El parqué
Jaime Sicilia
Jornada de caídas
Con la alfombra roja guardada hasta el 1 de marzo de 2024, con las Biznagas luciendo en las estanterías de los premiados y tras unos días de margen para dejar al cuerpo recuperarse y a la mente hacer balance, el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, el periodista de Canal Sur y director del programa Una de cine de Andalucía Televisión, Manolo Bellido, la directora de producción Montse Ogalla y el productor y miembro de la Academia de Cine Carlos Taillefer charlan con Málaga Hoy sobre el presente y el futuro de esta "casa" del cine en español que quiere ser acogedora y útil y no morir de éxito en el intento. El Museo Carmen Thyssen de Málaga acogió el encuentro este viernes.
"Estamos ante un festival muy joven todavía pero con unos mimbres de madurez bastante importantes ya", considera Juan Antonio Vigar. "En poco tiempo, en los últimos diez años, hemos sido capaces de plantearnos objetivos estratégicos y poderlos desarrollar correctamente y eso ha influido directamente en el posicionamiento que ahora tiene el certamen", agrega Vigar, que señala que el "abrazo al cine iberoamericano" que se realizó a partir de 2017 y que hoy es una de sus señas de identidad resultó una decisión que, si bien tuvo sus detractores en sus comienzos, ahora pocos cuestionan.
También la dotación de una "importante área de industria, que es el músculo real de un festival" y que les hace ir más allá de la mera exhibición para ser útil a la industria. "Y nuestro Mafiz lo es", asegura el director de un certamen que ha celebrado su edición número 26 con un 20% más de películas presentadas para su selección.
"Los productores nos insisten una y otra vez que quieren venir a Málaga porque son conscientes de que el festival tiene una gran proyección pública y mediática", indica Vigar. Y estas ganas de estar, no solo de largometrajes, cortos y documentales, también de series de televisión, de proyectos, debates, mesas de trabajo, presentación de publicaciones y otras tantas actividades están haciendo que la agenda sea abrumadora.
"Tengo una perspectiva larga porque conozco el festival desde que nació y el festival ha crecido muchísimo, incluso que de una forma desmesurada. Para los medios se ha convertido en una sobrecarga de trabajo, en una semana abrumadora", apunta Manolo Bellido. "Eso para el cinéfilo es una cosa maravillosa, pero creo que habría que distinguir entre el ejercicio de cinefilia y el de cinefagia, porque no nos da tiempo a consumir tanto", agrega.
Para Bellido, se debería pensar en redimensionar el festival "en el sentido de hacer una selección más exigente". Estima el periodista que "la Sección Oficial habría que cuidarla al máximo haciendo algo que, en realidad ya lo ha inventado el certamen, que es compatibilizar el cine más atrevido con el cine más comercial, por qué no". Reitera Bellido que "tiene que afinar el criterio y que la pieza principal siempre sea la Sección Oficial porque ahí es donde siempre ponemos el foco los periodistas".
Coincide Carlos Taillefer en que "el festival se ha convertido en un evento inabarcable". "Me parece inabarcable no solo para la prensa local, también para la de fuera, es tal la cantidad de cosas que han ocurrido este año que da la impresión de que es programar por programar", critica y le ve "poco sentido a esta cantidad de cosas a lo bestia".
Montse Ogalla asegura que, como miembro del sector, "queremos estar ahí, sí, pero es verdad que durante este festival casi muero, iba literalmente corriendo por la calle, estaba presentando una mesa y, a la vez, debía de estar en otro lugar...". "Te encanta tener toda esta oferta, de premios, de actividades, de proyecciones, de reuniones, de mesas de trabajo… pero por otra este año hemos tenido una agenda imposible. Tienes tantos eventos y tantas cosas que atender que de verdad ha costado trabajo llegar", apunta. Así que "quizás habría que reducir también algo de actividades paralelas".
El director del certamen, Juan Antonio Vigar, señala que "es un equilibrio complejo el satisfacer las aspiraciones y deseos de unos frente a las posibilidades y necesidades de los otros, como son los medios de comunicación". En esta edición, sostiene, "nos parecía que había que ser un poco más comprensivos con esta situación por la alta participación, pero visto el resultado entendemos que para el año que viene tendremos que reducir la sección Málaga Premiere e intentaremos ser más equilibrados".
