Alberto Rodríguez: "Me apetece mucho volver a hablar sobre el mundo contemporáneo"
Premio Retrospectiva Málaga Hoy
El cineasta recibe el Premio Retrospectiva Málaga Hoy echando la vista atrás y reconociendo que sus ganas de aprender y de contar historias se mantienen intactas"
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Málaga/Alberto Rodríguez (Sevilla, 1971), llega al Festival de Málaga después de haberse alzado con cinco Goyas por su Modelo 77 sólo este último año. Faltan dedos en las manos y los pies para contar el global de estatuillas que la Academia ha brindado al cineasta andaluz. Su firma es sinónimo de éxito al instante y en el certamen malagueño le han concedido el Premio Retrospectiva, que se entrega en colaboración con Málaga Hoy.
-Premio Retrospectiva, ha bromeado con que está aún bien de salud y va a seguir trabajando, pero ¿dónde está el techo?
-El techo siempre está en la siguiente película, el éxito en este trabajo es simplemente que cuando termines una película se te abra la posibilidad de hacer la siguiente. Lo de los premios es harina de otro costal.
-Le dijo a mi compañera que no había vuelto a ver sus películas, ¿ha podido hacerlo desde entonces?
-(Ríe) No, me temo que no. Últimamente los acontecimientos casi que me superan, así que... No me ha dado tiempo.
-Le decía entonces que cuando veía algún trozo y encontraba algún fallo cambiaba de canal, ¿es cuestión también de esa búsqueda por la perfección en todo?
-Sí, supongo que eso también lo va limando el tiempo. Alguna vez que me he encontrado que estaban pasando una película por televisión y zapeando me la he encontrado he visto errores, pero también aciertos. Cosas que en su día no valoré y que sin embargo me parece que contenían otros aciertos. Cuando revisito los trocitos de 7 Vírgenes que he vuelto a ver me gusta mucho la frescura que tienen los chicos, haber trabajado con chavales que no eran profesionales. Fue muy bonito todo el proceso, yo lo recuerdo así y los trozos que he recuperado me da la sensación que hay una frescura ahí que yo en su día no valoré.
-Alguno de sus trabajos se han prolongado durante años y años, ¿termina la fecha porque se pone fecha límite o porque realmente está conforme con el 100% del resultado?
-Se establece un límite. Una vez que empiezas a rodar ya sabes que para que la financiación se recupere, para que la productora recupere lo invertido, para que los intereses no se disparen, se convierte en algo especial y tienes que acabar en un plazo determinado.
-Si fuera por usted, entonces, no acabaría nunca.
-Sí, sí, sí, yo hay un momento que acabo agotado, que la película casi la odio. Cuando estamos ya montando y llevamos ya dos meses yo no veo película, lo único que quiero es que se acabe como sea.
-¿Es el punto de no retorno en el que decide no volver a verla?
-El último día que las veo siempre es cuando termino la mezcla, se acaba el sonido, vemos el símbolo de Dolby y ahí ya se acabó.
-Alguna vez ha dicho que sus películas son preguntas, inquietudes, ¿qué pregunta se está haciendo ahora?
-Ahora mismo muchas. Pero estoy en un momento en el que, como estoy escribiendo con mucha tranquilidad esta vez, ahora mismo hay muchas preguntas sobre la mesa. Muchas sobre el mundo contemporáneo, sobre el que me apetece mucho hablar. Con una cosa y con otra he quedado atrapado en una especie de bucle espacio temporal desde que hicimos Grupo 7 no hemos sido capaces de volver a la actualidad.
-Su cine, además de muy histórico, es muy político.
-Considero que todo el cine es político y que todo el cine tiene un componente social. Me parece que hasta Náufrago que es la historia de un tipo solo en una isla es cine social. Me da la sensación de que como espectador me interesan las películas que hablan de los problemas que tiene esta sociedad.
-¿Qué significa para usted haber triunfado desde Andalucía en un momento en el que parecía que hay que ir mínimo a Madrid para hacerlo?
-Todo es muy azaroso. Anoche estaba con Santi Amodeo, con el que corrodé la primera película y nos acordábamos de hace 25 años. Nosotros en ese momento no teníamos la sensación de que nos fuéramos a dedicar a esto, simplemente teníamos la necesidad de decir. Y eso fue lo que nos impulsó a ponernos en marcha. Podernos dedicar a esto de manera profesional era casi un sueño y visto desde la perspectiva del año 98 en Andalucía se estaba produciendo muy poco. Las posibilidades de que saliera bien eran mínimas. Fruto del azar he tenido la suerte de vivir donde siempre he vivido. Por lo demás, indiscutiblemente tu actividad pasa por los dos grandes centros de producción del país que son Madrid y Barcelona quieras o no.
-Haciendo retrospectiva, ¿cuál sería su postal de infancia?
-Tengo una de aquí, de Málaga. Viví aquí cerca de un año, en Mijas. Destinaron aquí a mi padre, mi madre era maestra y me dejaron un semestre entero y la escolarización me la hizo mi madre; por lo que me tiré seis meses sin escuela, por las calles de Fuengirola pasándomelo en grande con mi hermana.
-Quizá fue en esa época en la que empezó a hacer su ojo a la luz de Andalucía que luego es tan característica en sus películas.
-Es curioso porque mi director de iluminación es de Guadalajara, pero está enamoradísimo de Andalucía, lleva 30 años aquí. Él es el que marca la luz, pero a mí me parece muy especial la luz de Andalucía. Yo tiendo a trabajar con lo que conozco, por lo que es evidente que iba a trabajar mucho en Andalucía.
-¿Qué queda de ese Alberto que correteaba por las calles de Mijas?
-No lo sé, supongo que lo que me sigue pareciendo es que estoy en el camino. Este es un camino que se recorre aprendiendo. Las ganas de aprender y de contar historias está intacto.
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