La princesa Leonor se deja ver en la caseta Tití en la Feria de Málaga
Acudió a una caseta del Real Cortijo de Torres el jueves por la tarde, horas después de almorzar en el chiringuito El Saladero en Caleta de Vélez
La visita sorpresa de la princesa Leonor a un chiringuito de Caleta de Vélez: "La atendimos sin saber quién era"
La princesa Leonor volvió a sorprender a los malagueños este jueves, esta vez, dejándose ver durante la Feria en una caseta en el Real Cortijo de Torres, donde permaneció junto a cinco amigos y varios gualdaespaldas, según ha adelantado la periodista Nuria Marín en un vídeo publicado en redes sociales.
En las imágenes, captadas por los asistentes, es posible ver a la heredera al trono pasando el rato y divirtiéndose en un lateral de uno de estos espacios del Real rodeada de jóvenes, que bailan ajenos a su presencia, al menos en lo que reflejado en este documento gráfico.
En concreto, la princesa acudió a la caseta Tití, perteneciente al bar con el mismo nombre situado en la calle Bolivia de Pedregalejo.
Asimismo, por lo que ha podido conocer Marín de mano de testigos, durante su estancia se desplegó un fuerte dispositivo de seguridad en torno a Leonor: "Me cuentan que iba rodeadísima de seguridad, al menos había diez guardaespaldas", afirma en el vídeo.
Horas antes ese mismo día, la princesa de Asturias sorprendió a propios y extraños por primera vez acudiendo a almorzar a un chiringuito de Caleta de Vélez y, de paso, volviendo a aparecer en público, toda vez que no se la veía desde el pasado 6 de agosto, cuando estuvo en Palma de Mallorca junto con su hermana Sofía, la reina Letizia y la reina Sofía, y donde protagonizó un posado improvisado, mientras su padre, el rey Felipe, se encontraba en los Juegos Olímpicos de París. Ese día en Palma dejó como imagen novedosa ver por primera vez a la heredera al trono conducir un coche, en el que las cuatro regresaron al Palacio de Marivent.
En concreto, según testigos presenciales, Leonor se desplazó hasta el chiringuito El Saladero, establecimiento en el que almozó junto con sus amigos en una zona que tiene sus mesas sobre la misma arena de la playa, pasando su presencia inicialmente desapercibida hasta que una clienta la reconoció cuando se marchaba del lugar.
Hecho que es corroborado por uno de los camareros del chiringuito:“La atendimos sin saber quién era, como a una cliente normal, hasta que una comensal no se dio cuenta, no sabíamos que estaba ahí”. Este establecimiento, que abrió sus puertas en 1965, es conocido por su especialidad en pescado a la brasa, preparado en forma espetada, y se encontraba lleno en esta jornada de finales de agosto, lo que permitió a la princesa disfrutar de un ambiente relajado y sin demasiada atención.
Igualmente, según desvelaron los trabajadores del chiringuito, el grupo degustó una variedad de platos de la carta, caracterizada por su oferta de mariscos y pescados frescos, capturados en gran parte por la flota pesquera que tiene como base el cercano puerto de Caleta de Vélez, ubicado a unos 400 metros del chiringuito.
Una tarde en barco por la costa axárquica
Después de la comida, la heredera al trono y su grupo realizaron una excursión en una embarcación de seis metros de eslora, partiendo desde el puerto de Caleta de Vélez. Diversas fuentes confirmaron a EFE que el barco de recreo, con capacidad para siete personas, navegó hacia la zona de Torre del Mar. Esta área del litoral malagueño se extiende desde Málaga capital hasta el límite con la provincia de Granada, abarcando desde Rincón de la Victoria hasta Nerja.
La lancha fue alquilada en el mismo puerto de Caleta de Vélez. El grupo embarcó en el muelle de espera poco antes de las 16:00 horas, aunque hubo un retraso en la partida debido a que esperaban a algunos amigos.
Al regresar al puerto, la lancha atracó con cuatro chicas jóvenes, incluida Leonor de Borbón, y dos chicos, ya que una embarcación semirrígida había actuado como auxiliar de la lancha. Tras la tarde marinera, la princesa, vestida con ropa veraniega y una gorra, descendió del barco junto a otra joven, mientras que el resto del grupo permaneció a bordo hasta que la maniobra de atraque concluyó alrededor de las 20:45 horas.
Los integrantes del grupo, que rondaban los 20 años, serían compañeros de la Academia General Militar de Zaragoza, donde Leonor completó su primer año de formación militar en julio. La lancha fue alquilada a través de una empresa local que ofrece embarcaciones con un coste que varía entre 300 y 1.200 euros, dependiendo del tiempo de uso y el tipo de barco.
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