Los principios de la Feria del Centro de Málaga
Tuve la oportunidad de poner en funcionamiento la primera Feria del Centro y once más
El primer día de Feria del Centro de Málaga, en fotos
Me he llevado una particular alegría al conocer que la concejala Teresa Porras, mi edil preferida de Fiestas, y no me miro al espejo, va a hacer modificaciones en la Feria del Centro. Desde que dejara su organización una sola vez he hecho su recorrido, y me sentí mal, por su abandono, el peor de los bullicios, donde se imponían los ternos playeros a los de marengos, Paquito el Chocolatero a los verdiales y las malagueñas. Nada había cambiado, salvo a peor.
Deseo que Teresa tenga más suerte con los cambios, que la Agrupación de Cofradías con su nuevo itinerario. Tuve la oportunidad de poner en funcionamiento la primera Feria del Centro y once más. Por eso quiero rendir homenaje a los pioneros que me acompañaron en la travesía de calle Larios, hasta la Plaza de la Merced para lo festivo. Vino la propuesta de Modesto Espejo, presidente del Centro Comercial, al que le añadí Histórico, que con sus excelentes directivos: José Ruiz, Andrés Olivares, Francisco Jurado, Enrique Ferrer, empezamos a tener sesiones de trabajo maratonianas, de estrujarse el cerebro, -”storm brain andaluz”-, hasta departir un maratón de sesiones con Carlos Gutiérrez y mi eficaz lugarteniente Carlos de Mesa para su puesta a punto. La Feria tuvo tanto éxito, que nos la llegaron a copiar todas las ciudades y localidades cercanas.
Los generosos vecinos y comerciantes del Centro, abrieron sus negocios y sus casas, para ofrecer traguitos y tapitas a los que se acercaban, se pusieron escenarios para cantes y bailes, todo funcionó con alegría y a pedir de boca, salvo para algunos propietarios de bares que decidieron cerrar, cosas de la política, algunos ya han cerrado para toda la vida, ¡brujería, brujería!, es broma. Aunque a decir verdad le ganaron los boquerones al tiburón.
Nadie se podría imaginar, que a algunas casas de bebidas hubo que invitarlas a participar, previo pago de estipendios. Que contra el consejo de la policía, se hizo un circuito para los enganches de Andalucía y caballistas. Todo cundió con tanto éxito, que la primera imagen que guardo junto a Modesto, es de chascarrillo. Había frente a nosotros un caballista en solitario haciendo cabriolas, toda calle Larios para el esplendoroso equino, que sudaba como su dueño la gota gorda a 40º, el hombre vestido de lujoso campero con sajones, chaquetilla roja, chaleco y sombrero cañero, tanto sufrimiento vi, que inmediatamente concertamos darle un premio al mejor ataviado, a lo que se sumo Antonio Bogues, que dijo, -y a la “papalina de oro”, porque llevo bebiendo para animar esto desde las 12 de la mañana, y algún premio me tengo que llevar para explicarlo en casa.
El director del BBVA. Francisco Valenzuela, abrió su oficina Central, y la incorporó a la fiesta con sus clientes y amigos, se cambio el debe, por hay copas. El director de Fujitsu, José Estrada incorporó su fábrica a la fiesta con una carreta de bueyes, que repartía vino e ingenio del siglo XIX en calle Martínez. Es curioso, que en la revista oficial de la empresa, figuraran las fotos de sus otras factorías por el mundo, y en la de Málaga figurara la exótica foto de la carreta de bueyes, aquellos que sus antepasados llevaron desde la azucarera de Torre del Mar por la agujero de Zafarralla a Fuentevaquero, el cante de la jabera, y que Lorca incorporó a la Casa de Bernarda Alba.
La peña Juan Breva dio lo mejor de ella misma en el patio del colegio de la Plaza de la Constitución; Francisco Fadón se instaló con su nuevo periódico La Gaceta de Málaga; Miguel de Hoyos nos inundó de Cerveza San Miguel; el vino de Málaga, nos lo puso a presidir Miguel Burgos, presidente de nuestros vinateros. Cada cuál puso lo mejor que tenía para hacer la mejor fiesta del Sur de Europa. Tanta fama adquirió, y tantos se vinieron a celebrarlo con nosotros, que hasta tuve la oportunidad de ver al ex-presidente de los Estados Unidos, George Bush padre, dándose un garbeo bajo el Arco Histórico que daba la bienvenida.
No hay comentarios