Ximénez Group, las manos que alumbran la Feria de Málaga

La Feria de Málaga es también un espectáculo de luces. Un derroche de colores que parpadean al ritmo de la música. Y miradas que se dirigen hacia arriba para observar el trabajo de uno de los eventos más esperados del verano en Andalucía. Desde hace más de 75 años, Ximénez Group es una empresa que deja huella en la memoria de malagueños y visitantes. Originaria de Puente Genil (Córdoba), ha sido la encargada de llevar la luz a las celebraciones más emblemáticas de España y también del extranjero: Sevilla, Jerez, Puerto de Santa María y como no, Málaga. Es la empresa que ilumnina la Navidad y también las fiestas que comienzan en unos días.

Sin embargo, pocos saben que Ximénez no solo monta la decoración, sino que, con cada bombilla, cada cable y cada arco, está creando un vínculo emocional que perdura en el tiempo. “Son 2,5 millones los puntos de luz que estarán activos en las fiestas de Málaga”, explica Antonio García, comercial de Ximénez encargado de Málaga. 

Francisco González es un hombre de pocas palabras, pero su mirada refleja la profundidad de su experiencia: “En mi pueblo está la tradición del conocido bombillero, empecé en una empresa pequeña y cuando aprendí vi que Ximénez era el futuro”. Con 25 años de experiencia en Ximénez Group, ha visto la transformación de la empresa de dentro hacia fuera. Para él, la Feria no solo es una tradición; es parte de su vida.

“Recuerdo cuando empecé, la tecnología era muy diferente. Todo se hacía de manera más manual. Hoy en día, el proceso es más eficiente, está todo más modernizado y hay mucha más seguridad”, comenta Francisco mientras observa cómo sus compañeros ultiman los detalles de los focos de la parada de autobús del Real Cortijo de Torres que, en unos días, dará la bienvenida a miles de personas.

Francisco se siente orgulloso de su labor, pero reconoce que la responsabilidad y esfuerzo es enorme: “Lo más complicado es estar aquí al sol, estas son épocas muy duras”. A unos días del inicio de la Feria, en pleno agosto, el termómetro marca 33 grados a las 12 de la mañana y Francisco, David y otros compañeros más se encuentran ultimando detalles en el recinto ferial. Ellos son las manos responsables de la instalación que alumbra la Feria de Málaga.

Para él es una ilusión cada año vivir el proceso de lo que será una semana cargada de mucha luz y folclore: “Málaga es la reina de Andalucía junto a Sevilla, son las más llamativas y pomposas”. 

Ximénez Group inicia sus trabajos en el mes de marzo para que los malagueños disfruten del alumbrado en agosto. “Empezamos con los diseños y ofertas y desde junio ya tenemos al personal montando en el Cortijo de Torres”, comenta Antonio García. 

Junto a Francisco, y formando parte de una nueva generación de empleados, se encuentra David Ruiz, de 21 años, que aprende de su oficial de primera con toda la energía de la juventud. Lleva en la empresa cuatro años y aspira a llegar a lo más alto de la grúa en la que está montado su compañero: “Me empezó a gustar el montaje y vi cómo trabajaban aquí. Tengo muy buenos compañeros y maestros; voy aprendiendo y labrándome un futuro en la empresa”.

David sabe que está empezando, pero también tiene claro que quiere formar parte de esta tradición durante mucho tiempo. “La electricidad no se trata de unir piezas, tiene mucho trabajo detrás y eso es lo que estoy intentando saber. Mi objetivo es subir de categoría y hacerme un hueco en esta gran familia”, dice. 

Ximénez Group es más que una empresa; es una tradición que se ha transmitido de generación en generación. Desde los tiempos en que las luces se encendían manualmente hasta hoy, cuando la tecnología LED permite un control casi total de cada bombilla, el espíritu de la Feria ha permanecido inmutable.

Francisco y David representan, de alguna manera, el pasado y el futuro de la empresa. Son tan solo dos de los más de treinta empleados que trabajan en Málaga. Ambos son conscientes de la importancia de su trabajo, no solo para la compañía, sino para la cultura de Málaga y de tantas otras ciudades. Cada uno, a su manera, aporta su luz a la Feria: uno con la sabiduría de los años y el otro con la energía y la pasión de la juventud.

A medida que la feria se aproxima, la presión en el equipo Ximénez aumenta. Sin embargo, tanto Francisco como David y todo el equipo están tranquilos. Saben que, como cada año, cuando las luces se enciendan y las calles de Málaga se llenen de vida, todo el esfuerzo habrá valido la pena.