En cuanto a las actividades paralelas, también señala Vigar que "a ver si somos capaces de podar los actos alrededor del certamen, pero es que nos llegan muchas peticiones, que son legítimas y necesarias".
El comité de selección ha visto este año 195 películas españolas para elegir las 12 de la Sección Oficial y las cuatro de ZonaZine y 224 películas iberoamericanas de las que se han seleccionado un total de 14. Pero es que, además de las 20 de la Sección Oficial, se han estrenado 17 en la sección Málaga Premiere.
"Hemos visto que con ese crecimiento abrumador del festival en los últimos años nos hemos encontrado con otra sección paralela llena de estrenos importantes y me atrevo a plantear por qué no se reparten esos estrenos que no compiten a lo largo de los meses", sostiene Manolo Bellido. "Esto convertiría a Málaga en ciudad de premiere y que fuese una ciudad importante para el cine español no solamente durante los días del festival sino durante todo el año", agrega.
Sin embargo, Vigar señala que son los productores los que "quieren estar durante el festival y tener a la prensa que hay en el festival". Y destaca que este efecto llamada del potencial mediático del certamen ha alcanzado también a las series de televisión. Este año, dice, se han presentado nueve series durante los diez días.
En cuanto a la fecha del certamen, "nosotros nos situamos en marzo a petición del propio sector, que quiere tener posibilidad de estreno previo a los meses de mayo y junio, que antes de la pandemia eran los peores meses para estrenar", destaca Vigar. Además, señala que "generamos, y ha funcionado muy bien, un equilibrio y complementariedad con San Sebastián, que es en otoño, además somos el pase natural de aquellas que van a Berlín y luego quieren un estreno importante en Málaga".
Hace siete años, el Festival de Málaga consideró que el cine que se hacía en los 23 países iberoamericanos merecía "ventanas cualificadas para hacerlo visible". La industria estaba cambiando, como sostiene Vigar. Las películas ya no eran de un país, sino de varios y se tomó la decisión, amparada por la escucha activa al sector, de abrirse a la cinematografía del otro lado del Atlántico.
"No estoy de acuerdo con el tema del abrazo iberoamericano porque este era en sus orígenes el festival por excelencia de la industria del cine español y creo que hay muchísimos recovecos por los que poder crecer. La historia de convertirlo en iberoamericano creo que fue una solución de urgencia y que hay una clara discriminación entre un sector y otro", estima Carlos Taillefer.
Considera el productor que el "bloque español viene de la cosecha del año, de lo inmediato, y está en lucha con otro al que viene lo mejor de cada país, me parece un desequilibrio, a priori, inmenso". Y critica también que se den dos Biznagas de Oro, una a la película española y otra a la iberoamericana.
Manolo Bellido, por el contrario, afirma que le parece "legítimo que Málaga y San Sebastián pongan la mirada en la cinematografía latinoamericana porque, sinceramente, creo que es de lo más interesante que hay".
El director del Festival esgrime que "en el proceso de crecimiento de un festival hay que reformularse, ganar oxígeno a cada paso y no quedarse en lugares comunes". Y apunta que incluir el cine iberoamericano no fue una decisión "de un día para otro". "No llegué con el afán de inventarme cosas sino de dialogar con el sector y si el sector en el que has nacido para ser útil cambia y evoluciona hacia una determinada dirección, si quieres seguir siendo útil tienes también que moverte, acompasándote a esa transformación", añade y asegura que ahora "nadie cuestiona la decisión sino que la validan constantemente".
En cuanto a la doble Biznaga, Vigar sostiene que "no nace por capricho" sino con la voluntad de "ayudar al mayor número de películas".
Montse Ogalla destaca que el Festival de Málaga "es muy útil para la industria". "Estrenar en Málaga puntúa de cara a las ayudas", apunta. "Tenemos un problema y es que si intentamos optar a ayudas nos están exigiendo cada vez más estar en determinados festivales, así que si estreno fuera del festival no es lo mismo. Si estreno en el festival voy a tener esa cobertura y un punto para el ICAA y esto se traduce en dinero", explica.
También señala Ogalla la importancia de la convivencia que se genera durante el certamen. "Conoces a compañeros de otros países, pones temas en común, métodos de trabajo...", indica y señala que muchos proyectos han nacido "en el bar".
