Ana Alvargonzález, Premio Ricardo Franco del Festival: "Mi vida es un sueño gracias al cine"

La directora de arte Ana Alvargonzález recibe este sábado el Premio Ricardo Franco-Academia del Cine en la 27 edición del Festival de Málaga. Alvargonzález ha participado en un encuentro con el director del certamen cinematográfico malagueño, Juan Antonio Vigar, donde ha afirmado que "soy superafortunada porque no podría haber trabajado en otra cosa".

Al respecto, ha explicado que, primero, "porque a mí el vivir la vida con horarios establecidos y haciendo más o menos lo mismo me cuesta mucho" y "este es un trabajo de aventuras; vivimos al día y no tenemos horarios, cada proyecto es una aventura nueva, es como soñar continuamente, mi vida es un sueño gracias al cine; estoy en el mejor lugar posible", ha abundado.

La madrileña Ana Alvargonzález es directora artística y diseñadora de vestuario, conocida por numerosos trabajos en el cine, al que se dedica desde hace casi treinta años. Empezó su carrera en 1984 como Ayudante de Gerardo Vera e Ivonne Blake trabajando en películas como Los pazos de Ulloa, La mitad del cielo, Berlin Blues, El amor brujo, Dardanellos o Last Date entre otras. Ha diseñado el vestuario de La noche oscura (1989), por la que fue nominada al Premio Goya al mejor diseño de vestuario, y de Land and Freedom de Ken Loach.

Algunos de sus trabajos como diseñadora de decorados son El hombre que perdió su sombra (1991) y La celestina (1996), con la que fue nominada al Goya a la mejor dirección artística. En 2010 recibió el Goya a la mejor dirección artística por Pa negre, por la que también recibió un Premio Gaudí. También ha sido directora artística en Incerta gloria (2017), nominada a los premios Gaudí, y ha sido directora de arte española en 20 episodios de la serie de televisión de HBO Juego de tronos; La caja 507 y también para HBO García la serie, entre otros.

En el encuentro en Málaga ha dicho que "la película es el sueño de un director" y "yo me planteo una película como si fuera una novela". "Lo que está claro es que nosotros hacemos la película del director", ha explicado y "aportamos nuestra parte de sueño que hace crecer el suyo, soñamos con él".

Sobre el trabajo de una directora de arte dentro de una película, ha señalado que "lo primero que lees es el guion, la primera lectura del guion es fundamental" y es "absolutamente subjetiva, en la que te dejas llevar por todo, no piensas ni en presupuesto ni en nada. Es un momento mágico". De hecho, también ha destacado que "un buen guion suele llevar a una muy buena película".

Durante el encuentro también ha hablado de Juego de Tronos, donde todo está "prediseñado, todo aprobadísimo" y "cuando llegas, está muy diseñado", por lo que "es mucho menos creativo -el trabajo-, es más de, pequeñas cosas, es más de ejecución y de supervisión". Al respecto, sobre si eso la limita ha incidido en que "hay que adaptarse y además aprendes siempre". "Lo más bonito de este trabajo es que cada película es un reto diferente", ha apostillado. "En Juego de Tronos el trabajo es menos creativo, pero trabajar con gente que sabe tanto y que tiene el trabajo tan organizado, te aporta siempre", ha afirmado.

Por otro lado, durante el encuentro también ha destacado que de trabajar "la mayoría de los directores valoran mucho nuestro trabajo", aunque "alguna vez hay pequeñas excepciones que dices, me la podía haber ahorrado", pero "son mínimas". No obstante, ha dicho que "muchas veces se aprende tanto de las buenas experiencias como de las malas".

Por último, ha recordado el trabajo con Ricardo Franco en Berlín Blues (1988), remarcando que "la relación con Ricardo era estupenda, era un tío superentrañable, que tenía las cosas muy claras y dirigía muy bien". En la charla ha hablado también de Gerardo Vera, del que ha dicho "fue mi maestro, aprendí todo de él". "Gerardo tenía una imaginación desbordante y una capacidad de involucrar a todo el mundo y de llevarnos a la locura increíble", ha valorado.

Ha recordado, por otro lado, el trabajo en Pa negre y ha asegurado que la cinta es "mágica desde el primer momento" y considera que "Agustí Villaronga consiguió hacer una pequeña burbuja en la que todos vivíamos su sueño de verdad, eso no es fácil". "Era todo un sueño de verdad. Era como vivir un cuento", ha concluido.