'Alcarrás', una historia coral y familiar

Festival de Cine de Málaga

La directora Carla Simón deslumbra en el Festival de Cine de Málaga con su segunda película, ganadora del Oso de Oro en la Berlinale

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La directora de cine Carla Simón (2d) posa junto a los productores Tono Folguera (i), María Zamora (2i) y Stefan Schmitz (d), durante la presentación de Alcarrás' en el Festival de Cine de Málaga.
La directora de cine Carla Simón (2d) posa junto a los productores Tono Folguera (i), María Zamora (2i) y Stefan Schmitz (d), durante la presentación de Alcarrás' en el Festival de Cine de Málaga. / Daniel Pérez | Efe
EFE

19 de marzo 2022 - 13:10

Málaga/El Festival de Cine de Málaga proyecta este sábado Alcarrás, de Carla Simón, en la que se presenta una historia coral y familiar. Alcarrás es la segunda película de la directora barcelonesa, que ha vuelto a deslumbrar en el certamen malagueño, el mismo en el que ya sorprendió con su primera cinta, Verano 1993, que logró la Biznaga de Oro.

La película estaba inicialmente prevista para la sección competitiva del Festival de Málaga, pero el éxito en Berlín (donde ganó el Oso de Oro de la Berlinale) hizo que el certamen y la productora llegaran "a la conclusión de que no tenía mucho sentido que volviera a concursar aquí". Así lo ha explicado Fernando Méndez-Leite, miembro del comité de selección, por lo que se presenta fuera de concurso.

Sobre la historia en la que se basa el filme, Simón ha señalado que "todo parte de mis tíos, que cultivan melocotones en Alcarrás, por lo que es un sitio que hemos vivido de cerca". Según ha afirmado, sentía "un deseo muy fuerte de retratarlos". La "primera intuición" de la película era "contar la historia desde el punto de vista de un agricultor de cuarenta y pico años" que se enfrenta al problema de la baja rentabilidad de los cultivos y de la proliferación de las placas solares, que le amenazan con hacerle perder sus tierras.

"Para mí era difícil, porque no soy un agricultor, y no era fácil aproximarme desde ahí. Tenía el deseo de retratar lo que significa ser parte de una familia muy grande y cómo, cuando hay mucha gente, las emociones juegan como un efecto dominó. De ahí surgió la idea de coralidad, cómo un problema crea una crisis familiar que tiene consecuencias para todos", ha añadido.

Rodada "con gente de ahí, no con actores"

Tuvo claro que debía rodar "con gente de ahí, no con actores", porque quería "mantener el catalán específico que se habla en la zona" y que se viera que "un agricultor se mueve, se sube a un tractor o coge un melocotón de una manera".

Para la directora, el protagonista, Quimet, "está en un proceso de duelo" y se encuentra en "un momento de negación en el que, como cualquier agricultor, solo piensa en la cosecha, porque si no, se pudre la fruta en el árbol".

"Queríamos un final feliz para la película y ser optimistas, pero hablando con ellos vimos que, si era un retrato, no podía terminar feliz, porque no hay esperanza. No hay relevo generacional, pero no porque no quieran, sino porque es difícil vivir dignamente y los padres no quieren que sus hijos se dediquen a eso", apunta la directora.

Siente una "falta de optimismo absoluto hacia la agricultura en familia", pero no pierde "el optimismo hacia la familia, cómo en un momento de crisis la familia se puede separar, pero vuelve, y cómo puedes perder la tierra, pero lo que no pierdes es la familia".

Ahora, Carla Simón se siente muy feliz de regresar a Málaga después del éxito que le dispensó el Festival en su debut "y de presentar la película en España por primera vez después de Berlín".

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