"Es incuestionable la importancia de contar en el festival con la industria, no podría entender un festival, y más cuyo origen es el cine español, y que el propio sector no intervenga", señala Taillefer. Juan Antonio Vigar destaca que este año "el área de industria ha sido espectacular", han participado casi 1.900 personas de 64 países. "Es un esfuerzo logístico y de producción enorme, pero el mercado ha bullido muchísimo, ha tenido un gran dinamismo, un festival mero exhibidor de películas tiene un valor relativo", añade el director del certamen.
Este año se ha incorporado RTVE como patrocinador oficial del Festival de Málaga y ha renunciado a la exclusividad para trabajar junto con Atresmedia. "Vamos a ver cuánto dura la permanencia de ambos porque este binomio público-privado no se da en ningún festival", apunta Taillefer. "Si esto dura y se consolida será algo insólito", agrega y pide que, en pro de la transparencia del festival, se hagan públicas las condiciones con las que ha entrado RTVE en el certamen.
"Nunca entendía cómo Televisión Española no estaba en un festival como este, siempre he sido firme defensor de que formase parte del evento", añade Taillefer. Manolo Bellido, por su parte, sostiene que "está claro que es un paso muy favorable para el festival que tenga la cobertura y el apoyo de RTVE. Además, creo que es ventajoso porque TVE aporta muchas películas interesantes y luego su información no va a estar condicionada por sus intereses particulares. En el caso de Atresmedia era muy descarado la cobertura exclusiva a sus películas".
Vigar apunta que "era necesario que el operador nacional que está apoyando al mayor número de películas estuviera en el festival de referencia". Reconoce el director del certamen "la gran generosidad de Atresmedia y RTVE de renunciar a la exclusividad y de unirse en este proyecto, algo que valoro. Nuestra relación con ambos ha sido extraordinaria y no me consta que ninguno esté descontento del papel que ha jugado como patrocinadores".
"El año que viene creo que habrá continuidad y si se consigue será un modelo a seguir por otros. Yo creo que sumando multiplicamos en eficiencia los resultados", agrega y asegura que el Festival de Málaga no tiene inconveniente en hacer públicos los términos de la participación de RTVE si hay consenso de mostrarlo por las dos partes.
Los espacios en los que se desarrolla el certamen, aunque cercanos y propensos para el encuentro, se están quedando cortos para el volumen de proyecciones. Este año se han exhibido 231 películas en 241 sesiones. Los documentales, por ejemplo, no han podido disponer de un segundo pase por falta de salas.
"El problema que hemos tenido estos últimos años han sido las limitaciones de espacio. Ya tengo en la cabeza un par de espacios más, agradezco infinito a Antonio Banderas que nos haya cedido el Teatro del Soho Caixabank para poder llevar ahí parte de la programación y estamos a la espera de que aquí a un par de años podamos tener el Neoalbéniz, que aportará dos salas más que nos ayudarán, porque el Albéniz y el Cervantes están muy sobrecargados, y tenemos que crecer en espacios", apunta Vigar.
Montse Ogalla reivindica más mujeres y "miradas distintas" no solo en el jurado sino también en los comités de selección del certamen. Sin embargo, Vigar asegura que el comité de la Sección Oficial está formado por dos mujeres y tres hombres y los de cortometrajes y documentales por dos mujeres y un hombre cada uno de ellos.
"Me parece que el jurado se debería de cuidar mucho y que hubiera siempre alguien de perfil técnico, no solamente directores y actores, alguien que tenga otra visión del cine, me parecería más completo", sostiene Taillefer.
Vigar defiende que la casuística de formar un jurado es compleja. "Siempre pretendemos que los jurados sean diversos en la mirada, y que siempre haya gente que de algún modo entienda cómo se hace una película y su recorrido", indica.
"Para nosotros los palmarés son fundamentales y si tienes un jurado que no es equilibrado ni sensato y te hace un palmarés raro, al final te hace daño. Hay festivales muy importantes cuyas películas ganadoras no han hecho nada en taquilla, porque se han dejado guiar únicamente por sus gustos personales y creo que los jurados tienen que ser más inteligentes que eso", concluye Juan Antonio Vigar.
Del mimo al documental, que aunque se va de Málaga con mucha menor atención que la ficción también quiere estar presente, de la sostenibilidad de un certamen "neutro en huella de carbono", y de la posiblidad y necesidad de que los medios de comunicación puedan responder a la gran demanda de información generada durante la semana también se habló con la mirada puesta ya en la próxima edición. La rueda no para de girar.
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