzan al Real en la Feria de Málaga: "Hay menos borrachos y más sitios para elegir"
A diferencia de ediciones anteriores, el Cortijo de Torres acoge más público menor de 30 años
Una Feria de Málaga para comérsela
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Málaga/No importaba que a la Feria del Centro Histórico le quedasen horas para acabar: este miércoles a las 16:00 el Cortijo de Torres ya acogía un trasiego de personas importante. Coches de caballo de un lado para otro, ancianas dándolo todo en las casetas y, a diferencia de ediciones anteriores, mucha juventud.
Y es que, pese a la hora y el intenso calor, eran muchos los menores de 30 años que se desplazaban hasta el Real para pasar el día sin ni siquiera plantearse pisar la otra Feria.
Como María José Muñoz, de 22 años, que acudía junto a sus dos amigas, todas vestidas de flamenca: "Otros años he ido, pero no me gusta tanto, es verdad que con el paso del tiempo aquí cambia un poco la cosa: de día es más familiar, hay más niños pequeños, ponen otra música...; de noche hay más reggaeton", explicaba. Tampoco Marina López, de 21 años, que no ha ido al centro "en toda la semana". "Los jóvenes preferimos venir aquí, hay menos extranjeros de fiesta", remachaba.
Algo similar le ocurría a Yeray Ruiz, de 18 años, que prioriza la comodidad a la fiesta. "Me gusta más este ambiente, y aunque la del centro sea más conocida, prefiero esta; de hecho, nunca he ido". Aunque, igual que María José, reconoce que con la caída del sol las tornas se cambian: "Ahí ya sí es mas tipo discoteca, pero de día es una Feria de verdad".
Otros, en cambio, directamente amoldaban su agenda a la Feria. "Es el primer día que venimos porque trabajamos pero, cuando lo hacemos, venimos al Cortijo de Torres: es más espacioso, hay más sitios para elegir y menos turismo de borrachera", opinaba Antonio Sánchez, de 19 años; mientras su acompañante refrendaba lo que decía. No obstante, reconocen, pretenden pasar más tarde "por la zona de la juventud a dar una vuelta".
También hubo quien, con vocación de guía turística, cogió del hombro a su amiga y se echó al recinto ferial: "Sinceramente, hemos venido porque ella cumplió los 18 durante la pandemia y nunca había estado aquí", comentaba Marta García, de 22 años. Más casual aún fue la llegada de Carmen González, de 18 años, ya que el autobús desde Antequera la había dejado a ella y a su grupo directamente en el Real. Eso sí, les vino bien: "Preferimos algo tranquilo, sin tanto agobio y sin tanta gente".
Francisco Jesús Campos, de 30 años, por su parte, piensa que el Real está "para disfrutarlo". "En el centro está todo más sucio, cortan la música muy pronto y se puede ir todo el año en otras condiciones, voy mucho, pero esto es sólo una semana al año", zanjaba.
Si los jóvenes piensan algo, es que la Feria no sólo es la calle Larios y sus alrededores. El Cortijo de Torres existe. Y buena cuenta piensan dar de ello en los días que restan.
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